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Polémica

Los problemas de la empresa de armas SIG Sauer

Alemania suspende exportaciones de esta compañía por presunta venta ilegal de armas a Colombia.

13 de julio de 2014


La Oficina Alemana de Control de Exportaciones suspendió el trámite de todas las solicitudes de licencias de exportación de la empresa armamentista SIG Sauer, sospechosa de haber vendido ilegalmente pistolas a Colombia.

Según informaron varios medios regionales alemanes y del diario "Südduetsche Zeitung", la medida se adoptó a comienzos de julio, después de que apareciesen informaciones de que pistolas fabricadas por la empresa estaban en posesión de la Policía colombiana.

En Alemania, toda exportación de armas al extranjero requiere de una licencia que normalmente no se otorga cuando la venta se quiere realizar a países que tienen conflictos internos.

Oficialmente, las pistolas vendidas a Colombia fueron vendidas por la filial de la empresa en EEUU pero, al ser de fabricación alemana, requerían de la licencia que no se solicitó nunca

Esta es la historia

El 28 de mayo pasado, el diario muniqués Süddeutsche Zeitung publicó un reportaje exclusivo en el que se denuncia el hallazgo de una pistola SP2022 en manos de un joven policía colombiano.

¿Caso aislado? Para nada. Periodistas investigativos de varios medios germanos aseguran que el estamento militar estadounidense pertrechó a las fuerzas de seguridad colombianas con más de 100.000 pistolas de ese tipo.

La SP2022 es producida por Sig Sauer, una empresa con sede en Eckernförde, Schleswig-Holstein, que figura entre los proveedores de armamento policial y militar más importantes del mundo. Y la Oficina Federal de Economía y Control de Exportaciones (BAFA) prohíbe que las pistolas fabricadas en Alemania sean exportadas a países afligidos por conflictos armados internos, excesos en la aplicación de medidas represivas o violaciones recurrentes de los derechos humanos, una categoría en la que Colombia se halla desde hace muchos años.

En términos estrictamente legales, el caso no sería tan espinoso si las pistolas enviadas a Colombia hubieran sido fabricadas en Estados Unidos; los propietarios de Sig Sauer, Michael Lüke y Thomas Ortmeier, podrían haber autorizado esa producción mediante la emisión de licencias especiales.

Pero fotografías y videos obtenidos por el diario alemán y la cadena de televisión pública de ese mismo país ZDF demuestran que en el arsenal que llegó a territorio colombiano había armas innegablemente “made in Germany”.

Acusación “muy grave”

A juicio de Volkmar Kabisch y Frederik Obermaier, autores del reportaje de Süddeutsche Zeitung, “las autoridades estadounidenses violaron el derecho alemán, consciente o inconscientemente”.

El Ministerio de Economía y Energía se pronunció sobre la acusación y la calificó de “muy grave”. “Antes de concluir que empresas o instancias estatales estadounidenses incurrieron en comportamientos erróneos, es necesario que lo ocurrido se investigue a fondo”, informó un vocero.

La pistola descrita en el reportaje –con todo y número de serie: SP0238567– fue fabricada en Alemania en el 2010 y apareció pocos meses después en Colombia. La BAFA declaró que en ese período no se emitió “ninguna autorización para la exportación de ese tipo de armas hacia Colombia”.

Kabisch y Obermaier sostuvieron que Sig Sauer envió millares de pistolas a Estados Unidos entre los años 2009 y 2011, pero enfatizaron que la BAFA aprobó esa exportación porque Washington firmó el respectivo “certificado de destino final”, asegurando que las controvertidas armas no saldrían de ese país.

Los militares estadounidenses recibieron las SP2022, pero todo parece indicar que estos compartieron muchas de esas pistolas con las fuerzas de seguridad colombianas sin pedirle a Alemania que autorizara esa “reexportación”.

¿Sanción para Estados Unidos?

De confirmarse la infracción, ¿qué consecuencias debe temer Estados Unidos como importador de armas alemanas?

“A Washington se le reprochará que sus Fuerzas Armadas obraron mal y los estadounidenses podrán alegar que ni siquiera sabían que ese traspaso de armas había tenido lugar. No obstante, el hecho de que las autoridades estadounidenses no supieran que las armas alemanas pasaron de sus depósitos a los de las fuerzas de seguridad colombianas no los exime de responsabilidades”, explicó en su momento la politóloga Angelika Rettberg.

“Después de todo, hasta las empresas pequeñas están obligadas a cerciorarse de que sus productos no causen perjuicios en los países que los importan”, agregó.

A juicio de los reporteros investigadores esta falta puede salirle cara a Estados Unidos. Y por el lado de la empresa alemana ya se comenzaron a ver las consecuencias.

Con información de EFE y Deutsche Welle