En la búsqueda de María del Pilar y Luis Eduardo

Los esfuerzos de búsqueda y rescate se centran en un gimnasio de Seyne-les-Alpes, uno de los pueblos más cercanos al lugar de la tragedia, a no más de 10 kilómetros del accidente.

Nada permite sospechar que allí haya un Airbus. Apenas se ven diminutos restos, del tamaño de un televisor, los mayores como la carrocería de coche, ni rastro del gran tamaño de un avión.

Los helicópteros no paran de despegar desde un terreno habilitado en las afueras de Seyne-les-Alpes. Tardan sólo unos cinco minutos en alcanzar la devastación.

Aunque es prioritario encontrar la segunda caja negra, los investigadores se preparan para comenzar a identificar sobre el terreno los restos humanos.

La peligrosa operación para recuperar los cuerpos de 150 personas que iban a bordo, entre ellas dos colombianos, se reanudó este miércoles por la mañana.

La tragedia del vuelo 4U 9525 de Germanwings siniestrado este martes en los Alpes franceses enlutó nuevamente a Colombia. No hace menos de una semana el país lamentaba la muerte de otros dos connacionales durante un violento ataque armado en un museo de Túnez.

Mientras los investigadores despejan el manto de dudas que cubre el siniestro del avión e identifican la decena de cuerpos, el país reconstruye y enaltece las prometedoras vidas de dos colombianos que fallecieron en el trágico accidente.

María del Pilar Tejada, de 33 años, viajaba de Barcelona a Alemania, donde cursaba un doctorado en Investigación para el Desarrollo en la Universidad de Bonn. Mientras, Luis Eduardo Medrano, un arquitecto payanés de 36 años, se había radicado desde el 2009 en Bata Litoral, Guinea Ecuatorial (África), donde se dedicaba a interventoría y consultoría.

Ambos, ejemplos de superación. De ella se sabe que se encontraba en la ciudad de Bonn terminando su doctorado. Era egresada de la Universidad Nacional. Además había sido becaria de JICA y la Fundación Carolina por excelencia laboral y académica.

En Bonn se encontraba escalando un peldaño más de su prometedora carrera profesional. Por más de cinco años se había dedicado al desarrollo territorial, al sector del agua potable y al saneamiento básico. 

El joven arquitecto Luis Eduardo Medrano Aragón se convirtió en la segunda víctima colombiana que pereció en la tragedia aérea que hoy enluta a toda Europa y que deja un saldo de 150 personas muertas.

Oriundo de Cauca, donde se había graduado como arquitecto de la Fundación Universitaria de Popayán (FUP). Hace menos de cinco meses la institución había publicado una entrevista del egresado, destacándolo, al igual que María del Pilar, por su trayectoria profesional y personal.

"Fue difícil adaptarme a una cultura que es totalmente diferente a la nuestra. Hay cosas que se extrañan como la comida, los amigos, pero nada se compara como extrañar a tu familia; ahora los medios tecnológicos te acercan mucho, pero no es suficiente como el compartir con las personas que tú quieres", relató el joven durante la entrevista que nuevamente divulgó la institución.

Nadie en el valle del Ubaye recuerda haber ido al lugar en donde los investigadores intentan identificar sus cuerpos. Se trata de un espeso terreno de difícil acceso, ajeno a la multitud de caminos que jalonan esta turística zona del sur de los Alpes franceses, muy apreciada por los amantes del senderismo.

"A pie es prácticamente imposible llegar", sostiene el guardabosques Gilbert Aldi en conversación con la Agencia EFE. Conoce bien el lugar, pero confiesa que "hasta ahí arriba, andando, es una locura subir".

El terreno es "duro, negro, como una roca, la pendiente es pronunciada y andar sobre ese terreno es muy complicado. Además ha llovido y está resbaladizo", señala este experimentado agente de la Brigada de Protección de los Montes.

Los oriundos de las poblaciones vecinas como Seyne-les-Alpes y Le Vernet conocen algunos senderos que llevan hasta el sitio, pero confiesan que pocas o ninguna vez los han tomado.

Pero sí se puede llegar. Hay que atravesar un terreno boscoso, caminar siete horas y subir una dura pendiente escarpada. Es casi como hacer escalada.

Al final se llega a una auténtica pared, que es donde se estrelló el avión hasta prácticamente desintegrarse.

Allí, entre los escombros, los equipos de rescate intentan identificar los restos de las 150 personas que como María del Pilar Tejada Ocampo y Luis Eduardo Medrano Aragón fallecieron en el siniestro del avión que cubría la ruta Barcelona-Dusseldorf (Alemania), al tiempo que el país lamenta las muertes de otros dos colombianos en hechos trágicos fuera del país.

El peor accidente en 30 años

Esta catástrofe aérea, que ha suscitado un fuerte impacto en Europa, es la peor registrada en suelo francés en más de 30 años.

En España, el Gobierno ha decretado tres días de luto nacional. Los reyes Felipe VI y Letizia anularon la visita de Estado que habían iniciado pocas horas antes a Francia.

Entre las víctimas figuran 67 alemanes que viajaban en el avión, entre ellos dos bebés y 16 adolescentes de Haltern (noroeste de Alemania) que junto con dos profesoras regresaban de un intercambio escolar en España.

Había 45 personas con apellidos hispanos, según la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría.

Entre ellos, dos colombianos, dos argentinos y "habría" tres mexicanos, según la Cancillería de este país.

A ellos se suman dos australianos y al menos un belga.

Entre las víctimas se encuentran también dos cantantes de ópera de Düsseldorf, el bajo-barítono Oleg Bryjak, de 54 años, y la contralto Maria Radner, de 33, que viajaba junto con su marido y su bebé.

En Seyne-les-Alpes, donde se espera la llegada de familiares de las víctimas, se ha instalado una capilla ardiente.

La noche fue tranquila en el local asociativo de la comuna transformado en lugar de recogimiento, frecuentado sólo por un puñado de periodistas japoneses y chinos, constató un periodista de la AFP.

El teniente coronel Jean-Marc Ménichini, de la Gendarmería, dijo que una treintena de investigadores y médicos forenses serán movilizados en los helicópteros para la búsqueda.

Esta tarea "va a tomar al menos una semana", advirtió.

"El acceso al terreno es muy complicado (...) Es una zona muy montañosa, muy empinada y es muy difícil llegar ahí en invierno, salvo por aire", explicó Francoise Pie, residente en la zona.

Una célula de emergencia médico-psicológica se ha establecido en el hospital de Digne-les-Bains y otra estará operativa en Seyne-les-Alpes a partir de las 9:00 horas. Habrá intérpretes de español y de alemán.

*Con información de EFE y AFP