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El sobreviviente

Los 25 años de pontificado de Juan Pablo II marcan un hito en la historia de la Iglesia y en la del mundo actual.

Julio Roncancio
21 de diciembre de 2003

El papa Juan Pablo II es un sobreviviente sin lugar a dudas. El pasado 16 de octubre cumplió 25 años de pontificado, lo cual no es común dentro del ejercicio del ministerio del papado y menos en las actuales condiciones de salud del Santo Padre. La resistencia y la tenacidad que mostró este año comprueban una vez más que estamos ante un hombre sui generis que sobrevivió al horror del nazismo, al rigor del comunismo, a un atentado, a quienes intentan reformar la Iglesia o pronosticaban que no llegaba a sus bodas de plata. Este año fue protagonista de primera línea porque se opuso a la guerra del Golfo Pérsico promocionada por Estados Unidos y, aun en medio de su enfermedad, pidió que las gestiones en Irak se hicieran por las vías del diálogo y la negociación, y buscó para esto el apoyo de muchos líderes religiosos diferentes a los del cristianismo.

Esta verticalidad en la defensa de sus creencias ha sido una constante de este Papa durante su vida religiosa. Fue elegido obispo a los 38 años, en 1958; cardenal a los 48, en 1968; y Papa a los 58, en 1978. Por eso algunos agoreros han hecho cábalas con el número 8 y su relación con la vida del Pontífice polaco. Más allá de la numerología lo que sí es evidente es que el Papa también ha sido un pionero. Fue el primer Papa no italiano en más de cuatro siglos, el primero que procedía de un país con un gobierno comunista, el primero que visitó Cuba, el primero que se atrevió a tener un encuentro con los jóvenes islámicos y el primero que, a la manera del apóstol Pablo, recorrió todo el mundo a su alcance. Ha realizado más de 100 viajes que le han abierto las puertas de los medios de comunicación social, con quienes ha intentado tener una buena relación para difundir el mensaje de Jesús.

No es lo único en lo que el Papa ha mostrado osadía. En mayo de 1995, en la República Checa, tuvo humildad para pedir perdón por los errores de la Iglesia: "Hoy yo, Papa (.) pido perdón por los males causados a los no católicos a lo largo de la historia.". Este es uno de sus temas preferidos. Otro es el de la juventud. Desde sus primeros años de sacerdocio dedicó mucho tiempo a la pastoral con los soñadores de un mundo mejor. Por eso no sorprende que haya creado la Jornada Mundial de la Juventud. Su frase de combate para ellos es: "No tengáis miedo, abrid las puertas al Redentor", palabras sorprendentes en boca de quien fue víctima de un atentado cuyas secuelas son en parte responsables del deterioro de su salud este año.

La celebración de los 25 años son fundamentales porque han estado llenos de vida, de acción, de defender la fe y proponerla. Las bodas de plata de este pontificado convierten a Juan Pablo II en un protagonista de la historia actual, que le ha dado un empuje de renovación y fuerza al mundo católico, y en un sobreviviente del siglo XX.