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El jueves, Felipe Calderón (izquierda) celebró el resultado de las elecciones en la sede de su partido. En su discurso llamó a sus opositores a que le den la oportunidad de ganarse su confianza. Mientras tanto, Andrés Manuel López Obrador no aceptó la derrota, dijo que hubo muchas irregularidades y anunció que impugnaría los escrutinios

MÉXICO

En el limbo

Felipe Calderón es el virtual Presidente, pero la impugnación anunciada por Andrés Manuel López Obrador alargará la incertidumbre en el país azteca.

8 de julio de 2006

Las elecciones del pasado domingo en México tienen en ascuas al país, que todavía no tiene Presidente. Aunque el representante del oficialista Partido de Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, fue declarado el jueves como el candidato más votado por el Instituto Federal Electoral (IFE), el izquierdista Andrés Manuel López Obrador anunció la impugnación de los resultados. Esto significa que el Tribunal Electoral iniciará un proceso de verificación, a petición del partido de López Obrador, que se extenderá hasta el 6 de septiembre, fecha en la que anunciará el nombre del nuevo mandatario.

El votofinish hizo que la semana pasada reinara la confusión y evidenció la división del país. Los dos candidatos alcanzaron a proclamarse vencedores cuando se dieron a conocer los resultados preliminares el domingo. El jueves se dieron los números definitivos en los cuales Calderón aventajó a su rival por un escaso 0,58 por ciento, unos 528.000 votos de diferencia. Según el escrutinio, fueron 15.284.000 votos para Calderón contra 14.756.000. "Hay un candidato que ganó la mayoría de los votos, pero formalmente no hay Presidente electo", dijo a SEMANA Gustavo López Montiel, director del departamento de ciencias políticas del Tecnológico de Monterrey.

El proceso de impugnación consiste en que el partido de López Obrador (Amlo, como es conocido) puede pedir la revisión del resultado de las casillas electorales (centros de votación) en las cuales crea que hubo irregularidades. Para ello, debe presentar las pruebas necesarias que indiquen compra de votos, presiones, propaganda indebida o cualquier otra anomalía. El hecho de que se encuentren irregularidades en algunas casillas anularía la totalidad de los votos contenidos en ellas, pero no significará la anulación de la totalidad de las votaciones.

Muchos creen que con esto el Partido de Revolución Democrática (PRD) de Amlo no va a lograr cambiar el resultado final. "El equipo de López Obrador debe estar en la tarea de buscar en qué casillas Calderón obtuvo más votaciones, para buscar pruebas que las anulen. Para revertir la situación, deberían anular varios cientos de casillas, lo cual es poco probable", explicó López Montiel.

Es por eso que la campaña del PRD va más allá. "Se han manipulado los resultados y no ha habido transparencia en el proceso, por eso lo que estamos pidiendo es que se abran todas las casillas voto por voto", le dijo a esta revista Gerardo Fernández Nurueña, vocero del PRD.

Sin embargo, esta es una posibilidad que parece bastante lejana."Podría ser posible en caso de que se presente debidamente la impugnación, aunque es realmente difícil, puesto que los partidos sólo tienen cuatro días (después de dados a conocer los resultados) para interponer una demanda y presentar las pruebas que justifiquen la impugnación por casilla, y en este caso tendrían que presentar las de todo el país", afirmó en charla con SEMANA la licenciada Lina Rosique, jefe del departamento de prensa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife).

Al cierre de esta edición, el partido de Amlo había convocado a una manifestación el sábado en el Zócalo del Distrito Federal, con el objetivo de presentar su plan de acción, así como pruebas de fraude (el viernes incluso se llegó a hablar de manipulación informática del conteo). No obstante, parece que el próximo 6 de septiembre, Felipe Calderón, el ex ministro de Energía de Vicente Fox, candidato de los empresarios y exportadores del norte, será designado como el nuevo Presidente de los mexicanos.