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El presidente Hugo Chávez podrá legislar por decreto prácticamente hasta la víspera de las elecciones presidenciales de 2012.

VENEZUELA

Embestida dictatorial

El paquete de leyes, algunas escandalosas, aprobadas por la Asamblea chavista a días de terminar su periodo pone en manos del Presidente un poder ilimitado y demuestra que a Chávez poco le importa la voluntad popular.

25 de diciembre de 2010

El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha demostrado varias veces que la derrota lo enferma y que no acepta por nada del mundo perder un certamen electoral. Cada vez que ha sido vencido en las urnas busca atajos y artimañas legales para salirse con la suya, y lo logra, pues como él mismo ha manifestado, su proyecto revolucionario marxista es prioritario. Sin embargo, a pesar de que los venezolanos creían haberlo visto todo, están sorprendidos y angustiados con la embestida con la que está despidiendo el año que termina.

Hace unos días, la saliente Asamblea Nacional obedeció su orden de otorgarle poderes especiales con el pretexto de atender la emergencia de las lluvias, que dejó 40 muertos y más de 130.000 damnificados. El Congreso le dio a Chávez el regalo navideño de aprobar una ley habilitante no por un año, como había solicitado, sino por 18 meses, un lapso que le cae como anillo al dedo porque podrá tomar medidas por sí y ante sí hasta las vísperas de las elecciones presidenciales de 2012.

La tragedia invernal no parece más que una excusa para gobernar por decreto en aquellas áreas en las que todavía no ha radicalizado su revolución. La habilitante, así como las 16 leyes que la Asamblea aprobó por vía expresa en las últimas dos semanas, evidencian cómo Chávez se ha empecinado en reforzar un proyecto rechazado por mayoría ya en dos ocasiones. La primera, tras perder el referéndum de 2007, cuando Chávez lanzó dos meses después un nuevo certamen de dudosa constitucionalidad para insistir en la reelección permanente, y triunfó. Y la segunda ahora, como reacción a su derrota en las legislativas del 26 de septiembre pasado. En estas la oposición logró 67 escaños, suficientes para romper la mayoría calificada, a pesar de que el gobierno había manipulado los nuevos circuitos electorales, lo que le permitió, con menos de la mitad de los votos, conseguir 98 de los 165 escaños.

Ese resultado habría cambiado el panorama a partir de enero, por lo que Chávez tenía que actuar de nuevo. Y lo hizo sin pudor alguno.

Paquetazo cubano

Las nuevas leyes aprobadas en tiempo récord han sido bautizadas en el argot popular como "el paquetazo cubano". La ley habilitante de la semana pasada es la cuarta que se le otorga en sus 11 años de gestión (la obtuvo en 1999, 2001 y 2007). Faculta al Presidente para emitir decretos en finanzas, infraestructura y vivienda, seguridad, defensa nacional, sistema socioeconómico, cooperación internacional, uso de tierras urbanas y rurales y ordenación territorial.

La lista de leyes que conforman el "paquetazo" es larga, pero las más polémicas hasta el momento son las reformas a la Ley de Responsabilidad en Radio y Televisión (se extendieron a Internet prohibiciones a mensajes "contra la moral, que fomenten zozobra en la ciudadanía o alteren el orden público") y a la de Telecomunicaciones (ahora es un servicio público controlado desde el Estado); la Ley de Comunas (crea un Parlamento paralelo); la Ley de Economía Comunal (resucita el trueque para sustituir la moneda); la Ley de Bancos (nacionalización del sector); la Ley de Partidos Políticos (inhabilitarán a los diputados que critiquen la gestión de su partido o que se cambien de bancada); la Ley de Regulación de Poderes Estatales y Municipales (modifica competencias de gobernaciones y alcaldías); la Ley de Universidades (el gobierno controlará las instituciones autónomas e instaurará la educación socialista en universidades) y la Ley de Protección de la Soberanía Política (prohíbe a los partidos y ONG recibir recursos del exterior).

Como si eso fuera poco, la agenda 'exprés' del Parlamento incluyó designar a nueve magistrados del Tribunal Supremo, todos fieles al chavismo o miembros del oficialista Psuv, para un periodo de 12 años y 32 suplentes para seis años.

Dictadura en democracia

Analistas, académicos, líderes opositores y activistas de derechos humanos asumen estas leyes como la imposición de un modelo radical con tintes dictatoriales. "Es un golpe de Estado desde el Estado" que tiene como objetivo castrar a la próxima Asamblea, asegura Teodoro Petkoff, una de las voces más lúcidas de la oposición. El también director del diario Tal Cual, quien hasta el momento había sido cuidadoso de no etiquetar el gobierno de Chávez como dictatorial, ya lo dice con todas sus letras en su editorial: "Eso fue lo que hizo Adolfo Hitler. El 24 de marzo de 1933, el Reichstag, el Parlamento alemán, le otorgó poderes especiales por tiempo indefinido y para legislar sobre cualquier materia. El Reichstag no se reunió más nunca; de allí en adelante, Hitler gobernó dictatorialmente. Con este atropello constitucional, más las reformas a las leyes de Telecomunicaciones y Resorte, y el proyecto que se ha anunciado sobre la Ley de Universidades, Chávez ha comenzado a recorrer, ahora sí, el camino de la dictadura. ¿Se lo va a calar el país?".

El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar, Hebert Koenecke, prefiere usar el término "democradura" para describir lo que está sucediendo, en el que se mezcla la democracia con medidas autoritarias. En Venezuela, explica Koenecke a SEMANA, si bien todavía hay elecciones, se están suprimiendo las libertades y se violan normas constitucionales con leyes como la habilitante. "El Presidente pretende el control total sobre todos los poderes. Estamos viviendo un retroceso democrático y vamos hacia un personalismo exacerbado. Chávez tiene entre ceja y ceja buscar el apoyo popular con miras a reelegirse en 2012. Quiere ser el sucesor de Fidel Castro", añade.

Cada vez está más claro, al menos para la analista política e internacionalista María Teresa Romero, que el país se está encaminando hacia un "neocomunismo". "Chávez ya venía desconociendo la voluntad del pueblo, pero el paso que dio con esta habilitante es un autogolpe. No solo es el contenido de estas nuevas leyes, sino cómo fueron aprobadas en una semana por un Congreso que está feneciendo. Eso es típico de las dictaduras revolucionarias", dijo a SEMANA.

Para los analistas, la raíz de medidas populistas como la de expropiar estacionamientos o fincas para ubicar a los damnificados es la desesperación por remontar su carisma y recapturar votos para las presidenciales. La popularidad de Chávez, que solía estar por encima de la mitad, ronda el 40 por ciento según las encuestas. Lo que sí se mantiene alto, en más de 90 por ciento, es el porcentaje de venezolanos que rechazan el modelo cubano.

"Chávez está desesperado porque está perdiendo apoyo e influencia en los venezolanos", ha dicho el diputado de Podemos Ismael García, quien se distanció del chavismo a raíz del referéndum de 2007. "Es un mal perdedor y está utilizando todos los mecanismos para imponer una izquierda radical permanente en el poder", concluye Romero.

El gran interrogante es cómo van a reaccionar los distintos sectores afectados, el año que entra, luego de digerir esta avalancha de leyes y de calmar la resaca navideña. Los dueños de las fincas expropiadas en el sur del Lago de Maracaibo, algunos sindicatos de trabajadores, los estudiantes y los profesores universitarios protestaron las medidas, pero las fiestas decembrinas están aplacando las manifestaciones.

Los analistas vislumbran un 2011 de confrontación y desacato a las nuevas leyes, en un contexto en que aún quedan por resolver problemas como una inflación de casi 30 por ciento, la inseguridad y delincuencia galopante, el desempleo y las fallas de vivienda que quedaron expuestas con las inundaciones. Porque todo indica que en Venezuela el verdadero desastre está por venir.