Debate Clinton-Trump: para ambos, un desafío sin precedentes

En la década pasada comenzó una gran transformación en la industria marítima y portuaria. El crecimiento vertiginoso de los buques portacontenedores impulsó en buena parte este cambio. Naves con un tamaño máximo de 6.000 TEU de capacidad, dieron paso a otras de 20.000 TEU y más. Su llegada obligó a los puertos de todo el mundo a invertir grandes cantidades de dinero en nuevos equipos e infraestructuras y de esta manera actualizar y modernizar sus terminales.

El sector a nivel global vive una carrera por no caer en la obsolescencia, y la Organización Puerto de Cartagena, participa activamente, al mantener su objetivo de convertirse en la gran referencia de la industria en la región. Para satisfacer las necesidades de estas nuevas y enormes naves, y estar a la par de los grandes puertos del planeta, formuló un plan maestro de desarrollo que contempló obras de dragado, construcción de muelles, desarrollo de áreas de almacenamiento de contenedores, centros de distribución, implementación de tecnologías de información y telecomunicaciones, y adquisición de equipos de última tecnología, entre otras.

Una de las transformaciones más importantes de este plan maestro era repotenciar el Muelle 7, construido en los años setenta. La intervención de la estructura, compuesta por una placa de concreto de 35 centímetros de espesor y soportada con pilotes verticales e inclinados, era un desafío de ingeniería. Extraer los pilotes, demoler la viga de borde, para posterioremente fundir una nueva viga, representaba un reto muy complejo; más, teniendo en cuenta el cuidado ambiental que requerían y que no se podía detener la operación portuaria en los muelles adyacentes.

En 2014 se contrató el diseño de la nueva estructura, estudiado y revisado por nuestros ingenieros, quienes aportaron su experiencia en este tipo de obras de infraestructura portuaria. En enero de 2016 se inició la ejecución del proyecto con el retiro de las bitas de amarre y las defensas de protección del muelle, para posteriormente demoler la viga de borde, retirar y reemplazar los antiguos pilotes, instalar tablestacas, reconstruir la viga de borde y, por último, ubicar conectores mecánicos y varillas ancladas para conectar la nueva estructura a la existente. El proyecto estuvo listo en tiempo récord, en diciembre del mismo año.

premio al esfuerzo

Durante la obra se utilizaron novedosos sistemas y equipos. Por ejemplo, la viga de borde se cortó con hilo diamantado, así se evitó contaminar el cuerpo de agua. De otro lado se contó con un equipo extractor vibratorio de pilotes, compuesto por una camisa metálica con sistema de inyección de agua y aire y cuatro cuñas móviles, estas, al llegar al fondo, se cerraban y atrapaban el pilote dentro de la estructura y permitían su extracción total. Así mismo, se contó con una estación meteorológica portátil que medía la velocidad del viento, la temperatura ambiente y la humedad relativa; además se hizo uso de barreras de viento, aditivos especiales y pulverizadores de agua que garantizaron un buen proceso de fraguado del concreto. Finalmente, se realizó el alineamiento vertical y horizontal de los rieles de las grúas pórtico, y se recuperó la vía interna de circulación de camiones en el muelle mediante la demolición, nivelación y reconstrucción de las losas de pavimento.

Durante las fases del proyecto los ingenieros colombianos hallaron soluciones técnicas a los grandes desafíos de la obra. Su capacidad y conocimiento hicieron que la repotenciación del Muelle 7 fuera un éxito y un ejemplo a seguir. El pasado 30 de mayo, durante la celebración de los 130 años de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, se le otorgó el Premio Nacional de Ingeniería a la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena (SPRC) por este proyecto; que sin duda tendrá un impacto positivo en el desarrollo económico y la competitividad de nuestro país.