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EN SUS MARCAS

La carrera por suceder a Bill Clinton será sangrienta. Las campañas comienzan temprano y se <BR>esperan muchos trapos al sol.

15 de marzo de 1999

Si la conclusión del juicio político a Bill Clinton fuera como el final de una tempestad,
entonces habría que esperar a que llegara la calma. Pero la política interna de Estados Unidos no va a tener
respiro este año porque las elecciones de 2000 literalmente se vinieron encima.
La razón es que varios estados, entre ellos New Hampshire, Iowa, Nueva York y California, adelantaron la
realización de sus elecciones primarias, que comenzarán en menos de un año.
Eso produce una implicación práctica que tiene a los aspirantes con las pilas puestas: hasta las elecciones
de 1996 los precandidatos podían usar una victoria en las primarias iniciales como palanca para conseguir
más financiación para continuar adelante durante el año electoral. Pero el nuevo calendario, mucho más
apretado, hará que para marzo de 2.000 las nominaciones estén definidas. Por eso los precandidatos sólo
contarán con lo que resta de 1999 para levantar los 25 millones de dólares que según los estimativos
costará emprender una campaña viable.
El hombre a quien se dirigen todas las miradas es, por supuesto, el vicepresidente Al Gore, heredero
natural de Bill Clinton y quien viene en virtual campaña desde hace al menos un año. En el campo republicano
hasta ahora el hombre por vencer es el gobernador de Texas, George Bush Jr., aunque no ha confirmado su
participación. La mayoría de los observadores coincide en que los republicanos van a hacer un énfasis
especial en el tema moral, que es la herida que Clinton legó a sus copartidarios. Por eso es muy probable
que suba la importancia de la derecha religiosa, que cada vez es más beligerante en temas políticos. Por el
otro extremo, los temas de seguridad social y protección de las minorías también estarán en el centro de
atención.
Pero también hay coincidencia de opiniones en el sentido de que la campaña será brutal como consecuencia
de la extremada polarización partidaria que el juicio a Clinton sacó a la luz. Por eso se espera que los
candidatos se sacarán todos los trapos al sol. Y, por lo que dicen los rumores, a ninguno le falta su esqueleto
escondido en el armario. Los más importantes, por ahora, son los siguientes.

Al Gore
El vicepresidente inició oficialmente su campaña el 31 de diciembre pasado, cuando presentó ante la
Comisión Electoral Federal la documentación necesaria para crear el Comité Gore 2000, lo cual le permite
contratar personal, conseguir dinero y hacer campaña a lo largo y ancho del país. Gore respiró tranquilo ante
el retiro de su rival de mayor peligro potencial, Richard Gephardt, quien prefirió aspirar a la presidencia de
la Cámara de Representantes ante la posibilidad de que los demócratas derroten la actual mayoría
republicana.Gore seguramente presentará la clásica campaña del candidato oficialista y navegará en la ola
del excelente desempeño económico del país. Sobre todo porque ha sido un fiel escudero de Clinton aun en
los momentos más difíciles. Pero también llevará la carga del relativismo moral del presidente.
Como la máquina que es para conseguir dinero, Gore tiene sus propios líos de la campaña anterior por
financiación ilegal. Es famosa su participación en un evento de recolección ilegal de fondos en un templo
budista. Se le acusa de tener doble moral en el tema del tabaco, pues mientras presenta la muerte de su
hermana como prueba de la necesidad de campañas contra el consumo, es accionista de una tabacalera.

Bill Bradley
De 55 años, Bradley presentó los documentos para iniciar su comité exploratorio el 4 de diciembre. Dejó el
Senado en 1997 después de tres períodos declarando que "la política está rota" en una crítica a ambos
partidos por lo que consideró "influencia corrosiva del dinero". Desde entonces ha sido profesor de las
universidades de Stanford y Notre Dame y ha escrito un libro. Ofrece un estilo presidencial más discreto que
"ayude a desarrollar el enorme potencial del pueblo norteamericano".
A pesar de sus críticas a la clase política se señala que durante sus tres períodos en el Senado fue el
segundo congresista que aceptó más viajes y atenciones por parte de grupos de intereses especiales.
También se le acusa de ser un maestro en violar las normas que regulan la financiación de las campañas
políticas.

John Kerry
Senador católico de tendencias izquierdizantes y veterano de Vietnam, Kerry (55 años) fue uno de los
denunciantes de la operación Irán-Contras, que implicó la venta de armas a Irán y operaciones de narcotráfico
para financiar a los enemigos del régimen sandinista en Nicaragua.
A pesar de su prestigio es difícil que logre amenazar la candidatura demócrata de Gore.A pesar de ser uno
de los impulsores de la reforma a las normas que rigen la financiación de campañas, el periódico The
Seattle Times reveló que en 1997 recibió 10.000 dólares de parte del controvertido hombre de negocios
Johnny Chien Chung luego de que su oficina concertara una reunión de Chung con la Securities and Exchange
Commission (Comisión de Valores de Estados Unidos). Y no era la primera vez.

George Bush Jr.
El gobernador de Texas no ha confirmado su candidatura. Según él, depende de lo que opinen su esposa y
sus hijas. Pero se ha reunido varias veces con estrategas y expertos en política para sopesar sus
posibilidades. Bush sabe que tiene las mejores opciones por la candidatura republicana en un año en el que
no hay nadie que la reclame como un derecho adquirido. De 52 años, Bush se presenta como un hombre de
unidad y suele terminar sus discursos en español en reconocimiento al bilingüismo de su estado.George
Bush Jr.
Se dice que es un niño rico que en su juventud eludió el servicio militar y fue alcohólico y drogadicto. Se le
acusa de haber hecho millones a través de negocios de petróleo mientras su padre era presidente del país y
que aprovechó para su favor su información acerca de la guerra del Golfo Pérsico. Hasta entonces su carrera
como hombre de negocios había sido un fracaso.

Steve Forbes
Heredero de la revista que lleva su nombre, Malcolm s. 'Steve' Forbes no ha dejado de hacer campaña por
televisión desde su intentona de 1996, cuando su propuesta de flat tax, un impuesto personal de base
uniforme, fue rechazada.
Se le acusa de ser un niño rico sin contacto con la vida real, de ser candidato sólo para darle gusto a su ego y
de haber evadido el servicio militar apoyado en la fortuna de su padre, el excéntrico Malcolm Forbes. También
se dice que su revista publica reportajes favorables a los grandes grupos económicos a cambio de
contribuciones para su campaña.


Elizabeth Dole
La esposa del ex candidato derrotado Robert Dole, 'Liddy' es la primera mujer que intenta la presidencia con
posibilidades de éxito. Abogada de la Universidad de Harvard, fue secretaria (ministra) de Transporte de
Reagan y del Trabajo de Bush. Desde 1991 fue presidenta de la Cruz Roja de Estados Unidos. Las
encuestas ponen a Dole, de 54 años, como segunda después de Bush pero bien adelante de los demás
aspirantes republicanos.
Se le critica que entre 1991 y 1994 ganó 874.000 dólares por 'conferencias' ante auditorios con intereses
particulares en el Congreso, donde su esposo era un importante senador. También se le relaciona con la
compra de una finca con dinero de la campaña de Dole. Se dice que es una oportunista que se casó con
Dole por interés y que carece de convicciones sólidas.

John McCain
A pesar de ser un conservador radical, McCain ha apoyado iniciativas demócratas como la de la financiación
de las campañas políticas y los impuestos a los cigarrillos para desestimular su uso por los
adolescentes. Le ayuda que fue piloto y prisionero en Vietnam, rechazó su repatriación y pasó cinco
años prisionero para no abandonar a sus compañeros.
Se le acusa de pertenecer al grupo de congresistas que demoró el inicio del juicio por delitos económicos
contra el financista Charles Keating mientras volaba en sus aviones, era invitado a su finca en Bahamas y
recibía 122.000 dólares de su amigo. También se le critica por sus comentarios sobre Chelsea Clinton y por
su temperamento irascible y violento.

Lamar Alexander
El antiguo gobernador de Tennessee no ha dejado de hacer campaña desde su derrota de 1996. Se
caracteriza por sus camisas a cuadros con las que intenta identificarse con los obreros. Desde el comienzo
ha dirigido sus baterías contra Gore en la seguridad de que éste será el demócrata por vencer.
Aunque se presenta como un personaje antipolítico, ha hecho una fortuna con sus negocios en Washington.
Su declaración de bienes al ser elegido gobernador era de 171.000 dólares, pero cuando llegó a secretario de
Educación de Bush en 1991 tenía ya tres millones. Ese enriquecimiento nunca ha sido debidamente
explicado y se debe, según sus detractores, a operaciones millonarias de tráfico de influencias.

Gary Bauer
Con apenas 1,60 metros, sería el presidente más bajo de la historia . Pero sus medidas son impresionantes
cuando se tiene en cuenta que es el candidato más opcionado para atraer a la derecha religiosa radical.
Suele criticar a la actual dirigencia de su partido por haber perdido los valores conservadores y a ello
atribuye los descalabros de las últimas elecciones.El esqueleto... Hace poco admitió que su Consejo para
Encuestas de la Familia, que recibe millones en donaciones, no realiza ninguna investigación. Se le
critica su capacidad para conseguir fondos mediante organizaciones religiosas de extrema derecha. En la
campaña se le acusará de ser homofóbico, enemigo de los inmigrantes y de los subsidios para las
artes y la televisión y la radio públicas.

Dan Quayle
Ex vicepresidente, Dan Quayle lanzó calladamente su campaña el 4 de febrero pasado con la esperanza
de que sus críticos gasten pronto los chistes y las burlas que hicieron famoso su paso por el segundo
puesto más importante del país. Quayle sostuvo que los norteamericanos "aman a los que luchan desde
abajo" y que esta vez la prensa le va a apoyar en su luch a. El esqueleto...Un asunto no explicado
suficientemente es que durante la campaña de Bush-Quayle, un preso que supuestamente había vendido
drogas a este último fue puesto en confinamiento solitario cuando quiso contar la historia. Evitó el
servicio militar mediante las influencias de su poderosa familia. Su fama de tonto irredimible, que
alimenta cientos de páginas de chistes en Internet, será seguramente de nuevo fuente de burlas.