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CON LA DETENCION DE ORLANDO CASTRO Y SU FAMILIA EN MIAMI, LAS AUTORIDADES VENEZOLANAS SE HAN PUESTO LAS PILAS PARA CACERIA DE OTROS 50 BANQUEROS FUGITIVOS

13 de mayo de 1996

Las autoridades venezolanas se han puesto las pilas para la cacería de otros 50 banqueros fugitivos.Las autoridades venezolanas seguramente sintieron algo de vergüenza al ver que la justicia estadounidense capturó al banquero prófugo Orlando Castro Llanes, de 70 años, a su hijo y su nieto, por el delito de defraudar a los depositantes del Banco Progreso Internacional de Puerto Rico en unos 55 millones de dólares, mientras ellas no fueron capaces de hacer lo mismo por los 900 millones que timó en Venezuela. Todo ello a pesar de que los tribunales venezolanos habían emitido nueve órdenes de captura contra Castro desde que se fugó en diciembre de 1994.Esa detención en el condado de Dade, Florida, ha puesto a temblar a otros 50 banqueros fugitivos, y esa es la línea que maneja el fiscal general de Venezuela, Iván Darío Badell, al revelar a SEMANA que,"los países europeos han ofrecido la mayor cooperación para obtener pruebas y tramitar la extradición", lo que le ha dado luz verde para iniciar la cacería aunque "no están fijos en ningún sitio más de un mes porque para despistar se la pasan viajando por el mundo con todo el dinero que sacaron de aquí". Solo con España, Francia, Italia y Portugal existen tratados de extradición firmados. "Vamos a firmar con todos los países para cerrar el paso o el refugio de los perseguidos de la justicia venezolana".Entre los fugitivos venezolanos más famosos figuran Gustavo Gómez López del Banco Latino; José Bauza del Banco de Venezuela; José Alvarez Sterling del Banco Consolidado, y Fernando Araújo del Banco Metropolitano, el yerno del presidente Rafael Caldera, sobre quienes pesan numerosos cargos, empezando por la "distracción y aprovechamiento fraudulento de fondos públicos", que implica condenas de dos a 10 años de prisión.Entre 1994 y 1995 el gobierno nacionalizó e intervino 19 entidades bancarias quebradas otorgándoles 7.500 millones de dólares con los denominados 'auxilios financieros', lo que no sirvió para solventar la crisis bancaria ni recuperar la confianza pública. La ayuda oficial solo contribuyó a hundir más al país al punto que ahora es cuando se sentirán las consecuencias con las medidas de ajuste anunciadas para este lunes 15 de abril.Aun cuando la pérdida de los 'auxilios financieros' la tenga que pagar la población con las severas medidas, lo que trae mayor amargura es ver que no hay ningún banquero preso en cárcel venezolana. La detención de Castro en Miami ha recordado cuán engañados estaban todos porque fue el único en afirmar 'Aquí estamos y seguiremos aquí' antes de huir con sus 25 maletas.Siendo un simple vendedor de seguros, Castro llegó a Caracas en 1961 procedente de La Habana. Se nacionalizó venezolano y en menos de 30 años levantó un imperio desde su Grupo Latinoamericano de Seguros, que incluye a más de 50 empresas, entre ellas dos bancos , el Progreso y República, varias aseguradoras y financieras, agencias de viajes, clínicas y 40 estaciones de la Radio Cadena Mundial. En el sector internacional tenía los bancos Progreso Internacional de Puerto Rico, el de República Dominicana, el de Panamá y el de Colombia.El implacable fiscal Robert Morgenthau acusó a Castro, a su hijo Orlando y a su nieto Jorge de conspirar para defraudar, además de robo por la cantidad de 55 millones de dólares en la jurisdicción norteamericana. Captaban dineros de venezolanos que se depositaban en el Progreso de Puerto Rico y luego en Nueva York, de donde se transferían a Panamá a través de la agencia española del Banco Atlántico.Pero esto es apenas la primera parte. Los reportajes del New York Times y las denuncias de políticos como Oswaldo Alvarez Paz y Orlando Fernández vinculan el origen de su fortuna con el lavado de narcodólares, en cuantía de 3.000 millones de dólares.