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El Papa se mostró sonriente a su entrevista con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. | Foto: AP

ENCUENTRO

El papa Francisco regresó a América

El pontífice arribó a Río de Janeiro, Brasil, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud.

22 de julio de 2013

A las 1:54 p. m. (hora colombiana), el avión de Alitalia, dispuesto con las banderas del Estado de la ciudad del Vaticano y de Brasil en la nariz del aeroplano, recorría la pista del Aeropuerto Internacional Antônio Carlos Jobim de Río de Janeiro, cada vez a menor velocidad, hasta detenerse.
 
Mientras preparaban la escalerilla de aterrizaje, la presidente Dilma Roussef esperaba en la misma pista junto al arzobispo de São Sebastião do Rio de Janeiro, monseñor Orani João Tempesta, el arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), cardenal Raymundo Damasceno Assis, el gobernador del Estado de Rio de Janeiro, Sérgio Cabral, y el alcalde de Rio, Eduardo Paes.

Detrás de ellos un grupo numeroso clamaba el nombre del papa cada vez con más ahínco, hasta que se abrió la puerta del avión. El primero en descender fue el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, quien se aseguraba que todo estuviese preparado para el descenso de Francisco. 
Una alfombra roja se tendía en la misma pista, mientras Rousseff y su comitiva se acercaban para recibirlo a su primer paso en suelo americano. 

A las 2:01 p. m. el sumo pontífice asomaba su rostro, aguardaba unos segundos por decisión de sus propios consejeros, y decididamente descendía de la escalerilla para entrevistarse con Rousseff, a quien saludaba con ambas manos. 

De ahí pasaría a saludar a los demás miembros del cuerpo eclesiástico y diplomático, hasta que  un coro de niños y jóvenes dirigidos por una maestra lo hacían detenerse y contemplar por un momento su bienvenida oficial.