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EL PARAISO PERDIDO

Se revela estado policíaco y alto porcentaje de drogadictos y enfermos de sida en el país más civilizado de Europa .

25 de junio de 1990

El bus efectúa la ruta diaria a las mismas horas, el pasaJero sabe que si llegó un minuto mas tarde de lo establecido en los horarios anunciados en cada uno de los paraderos, sólo le queda esperar los 10 minutos correspondientes cuando con la exaclitud de un reloj aparecerá indefectible e invariablemente el próximo bus. Este sistema de organización abarca todos y cada un de los otros aspectos de la vida pública y cotidiana de Suiza, en donde pocas cosas han sido dejadas al azar. Quizas por ello Suiza es hoy en día el estado mas rico de los países industrializados y, según información oficial, tiene una tasa de desempleo del 0.5%, por lo que cuenta desde hace un año con más puestos de trabajo libres, que personas que los busquen.

De otra parte, los suizos son altamente conscientes del valor de sus recursos económicos y naturales que les han llevado a poner en practica junto con su espíritu planificador, una de las más admirables y avanzadas políticas ecológicas del mundo. Esto presupone el cumplimiento irrestricto de ciertas normas que regulan incluso la vida cotidiana. Por ejemplo, la organización del reciclaje de basuras, implica una previa clasificación en el hogar. Los restos de alimentos biodegradables servirán de abono y se depositaran en una caneca dispuesta en el jardín, las botellas de color blanco y verde iran a parar a un tanque público discretamentc ubicado en determinados puntos de la ciudad. Las latas van aparte, las baterías gastadas se recogen en almacenes donde se vende este mismo artículo y el papel periódico y demas deben empacarse ordenadamente y colocarse en el andén para su recolección, solamente en la fecha dispuesta por un grupo de estudiantes de colegio.

Asimismo, las leyes del tráfico sugieren apagar el auto mientras el semáforo esta en rojo, para evitar así la contaminación ambiental. Para ello mismo se exige que todos los carros tengan un catalizador por lo que difícilmente se ven carros de vieja tecnología.

Con esta misma exactitud se han estipulado otras tantas normas legales que a la larga han moldeado la idiosincracia del pueblo suizo, que se caracteriza por la cabal ejecución de las leyes y un gran control social y de la policía sobre la vida de los ciudadanos. Sin embargo, esta última en el afán de desempeñar al maximo su función de vigilancia y control, se excedió hasta el punto de causar un escandalo a raíz del descubrimiento de la existencia de ficheros y tarjetas elaborados por la Policía, que contenían "datos sensibles" relativos a la vida privada de suizos y extranjeros que habían participado o tenían alguna relación con protestas y movimientos de ideologías, personas y organizaciones del Este. El fichero incluía interferencias de conversaciones telefónicas. La consecuencia fue un debate y cuestionamiento de las funciones de la Policía así como disturbios en Berna, capital administrativa de Suiza. Hechos insólitos en un sistema democrático calificado de perfecto por algunos observadores.

Pero, lo que es realmente preocupante y paradójico al sistema de vida cuasi perfecto y a la organización y eficacia suiza es que simultaneamente, este país registra el mas alto nivel de casos de sida en Europa, proporcionalmente a su población de 6 millones 700 mil habitantes (en 1989). El total de casos de esta enfermedad en Suiza es de 1.200. Por año se dan entre 300 y 400 casos, es decir, cada día un caso. Según Bertino Somaini, vicedirector de la División Médica de la Oficina Federal de Salud, la razón de este alto porcentaje se debe al buen sistema de recolección de información, a que probablemente el virus llegó más pronto a este que a otros países y finalmente a la infiltración del virus dentro de la población de drogadictos suizos que es igualmente uno de los principales problemas enfrentados por este país. Suiza tiene actualmente entre 15 mil y 20 mil adictos a la heroína y cocaína y de 150 mil a medio millón de adictos a la marihuana y demós drogas menos fuertes, lo cual arroja tambien un alto índice de consumo equiparable al de Italia, España y Alemania.

Aunque el riguroso sistema legislativo suizo contempla la prohibición de consumo de drogas, dado que el numero de drogadictos iba en aumento y que el problema se agudizó con el sida, actualmente y desde hace tres años mas o menos, se está llevando a cabo un debate político con el fin de reformar la legislación. Siendo la realidad más fuerte que el deber del cumplimiento de la norma, Suiza ha debido, mientras tanto, flexibilizar su actitud hacia este problema ya que difícilmente se puede negar la existencia del mismo cuando en algunas de las principales ciudades como Zurich o Berna, los drogadictos se reunen abiertamente en los lugares públicos para inyectarse heroína yo consumir otros estupefacientes.

De ahí que con el mismo animo planificador y organizador, algunos estamentos suizos han optado por adoptar medidas que incluyan la repartición de jeringas nuevas y recolección de las viejas dentro de la comunidad heroinómana, evitando así al máximo el contagio de sida por medio de jeringas, En algunos de los cantones (división administrativa de las regiones de la Confederación Helvética) se le proporciona al drogadicto metadona, reemplazando con esta droga la heroína ya que no debe ser inyectada y trabaja mas largamente en el cuerpo de manera que sólo exige su consumo una vez al día.

Como parte del proceso de elaboración de medidas que conduzcan a la prevención de la drogadicción se efectuan campañas masivas de publicidad a toda la población, a determinados grupos:
homosexuales, drogadictos, etc., y se busca establecer el contacto individual con el enfermo con miras a alcanzar su confianza, buscando a largo plazo su rehabilitación. Para ello ya en algunas partes existen refugios a los que el enfermo puede dirigirse en busca de satisfacer las mínimas condiciones de vida: alimento, ropa y en algunos casos jeringas. Sin embargo, esta práctica no se ha extendido a todo el país todavía y aún que da un largo camino por recorrer para alcanzar la erradicación del consumo de droga y la prevención de la propagación del sida. Es un proceso lento, a veces discreto y que requerira muchos años de medidas y reglamentaciones que conduzcan a la eficaz recuperación del paraíso perdido.-