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EL "MONSTRUO DE FLORENCIA"

Con la llegada del verano, aparece en esta ciudad un maniático que asesina a las parejas de enamorados

30 de junio de 1986

La bellísima ciudad de los Médicis en Italia, con sus magníficos museos y sus colinas renacentistas, vive todos los veranos bajo la pesadilla de un maniático sexual, el tristemente famoso "Monstruo de Florencia", que en estos últimos años ha asesinado a balazos a 16 personas y después las ha mutilado atrozmente.
Y es que este año a Florencia, decretada capital cultural europea, llegarán millones de turistas atraídos por centenares de actividades artísticas. Por eso, las autoridades florentinas, desde los alcaldes menores hasta los inspectores de Policía, con la asesoría de siquiatras y sicólogos, han decidido lanzar una campaña de información a través de las oficinas de turismo (sobre todo en hoteles y camping), dirigida a las parejas jóvenes que en esta época vienen a visitar la ciudad y sus alrededores. Porque son precisamente parejas de enamorados las víctimas del asesino. En menos de 10 años, 12 italianos, 2 franceses y 2 alemanes han sido víctimas de las atrocidades del maniático de Florencia. Se supone que los escoge y acecha secretamente hasta que en el momento de éxtasis sexual les dispara con una pistola Beretta, calibre 22, marca Winchester, serie H.
Cuando son ya cadáveres, se divierte mutilando horriblemente los cuerpos. Lo increíble de esta historia es que al "Monstruo" no hay quien lo agarre. Sus asesinatos son tan perfectos que ha llegado a burlarse de la Policía y de los jueces que investigan sus tremendos crímenes. Sus acciones, dicen los expertos, tienen un común de nominador: absoluto anonimato y máxima crueldad. La ayuda de los criminólogos y siquiatras no ha servido de nada. Lo único nuevo con respecto al comienzo de esta serie de muertes es que el año pasado, por primera vez, el "Monstruo" cayó en la tentación de enviar un mensaje: le envió a la juez que investiga el caso, Silvia Della Monica, por correo, una carta con un pedazo de seno de su última víctima, la joven francesa Nadine Mauriot. Muchos pensaron que empezaba a dar pasos en falso que lo traicionarían. Lo comparaban con "Jack el Destripador", se hablaba incluso de un personaje conocido, influyente y muy protegido. Que su ansia de exhibicionismo podría acabarlo. Pero los mensajes se multiplicaron sin que conducieran a una pista concreta.
Después del último homicidio el año pasado, la Policía encontró algunos días despues, cerca al prado donde había científicamente cercenado una pareja, un guante de cirujano sin usar. Inmediatamente, se pensó que podría tratarse de un médico, o de un enfermero, o de alguien relacionado con el mundo médico. Además, fue hallada en los jardines de un hospital a pocos kilómetros de la ciudad una bala idéntica a las usadas por el asesino. Se registró el hospital por todas partes, no se dejó un rincón sin esculcar, pero todo fue inútil.
Los mensajes a los distintos jueces que llevan a cabo la investigación se siguen repitiendo, aunque no se sabe si se trata de un provocador o del verdadero "Monstruo". Han recibido en sobres iguales a los enviados a la juez Silvia Della Monica, balas calibre 22 de la marca Winchester, las puntas de los dedos de un guante de goma de cirujano, notas amenazadoras con frases cortas y escuetas. Junto con los crímenes del "Monstruo", en Florencia han aumentado los delitos de sangre sin móvil aparente, al punto que algunos han llegado a sugerir que se trata del mismo maniático misterioso, al cual ya le han adjudicado muchos más delitos de los que probablemente ha realizado.
Kelly Velásquez, corresponsal de SEMANA en Roma