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Estrenando democracia

Quien es Juan Carlos Wasmossy, el primer presidente democrático de la historia paraguaya.

13 de septiembre de 1993

AMIGO DE LOS MILITARES Y miembro del siempre gobernante Partido Colorado, Juan Carlos Wasmossy es una escogencia extraña si de cambiar el ambiente político paraguayo se trata. Pero el archimillonario empresario de 54 años es, con todo, el primer presidente guaraní elegido democráticamente en el presente siglo"· Su carrera política comenzó a principios de los años 70, cuando se afilió al partido Asociación Nacional Republicana (ANR), más conocido como el partido "Colorado", que ha cogobernado con los militares desde hace más de 40 años. Ese factor contribuye a que los paraguayos sospechen de los contratos de obras públicas que le fueron adjudicados durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989), y en especial la construcción de la represa de Itaipú, levantada hace 20 años entre Paraguay y Brasil, sobre el río Parana. Para muchos, allí surgió la riqueza de quien es hoy uno de los mayores empresarios ganaderos del país y el mayor exportador de algodón en fibra no elaborada y de soya.
Esas sospechas surgen de su estrecha amistad con el dictador, una relación que no le impidió servir bajo el gobierno del general Andrés Rodríguez (yerno de Stroessner) como ministro de Integración. En tales circunstancias, no resulta extraño que la elección de Wasmossy, el 6 de mayo pasado, haya estado enmarcada por un ambiente tenso·
El candidato triunfador tuvo serios enfrentamientos con la prensa, que sacó a relucir sus dudosos antecedentes y la oposición denunció fraude así como parcialidad oficial hacia el candidato de partido Colorado· No era para menos pues se trataba de unos comicios en lo que estaba en juego la permanencia de la trilogia que dominó el gobierno durante 45 años (Fuerzas Armadas, Partido Colorado y Gobierno)· Para empeorar las cosas, Wasmossy había recibido el apoyo expreso de los militares, en boca del general Lino Oviedo, quien llegó a decir que su estamento sólo acataría el régimen democrático si triunfaba el candidato del partido de gobierno. Pero al final, aunque algunas de las planillas de votación fueron anuladas, los paraguayos estuvieron de acuerdo con más de 300 observadores internacionales en el sentido de que la victoria era de Wasmossy. Aparentemente, en los electores pesó fuertemente que Wasmossy era el candidato de confianza de los militares y que estaba capacitado para imponer un neoliberalismo económico en la deprimida economía paraguaya.
Si Wasmossy tiene verdaderamente intenciones de convertirse en una figura histórica, sus retos en los próximos cinco años son muy claros. En el plano político debe demostrar a la opinión pública que su gobierno no es un cogobierno con los militares. Además, debe combatir la corrupción que se generalizó durante más de 45 años de ilegitimidad.
En el plano económico debe revitalizar una economía deprimida que presenta una creciente caída de exportaciones y un elevado contrabando cuya acción alcanza a un tercio de las importaciones declaradas. Para ello, anunció una política centrada en el control de la inflación, el equilibrio presupuestal y eI favorecimiento de las condiciones para la inversión extranjera.
Se trata de un modelo neoliberal, similar al chileno, con "equidad". El lado flaco de su propuesta se refiere al proceso de privatización que debe adelantar. De hecho, debe vender a los particulares empresas estratégicas que incluyen la aerolínea, los ferrocarriles y la industria química, pero no se sabe el destino real de los trabajadores. La burocracia le exige una privatización concertada con los sindicatos, cosa que en principio está dispuesto a considerar, pero que en la práctica puede ser uno de sus primeros traspiés. Por ahora, sus compatriotas esperan que logre reducir el desempleo, que está por encima del 14 por ciento, y se mantenga a distancia de las Fuerzas Armadas. Si lo logra, la democracia en Paraguay tiene futuro·