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El chavismo ganó 20 de las 23 gobernaciones. | Foto: EFE

COMICIOS

Elecciones regionales: Venezuela es roja

Un marcado abstencionismo, el derroche de recursos estatales y un voto solidario por la salud de Chávez contribuyeron al triunfo del PSUV.

17 de diciembre de 2012

Desde hace varios años cualquier explicación política sobre la popularidad o el crecimiento de la revolución socialista bolivariana tiene una sola explicación: Hugo Chávez Frías. Y esta vez no fue tan diferente. A pesar de que hubo otros factores que influyeron en los resultados de los comicios regionales, las elecciones para escoger gobernadores en los 23 estados de Venezuela terminaron otra vez convertidas en un referendo sobre el apoyo o no al presidente Chávez.

El chavismo hizo una jugada maestra a ocho días de elecciones. Y suena feo decir que jugaron políticamente con la salud del mandatario con fines electoreros, pero así fue. Luego de revelar que el cáncer había regresado, a través de una cadena por televisión, rodeado de sus ministros, el presidente partió a Cuba a una operación.
 
El presidente venezolano no ha vuelto a aparecer, ni se le ha escuchado la voz, pero todos los días desde el anuncio de su enfermedad, los ministros de su gobierno han dado partes de su estado salud y le han pedido al país lealtad con el comandante en estos momentos difíciles. Incluso el domingo pasado, día de elecciones, el vicepresidente Nicolás Maduro, apareció en medios afirmando que los venezolanos no podían defraudar a Chávez. Su intervención fue denunciada como proselitismo político a favor de los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por el rector del Consejo Nacional Electoral, Vicente Díaz, quien ordenó suspender la rueda de prensa.

La semana pasada, justo en medio de los cierres de campaña de candidatos, aparecieron vallas en donde se podían rezar mensajes como “Ahora más que nunca” y tweets de este tenor: “El mejor regalo para Chávez es que votes por tal candidato”. Los mismos candidatos del PSUV, centraron sus discursos finales en la voluntad del comandante y en reforzar la idea de que estas elecciones no era para que ellos salieran elegidos, sino que eran algo así como una 'prueba de amor' al comandante.
 
Elías Jaua, candidato a la gobernación de Miranda incluso dijo en su discurso final de campaña que Chávez había soñado que él sería el próximo gobernador del estado Miranda, y que él iba a cumplir la premonición del presidente. Anoche, al conocerse los resultados de la mayoría de las gobernaciones, varios de los candidatos le dedicaron su triunfo al comandante, quien en anteriores elecciones hacía campaña hombro a hombro con los candidatos.

Al jugar la carta de la emocionalidad, o la 'misión lástima', el chavismo logró sacudir una campaña deslucida, en donde no se respiraba el fervor electoral que hubo en las elecciones del 7 de octubre, en las que el presidente venció en las urnas a Henrique Capriles, el candidato de la Mesa de Unidad (MUD). Después de una campaña tan intensa, el desgaste era natural entre los venezolanos. Si a eso se suma la fecha en que fueron celebrados los comicios, a escasos días de navidad y en período de vacaciones, era de esperarse una participación baja. Sin embargo, aún falta ver si el abstencionismo, del 54 por ciento, afectó principalmente la participación únicamente de electores de tendencia opositora, que al parecer no se han recuperado aún de la derrota del 7 de octubre, o si afectó en general toda la participación.

Aunque hubiera baja participación en ambos bandos, el abstencionismo tiende a favorecer al chavismo. El PSUV, el partido de gobierno, tiene una maquinaria electoral contra la que no puede competir la oposición. En días pasados varios de los candidatos inauguraron obras de gobierno, como puentes o estaciones de metro, así no hubieran tenido que ver en su construcción.
 
El partido de gobierno también activó la 'misión agarren', como lo llaman en chiste. Días antes de las elecciones repartieron prebendas como electrodomésticos, como fue denunciado ante las ONG, como Transparencia Venezuela, y a través de redes sociales donde circularon las fotos. En horas de la tarde, en algunos lugares, activaron su famosa 'operación remolque', en dónde recogieron a quienes aún no habían sufragado para que acudieran a los puestos de votación.

Esta operación pudo haber sido decisiva en algunos estados donde los candidatos de los partidos de gobierno ganaron por un estrecho margen, como fue el caso del estado Bolívar, cuyos resultados oficiales se vinieron a conocer anoche, pasadas las 11 pm. En el primer boletín, con el 98,42 por ciento de las mesas escrutadas, Andrés Velásquez de la MUD se perfilaba como el ganador, por encima del gobernador Francisco Rangel Gómez. Pero en el segundo boletín el panorama cambió y Rangel Gómez sacó 43,57 por ciento sobre Velásquez con 43,34 por ciento.

Ante el anuncio, Velásquez se negó a reconocer las elecciones y dijo que con actas en mano iba a impugnar los resultados. El presidente de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, también dijo que la oposición no reconocía los resultados en los estados de Zulia, Carabobo, Nueva Esparta y Táchira, y que iban a revisar una por una de las actas. En estos cuatro estados, sin embargo, hay más de 5 puntos de diferencia entre los resultados.

Otro factor clave que pudo haber tenido un peso importante en estas elecciones, y en el cual Chávez es nuevamente la figura central, es que las gobernaciones en cabeza de gobernadores opositores no reciben tantos recursos por parte del gobierno central, lo cual limita su gestión. En ese sentido, y fue una de las ideas más repetitivas en campaña, quien no está con Chávez estará contra Chávez, y todo el pueblo será castigado porque no habrá con qué reparar las vías, mejorar los programas estadales, la seguridad, etc.
 
Estados como el Zulia, y Táchira, ambos fronterizos con Colombia y en donde la oposición había tenido amplio apoyo en los últimos años, terminaron enfrentados al gobierno nacional hace unos meses, cuando éste ordenó implementar un chip de la gasolina para evitar que los carros puedan hacer dobles compras de gasolina, y evitar así el contrabando. Habrá que ver si esto pudo haber afectado la elección, porque en ambos estados, la oposición perdió.

Lealtad castrense vs. continuismo desgastado

Con la excepción de los estados Miranda, Lara y Amazonas, el mapa de Venezuela luce hoy rojo, rojito. Entre los gobernadores electos del chavismo hay 11 militares, varios de ellos del grupo de golpistas cercanos a Chávez, como Francisco Arias Cárdenas, Filmar Castro Soteldo, Francisco Ameliach y Vielma Mora. También hay 4 mujeres, la cifra más alta de gobernadoras en la historia del país.

Entre los 'flamantes' gobernadores del partido rojo, como fueron tildados el domingo por las toldas chavistas, están también varios exministros, como el general Henry Rangel Silva, Carlos Mata Figueroa, Ramón Carrizález y Jorge Luis García Carneiro (los cuatro ocuparon la certera de Defensa en algún momento) y Tareck El Aissami y Ramón Rodríguez Chacín quienes fungieron de ministros del Interior y de Justicia, y un exministro de la Secretaría de la Presidencia, Francisco Rangel Gómez.

El vicepresidente, Nicolás Maduro, rodeado de los ministros en el comando Carabobo, sede de coordinación del partido de gobierno, felicitó a cada uno de los gobernadores electos y celebraron lo que en el chavismo llaman "la victoria perfecta". Si bien no lograron ganar en todo el país, es un triunfo contundente haberlo hecho en 20 estados, y haberle arrebatado a la oposición cuatro de las plazas que ésta había ganado en 2008.

Muchos de los candidatos opositores, sin embargo, no necesariamente representaban esa nueva política que representa Henrique Capriles, sino más bien el continuismo y los clanes políticos regionales a los que no les faltan cuestionamientos de corrupción y eficacia en la gestión. Entre ellos está el gobernador Pablo Pérez en el Zulia, heredero del caudal político de Manuel Rosales, que buscaba la reelección. También querían quedarse en el poder otros cuatro años el gobernador Morel Rodríguez, que ya lleva 14 años en Nueva Esparta y Henrique Salas Feo, cuya familia ha gobernado desde hace dos décadas en Carabobo.

Con la mayoría de las gobernaciones consolidadas y en cabeza de personas muy cercanas al presidente, el chavismo podría implementar sin mayores resistencias su profundización del estado Comunal, en donde las gobernaciones pierden peso e importancia frente a los Consejos Comunales, que pasarían a ser el brazo local directo del presidente. Aunque queda la duda, dadas las condiciones de salud del mandatario, si esta nueva etapa de la revolución socialista bolivariana sería comandada por él directamente.

En todo caso, para el PSUV fue fundamental que el poder regional le jurara lealtad al mandatario, al menos por cuatro años más. Esto ayudaría a Nicolás Maduro, ante una eventual contienda electoral si Chávez no puede asumir el 10 de enero.

Con Chávez o sin Chávez, por el momento, y a pesar de las estrategias que el gobierno utilizó en esta campaña, Venezuela es hoy mayoritariamente roja.