El nuevo paraíso portugués

Cuando Angola se independizó de Portugal, en 1975, y estalló una sangrienta guerra civil, miles de portugueses retornaron a su país. Ahora el panorama es totalmente diferente. Diariamente, cientos de portugueses, en su mayoría jóvenes altamente capacitados, hacen largas filas en el Consulado de Angola en Lisboa, con un objetivo específico: emigrar a la antigua colonia, donde les esperan mejores oportunidades de trabajo. A este país subsahariano, que posee grandes yacimientos de petróleo y un crecimiento económico del 10 por ciento anual, le hacen falta profesionales que hablen su mismo idioma. Y los ha encontrado en los jóvenes portugueses. Según la Agencia de Inmigración portuguesa, en 2010, 23.787 ciudadanos abogados, ingenieros y economistas, entre otros se habían ido a vivir a ese país, en el que se les presentan no solo más oportunidades, sino salarios muy superiores. Tanto es así que deciden emigrar sabiendo que en Angola hay mucha inseguridad y pobreza.