El traficante australiano que se salvó de la cárcel por sus dotes como emprendedor

Durante un juicio en el que se le presentaban cargos a un jóven traficante de drogas, un togado le dijo al acusado que había desarrollado un buen modelo de negocio y, por lo tanto, debería pensar en hacer de su talento una carrera profesional.

Brodie Gary Satterley, de 20 años,  estaba involucrado en una pequeña red de narcotráfico en la cual él administraba un modelo de ganancias en la que cobraba por intereses a deudas de sus clientes y además los aconsejaba en los precios de los productos, en posibles descuentos y devoluciones de su dinero en respuesta a quejas y reclamos.

El traficante que cuando empezó en el negocio tan sólo tenía 18 años, aceptaba cada retroalimentación de sus clientes en orden de mejorar su servicio, brindaba herramientas y promocionaba lo que hacía diciéndole a la gente que vendia un producto de alta calidad. Además, constantemente tenía reuniones estratégicas con la idea de plantear mejoras en su microempresa ilegal.

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Pero el creciente negocio de Satterley se fue al traste descubierto cuando en junio de 2015 se le encontró drogado en un carro parqueado al lado de una carretera. La Policía dio con su carro primero, luego su mercancia y luego rastreando su celular descubrieron su negocio criminal.

La Suprema Corte de Brisbane esuchó en audiencia que el acusado había crecido en una situación de pobreza, en un difícil hogar compuesto por una madre drogadicta y un padre alcohólico. Para Satterley el consumo de drogas era algo habitual dado el ejemplo de sus padres.

Durante la sentencia en la que se le dio 3 años de condena, la juez Ann Lyons leyó una carta escrita por la madre del delincuente en la que afirmaba que Brody nunca había tenido una buena educación y tampoco un buen acompañamiento.

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Aunque estuvo expuesto a violencia intrafamiliar desde que terminó décimo grado trabajó con mucho esfuerzo e incluso uno de sus jefes lo describió como una persona con motivaciones, trabajadora y con gran determinación.

La juez Lyons decidió no enviarlo a la cárcel brindándole una oportunidad que en el pasado no había tenido. Durante la lectura de la sentencia la togada lo alabó recalcando que la forma como había dirigido sus actividades ilícitas indicaba que tenía una capacidad sobresaleinte en el mundo empresarial.

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Al finalizar su intervención Ann Lyons le dijo a Brody: "Obviamente puede desenvolverse muy bien en los negocios porque claramente esuna persona inteligente"

Y le preguntó :"¿Puedo decir qué si hubiera tenido más estudio hubiera tenido una mejor vida?, creo que sí, entonces por favor no vuelva a la Corte de nuevo".