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| Foto: Juan Fernando Images

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Lenín Moreno, el candidato de Correa para mantener el poder en Ecuador

Este martes arranca oficialmente la campaña para las elecciones presidenciales del 19 de febrero, las primeras en una década sin Rafael Correa como candidato.

2 de enero de 2017

Aunque aquellos días parezcan lejanos, Rafael Correa marcó un hito en la historia de Ecuador al poner fin a una época turbulenta marcada por una profunda inestabilidad política y económica. Los tres presidentes anteriores favorecidos en las urnas no habían conseguido terminar su periodo. Cuando fue elegido por primera vez, mantenerse en el poder parecía su mayor reto, pero consiguió consolidarse en un país donde tumbar mandatarios parecía el deporte nacional.

Ahora, casi una década después, se prepara para entregar el testigo. Este martes arrancan oficialmente los menos de dos meses de campaña de cara a las elecciones del próximo 19 de febrero, en las que el mandatario confía en que triunfe su candidato, el ex vicepresidente Lenín Moreno.

La carta del oficialismo

A Moreno, segundo a bordo del gobierno entre 2007 y 2013, lo caracteriza un carácter conciliador, a diferencia del temperamental Correa, como suelen recordar todos los perfiles sobre la carta del movimiento oficialista Alianza País.

El candidato, que se moviliza en silla de ruedas, utilizó la risa y el buen humor como remedio para superar la pérdida de la movilidad en sus piernas a raíz de un disparo que dañó su médula espinal en un asalto hace casi 20 años.

Este administrador público, con estudios de medicina y sicología, fue reconocido por liderar como vicepresidente la misión solidaria Manuela Espejo, el primer diagnóstico de la situación de los discapacitados en Ecuador. Su trabajo incluyó el pago de un subsidio a personas con limitaciones severas, así como la entrega de viviendas y una ley que obliga a las empresas a contratar discapacitados.

Eso lo llevó a desempeñarse desde 2013 en Ginebra como enviado especial del secretario general de la ONU sobre Discapacidad y Accesibilidad, y solo regresó a su país al momento de encabezar la candidatura oficialista.

“En la campaña tratará de diferenciarse para establecer una ‘identidad’ propia, pero en el gobierno seguramente será muy similar. Le resultará muy difícil desprenderse de la tutela de Rafael Correa y, si intenta hacerlo, se convertirá en un presidente muy debilitado”, le dijo a Semana.com Simón Pachano, analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). 

La incertidumbre económica

Correa, que cuando llegó al poder evitó jurar sobre una constitución que sabía moribunda, prometió “refundar” Ecuador, y en gran medida lo consiguió después de sacar adelante una nueva carta magna. Tras su llegada al poder la economía creció y su gobierno generó importantes obras públicas y proyectos de infraestructura, como plantas hidroeléctricas.

Pero gobernó con una inmejorable situación económica hasta mediados de 2014 cuando el precio del petróleo, el principal producto de exportación ecuatoriano, se desplomó.

"El que no esté Correa como candidato en estas elecciones las torna más competitivas y desperfila un poco la polarización gobierno versus oposición. Sin duda, la crisis económica es el tema que más enfatiza la oposición", le dijo a la agencia AFP el politólogo Gustavo Ayala.

Moreno cuenta con una sólida base electoral y tiene el aval de los indudables progresos en materia económica y social registrados en la década de gobierno de Correa, el más largo y estable de la historia reciente de Ecuador.

Sin embargo, a su reto de sustituir al todopoderoso mandatario se le suma el hecho de que deberá liderar la única campaña presidencial que disputará el correísmo en época de vacas flacas. Debido a la prolongada caída del precio del petróleo, el pequeño miembro de la OPEP encadena cuatro trimestres consecutivos de decrecimiento y la previsión es que el PIB se contraiga un 1,7% en 2016.

Este es el escenario frente al que ocho candidatos buscan la presidencia y casi 13 millones de ecuatorianos tienen obligación legal de votar.

Hasta ahora las encuestas dan ventaja al ex vicepresidente, con una intención de voto de entre 28% y 36%, según distintos sondeos.

Sin embargo, el oficialismo aún no tiene la victoria asegurada, en particular después de escándalos de corrupción que han dañado la reputación del gobierno. "Eso va a producir un voto de castigo que le afectará", dijo a la agencia The Associated Press Gabriela Falconí, catedrática y consultora de comunicación política de la Universidad San Francisco.

Los otros candidatos

En segundo lugar de la carrera presidencial está el exbanquero y candidato de derecha Guillermo Lasso, a quien Correa derrotó en las últimas presidenciales. Lasso no ha dejado de hacer campaña, pero su candidatura parece estar estancada y no rebasa el 25% de intención de voto.

Les siguen Cynthia Viteri, candidata de derecha, y Paco Moncayo, un general retirado y socialdemócrata. Tras ellos hay cuatro postulantes más que no superan 3% de intención de voto.

Las principales encuestas señalan que Moreno no lo tendrá nada fácil para hacerse con el 40% de los sufragios y una diferencia de 10 puntos con el segundo más votado necesarios para ganar los comicios en primera vuelta, como hizo Correa en 2009 y en 2013, cuando arrasó con sus contendientes. Prácticamente todos los candidatos opositores dan por segura una segunda vuelta, que sería el 2 de abril.

*Con información de AFP y AP