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El milagroso rescate de un recién nacido en una tubería

La madre de la criatura, en China, dice que se le cayó a la tubería al momento de nacer.

29 de mayo de 2013

La historia del bebé que, según la madre, se le cayó por una tubería en el momento del parto combina el drama de los férreos controles de natalidad impuestos por el régimen en China y la sorprendente capacidad del ser humano para sobrevivir. En efecto, a pesar de tener solo unas cuantas horas de vida, el bebé aguantó con una resistencia admirable y hoy está en plena recuperación.

En las últimas horas, la mujer que dio la alarma acerca de la presencia de un recién nacido en la tubería de desagüe de un inodoro en una vivienda de la provincia china de Zhejiang reconoció ser la madre de la criatura.

La madre, una mujer soltera de 22 años y cuyo nombre no se ha dado a conocer, admitió a la Policía dos días después del rescate que había dado a luz al bebé en secreto en un inodoro del bloque de viviendas en el que residía.

El padre de la criatura, según explicó, se había desentendido del embarazo y ella no se sometió a un aborto porque no tenía dinero para pagarlo. En cambio, mantuvo la gestación en secreto, vistiendo ropas anchas y ciñéndose el vientre, explicó.

Según su versión, relata la agencia Efe, el pequeño se le escurrió en el parto al salir del vientre y cayó en la tubería. Tras intentar sacarlo sin éxito y temerosa de que se descubriera que ella era la madre, avisó al casero de la vivienda sobre la presencia del bebé y este a su vez alertó a los servicios de emergencia.


El pequeño pudo ser liberado dos horas más tarde y fue trasladado al hospital aún atorado en la sección de tubería, de apenas diez centímetros de diámetro tal como se aprecia en las imágenes de un video que emitió la televisión china.

La tarea de extraerlo fue titánica, pero con un desenlace feliz. Durante dos horas, los bomberos y los médicos rompieron el tubo trozo a trozo para finalmente extraer al pequeño, que sufrió algunos cortes y arañazos en la cara y las extremidades.

El bebé de 2,8 kilos ha sido declarado fuera de peligro y se alimenta con normalidad, según las autoridades.

La madre, quien ha renunciado a hacerse cargo de la custodia del pequeño, no afrontará cargos por el suceso que la Policía ha decidido tratar como un accidente y no como un hecho delictivo, como había apuntado inicialmente.

El suceso generó multitud de comentarios en las principales redes sociales del país, entre ellas, Weibo –el Twitter chino–, donde los ciudadanos manifestaron su asombro por lo ocurrido y se han multiplicado las ofertas de ayuda al pequeño.

Las familias chinas padecen una gran presión social y financiera, debido a la política del hijo único impuesto por el régimen chino como método de control del número de habitantes. Existen sanciones muy duras para aquellas parejas que decidan tener más de un descendiente. Asimismo, los bebés nacidos fuera del matrimonio suelen ser abandonados para evitar el estigma social y la presión