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EL SUICIDIO DE "MARCIAL"

La muerte de Salvador Cayetano Carpio no tendría gran impacto negativo sobre los rebeldes del FMLN.

30 de mayo de 1983

Cuando la opinión internacional no acababa de reponerse de la sorpresa por el asesinato en Nicaragua de la dirigente guerrillera salvadoreña "Ana María", sobrevino otro suceso que desató no menos estupor: el suicidio, en la noche del 12 de abril, de Salvador Cayetano Carpio, el más alto jefe de la rebelión en El Salvador. De 63 años, Carpio se quitó la vida ante la crisis emocional que le causó la comprobación de que -como lo admitió en un comunicado el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)- uno de sus hombres de confianza había sido el organizador y ejecutor de la muerte de Mélida Anaya Montes, la "Comandante Ana María " y segunda responsable de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), el más fuerte de los cinco grupos que forman el FMLN. (Ver SEMANA del 1925 de abril)
Las FPL señalaron que el crimen fue realizado por Rogelio Bazzaglia Recinos, 28 años, conocido como "Marcelo" quien tras su detención por las autoridades sandinistas confesó haber actuado con la ayuda de otros de su grupo, identificados sólo como Efrén, Francisco, Jacinto, Lola y Roberto.
Las FPL, fundadas por Carpio en abril de 1970, precisaron que con su atentado Marcelo "pretendió resolver un resentimiento y alegadas divergencias ideológicas y políticas" con la Comandante "prestándose con ello a las maniobras diversionistas instigadas por la CIA ".
Para tashington, los dos sucesos sólo fueron el resultado de "uno guerra de pandillas" entre los insurgentes, como dijo Alan Romberg, vocero de la cancillería norteamericana. "Tanto Carpio como Ana María pertenecían a las FPL y uno podría especular que luchas intestinas condujeron a esto", afirmó Romberg, sin dejar de sugerir de paso que el gobierno sandinista tendría velas en ese entierro: "Queda en pie el hecho de que todo esto parece estar ocurriendo en Nicaragua". Otros sectores de menor rango, interpretando oficiosamente a Romberg, afirmaron que Cuba y Nicaragua, habían sido los autores intelectuales de los dos crimenes creyendo que así removerían obstáculos a Nicaragua habían sido los autores insalvadoreño.
Sin embargo, una "creciente lucha sectorial entre los grupos guerrilleros" figuraría entre los principales esfuerzos a ser desarrollados por Estados Unidos en El Salvador, según un documento secreto, presuntamente del Consejo de Seguridad Nacional norteamericano, publicado hace tres semanas por el diario neoyorkino "New York Times". El Departamento de Estado y la Casa Blanca se han negado a confirmar o desmentir la autenticidad del referido documento, que se supone fue redactado en abril del año pasado, según el "New York Times ".
Por otra parte, la unidad de las FPL aparentemente no fue afectada por las dos bajas de sus comandantes, asumiendo sin visibles traumatismos la comandancia de esa organización Salvador Guerra, otro veterano dirigente guerrillero. Cuatro dias más tarde, los guerrilleros del FMLN ocuparon la población de Potónico, en el departamento de Chalatenango y anunciaron que con el inicio de nuevas ofensivas rendirían un homenaje a sus dos líderes caídos.
Conspirador por excelencia, Carpio -quien durante muchos años solo fue conocido bajo el seudónimo de "Marcial" -mantuvo en secreto su protagonismo como jefe guerrillero desde 1970 hasta 1981. En 1947 había ingresado al proscrito Partido Comunista Salvadoreño, convirtiéndose en su secretario general en 1964. No obstante, por diferencias sobre el papel de la lucha armada en su país -tesis que él favorecía contra la línea de ese entonces en dicha agrupación- se retiró en marzo de 1970 para fundar las FPL con solo siete de sus compañeros.
Conocido como "El Ho Chi Minh de centroamérica", su vida fue una secuencia de largas temporadas de destierro, cárcel, torturas y clandestinidad absoluta. En un libro escrito por él, titulado "Secuestro y Capucha" narra una de las torturas a que fue sometido, en los años 50, durante el régimen del coronel Oscar Osorio. "Me detuvieron junto a mi compañera (Tula Alvarenga, quien era dirigente del Sindicato de Bebidas Gaseosas). Intenté huir. Me capturaron. Cuando la policía abría la celda número uno, le dí un beso en lafrente a ella y le dije: "Pórtese como se debe". Ella me respondió: "Lo haré". Tres días después esa joven era torturada en su presencia, tratando de arrancar, sin éxito, confesiones sobre quiénes dirigían las huelgas en El Salvador. A finales de 1953, Carpio sale libre y es llevado por su partido a Guatemala, donde al caer el gobierno de Arbenz se refugia en la embajada argentina. Allí conoce a Ernesto "Che" Guevara, quien todavía no se había ligado a la lucha de Castro en Cuba. Más tarde viajaría por México y la Unión Soviética, China y Vietnam, siempre regresando a su país a reemprender su actividad política.
Educado desde muy joven en seminarios católicos de San Salvador, Carpio optó a los 21 por la actividad de panadero, lanzándose en dicho gremio a la actividad sindical desde 1943, lucha prohibida en esos años por el gobierno de Maximiliano Hernández. Durante su vida dirigió personalmente numerosas huelgas hasta su ingreso en la clandestinidad de 1970.
De su primer matrimonio él tuvo dos hijas. Unas de ellas, Emma Guadalupe, fue muerta por la policia en 1979 cuando participaba en una manifestación en inmediaciones de la embajada de Venezuela en San Salvador.
Fuentes cristianas salvadoreñas que apoyan el proceso revolucionario en ese país, consultadas por SEMANA, explicaron que la muerte de "Marcial", pese a lo doloroso en sí del hecho, podría pardójicamente fortalecer una de las particularidades del proceso salvadoreño: su capacidad para superar rápidamente la pérdida de lideres insurgentes centrales y radicalizar aún más el compromiso de amplios sectores de la población con los esfuerzos militares del FMLN contra el gobierno de Magaña.
A nivel orgánico, incluso podría abrirse paso un intento de centralizar aún más la resistencia salvadoreña, creando una sola fuerza guerrillera bajo el mando de Joaquin Villalobos, en lugar del frente político-militar de 5 sectores que hoy existe. Tal idea, según algunos periodistas norteamericanos en San Salvador, habría sido desestimada por Carpio.