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EN LA OLLA

Conmoción nacional en Estados Unidos ante arresto por drogas del alcalde de Washington.

19 de febrero de 1990

"!Me entregaste!", gritó el alcalde de Washington, Marion Barry, cuando los agentes del FBI irrumpieron, en la noche del jueves, en la habitación 727 del Vista International Hotel de esa ciudad, a pocas cuadras de la Casa Blanca. Marion Barry estaba a dos dias de anunciar que se presentaría en las elecciones para un nuevo período de la alcaldía de la ciudad que había gobernado durante 11 años. Pero su arresto infraganti bajo cargos de posesión y consumo de cocaína se convirtió en el final de la carrera política de quien fuera considerado en 1978, cuando fue elegido para el cargo por primera vez, como la alternativa negra para la nominación demócrata a la vicepresidencia del país.

Aunque los agentes que llevaron a cabo el operativo lo negaron inicialmente, el fiscal Jay B. Stephens confirmó que todo había sido trampa urdida por el FBI con el propósito de atrapar a Barry con las manos en la masa. La persona que condujo a la habitación del hotel fue Rasheeda Moore, una ex modelo de 39 años que fue descrita como una antigua amante del alcalde. La mujer, que hoy en día reside en California, fue traida especialmente a Washington para el efecto y registrada en el hotel con tres pequeños niños, que a la hora del operativo eran cuidados por otros agentes federales.

En este caso, sin embargo, la cuestión ética que siempre se arguye contra esas trampas pareció perder importancia. El alcalde estaba "predispuesto a cometer el delito", dijo Stephens, y ello pareció confirmarse por la cinta de video que los federales tomaron secretamente antes del arresto, que muestra a Barry no sólo comprando los cristales de crack, sino fumandolos en una pipa especial. El proceso contra Barry podría significarle una sentencia de un año de carcel y hasta US$5.000 en multas, pero trascendió que la operación de la semana pasada era apenas parte de una de mayor envergadura destinada a combatir la corrupción en la capital de los Estados Unidos. Ello implica que podría haber otros cargos contra Barry, quien después de ser liberado sin fianza por la juez Deborah Robin son "entrego" las funciones de alcalde al administrador municipal Carol Thompson, en espera de una renuncia formal, que podría producirse en los próximos días.

Lo que más ha impresionado a la opinión publica norteamericana es que Marion Barry pasó de ser símbolo del progreso de la comunidad negra a prototipo de la hipocresía de muchos medios oficiales en relación con el tráfico de drogas. Barry, quien se presentaba frecuentemente como el adalid de la lucha contra el consumo de crack en la ciudad más afectada por los delitos relacionados con el uso de ese narcótico, había llegado a la capital en 1965, convertido ya en un veterano de la lucha por los derechos civiles de los negros. Venía de la pobreza de su pueblo de Missisipi, en el profundo sur, y con grandes dificultades se hizo ingeniero químico.
Sus ímpetus políticos le llevaron al concejo municipal en 1974 y finalmente llegó a la alcaldía en 1978, en lo que fue la cuspide de su carrera. La vida de Marion Barry demostraba que cualquiera podía triunfar.

Pero a principios de los 80 su estrella comenzo a declinar. Una noche de 1980 se supo que el alcalde había estado en un club nocturno de mala muerte y se comenzaron a oír rumores sobre su consumo de droga en ese lugar. Desde entonces, el espectro de su adicción no le dejaría.

A finales de 1988 se produjo un incidente crucial. La policía estaba llevando a cabo un operativo antidroga en el hotel Ramada Inn, pero por razones que aun son investigadas la redada se suspendió a última hora cuando los policías supieron que el alcalde estaba con el sospechoso en la habitación que iba a ser allanada. De todas formas se capturó a Charles Lewis (viejo amigo del alcalde), quien al ver que Barry le daba la espalda resolvió contar cómo le había vendido cocaína y cómo había consumido con el marihuana en varias ocasiones.

En esas como en todas las otras oportunidades en que se le puso contra la pared, Barry afirmó que se trataba de un complot para desacreditar a los políticos negros de la capital.
Esta vez, las pruebas que demostraron la presencia de cocaína en su organismo dejan pocas dudas. Paradójicamente, el mayor favorecido con su arresto es su viejo amigo el reverendo Jesse Jackson, quien está dispuesto a presentarse a las elecciones con el propósito de conseguir que el Distrito de Columbia, que abarca a la ciudad, sea convertido en estado de la Unión.-