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Lo que usted debe saber sobre el Cambio Climático

La salida de Estados Unidos del Acuerdo de París sacudió al mundo. Aún así, las probabilidades de que cambie la tendencia global por un desarrollo más limpio son bajas. Esto es lo que usted tiene que saber sobre el fenómeno y lo que le espera al planeta.

3 de junio de 2017

¿Qué es el cambio climático?

Las emisiones de dióxido de carbono han aumentado 40 por ciento desde la Revolución Industrial y las de metano 150 por ciento. Conocidos como gases de efecto invernadero, estas sustancias y otras seis similares se han acumulado en la atmósfera. Aunque dejan pasar la luz visible, absorben la luz infrarroja y causan un calentamiento gradual del planeta. La atmósfera más caliente emite aún más luz infrarroja que luego el planeta reabsorbe, calentando aún más la Tierra en mayor medida. La consecuencia es que las temperaturas medias del planeta se han incrementado de manera medible y documentada, en el fenómeno conocido como cambio climático. La relación causal entre el incremento de las emisiones como consecuencia de la actividad humana y el de la temperatura ha sido reconocida por más del 97 por ciento de los científicos del mundo.

¿Cuáles actividades son las que más emiten gases de efecto invernadero?

El consumo de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas, así como la deforestación son los principales contribuyentes de emisiones de dióxido de carbono. Las emisiones de metano tienen como origen principal la actividad agropecuaria.

¿Cuáles son sus consecuencias?

Los principales efectos son el incremento en la intensidad, frecuencia e imprevisibilidad de fenómenos climáticos como inundaciones y sequías similares al Fenómeno de la Niña que se vivió en Colombia entre 2010 y 2011 y a la sequía de 2015 a 2016. El agua es particularmente sensible a la temperatura: el calentamiento del planeta ya ha impactado a los glaciares, tanto en los polos como en los continentes. Cuando se derrite el hielo sube el nivel del mar, se amenaza la disponibilidad y calidad del agua dulce y la existencia de especies marinas como los corales y, en general, los peces.

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¿Qué se acordó en París y cuál era el compromiso de Estados Unidos?

El acuerdo de París fue la culminación de un tortuoso proceso de negociaciones multilaterales en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. Los 195 países firmantes se comprometieron, de acuerdo con sus propias capacidades, a disminuir sus emisiones en las llamadas contribuciones nacionalmente determinadas. Aunque la suma de las promesas no aseguraba la meta de evitar que el incremento de 2 grados centígrados en la temperatura promedio de la etapa preindustrial, las medidas necesarias para lograrlo deberían dar inicio a las transiciones tecnológicas y productivas para ir incluso más allá.

El compromiso de Estados Unidos fue disminuir antes de 2025 sus emisiones entre 26 y 28 por ciento por debajo de los niveles de 2005, lo que equivaldría a una reducción anual de 1.600 millones de toneladas. Además, la nación norteamericana se ofreció a contribuir por lo menos con 1.000 millones de dólares para que las naciones menos desarrolladas estuvieran en posibilidad de cumplir con lo pactado.

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¿Qué implica el anuncio de Trump?

Estados Unidos no se va a salir del Convenio Marco de las Naciones Unidades para el Cambio Climático, pero sí del Acuerdo de París. La actual administración planea utilizar el mecanismo de renuncia al acuerdo en un proceso legal que tomará por lo menos cuatro años y que desembocaría en una salida formal el 4 de noviembre de 2020. La fecha caería precisamente el día después de la elección para reemplazar o reelegir al presidente Trump.  

La salida de los acuerdos ha cimentado el apoyo de una parte importante del electorado estadounidense que lleva décadas sintiendo que las regulaciones ambientales afectan sus posibilidades laborales y económicas. Es el caso de los mineros de carbón en estados como Virginia y los fabricantes de automóviles en Michigan. Estas opiniones son, en gran medida, resultado de una combinación de lobbies políticos y económicos que, en alianza con el Partido Republicano, llevan dos décadas alimentando una retórica según la cual los demócratas y los activistas sociales, ambientales, migratorios y de los derechos humanos han declarado una guerra contra la clase media blanca trabajadora con base en teorías engañosas como los beneficios del libre comercio, la migración y la globalización y las amenazas del cambio climático.

Lo cierto es que gran parte de las medidas relacionadas con disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero no responden al Acuerdo de París. Invertir en energías limpias y dejar a un lado insumos como el carbón tiene un sentido económico que no responde a la diplomacia. El carbón, por ejemplo, resulta hoy más caro que el gas natural en Estados Unidos. De hecho, la industria que crece más rápido en términos de empleo en Estados Unidos es precisamente la de las energías limpias. Por eso ha sido fácil para líderes de la industria y alcaldes de ciudades como Nueva York y Pittsburgh anunciar que ellos seguirán adelante con sus metas para cumplir con el Acuerdo de París.

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 ¿Cuáles han sido las consecuencias hasta ahora?

Su decisión podría jugarle una mala pasada a Trump. En un revés para la administración, durante las últimas horas ha habido una competencia entre los líderes mundiales para ver quién sale adelante como el líder de la oposición global contra Trump. Emmanuel Macron sigue en una ofensiva de relaciones públicas en redes sociales en la que no solamente invita a los científicos y activistas a trabajar en Francia para luchar contra el cambio climático, sino que propone la necesidad de hacer grande al planeta y no solo a la América de Trump. Mientras tanto, la Unión Europea con Angela Merkel como su líder económica y moral, salió de la mano de China, el  principal emisor global, a afirmar sus compromisos con París y con el cambio climático.  Ninguna nación ha dicho que seguirá los pasos estadounidenses, aunque está por verse si el entusiasmo con cumplir lo prometido se mantiene.

Medios internacionales como The New York Times, The Economist y The Financial Times se preguntan si esta puede ser la gota que derrama el vaso y le cuesta a Estados Unidos su liderazgo del mundo libre.  Si el movimiento de las últimas horas es un indicador, la posición está vacante y abierta al mejor postor.