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UNIÓN EUROPEA

El Nuevo Continente

19 de diciembre de 2009

No fue fácil, pero el Tratado de Lisboa se hizo realidad. A pesar de que la batalla duró más de nueve años y estuvo plagada de referendos fallidos, retrasos y mucha resistencia, el primero de diciembre, en Portugal, los gobernantes de los 27 países firmaron el tratado, diseñado para destrabar el proceso de integración y aumentar la influencia de Europa en el escenario global. Uno de los cambios más significativos es la creación de dos importantes cargos, equivalentes a un Presidente y un ministro de Exteriores. El mundo se sorprendió cuando, después de mucho deliberar, los europeos escogieron al belga Herman Van Rompuy para el primero y a la británica Catherine Ashton como canciller, dos políticos de más bajo perfil del que se esperaba.