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ELECCIONES

¿Por qué arrasará Evo Morales en Bolivia?

Todo indica que los bolivianos optarán por una segunda reelección. No de izquierda o derecha, sino de despolarización, pragmatismo y bonanza económica.

Alianza DW
8 de octubre de 2014

En Bolivia, al parecer, el resultado de las elecciones del 12 de octubre está cantado: un tercer mandato para Evo Morales (57,5 % de intención de voto), sin segunda vuelta y con mucha probabilidad de que su Movimiento al Socialismo (MAS) tenga mayoría en el legislativo. El candidato que le sigue, el centroderechista Samuel Doria Medina, contaría con un 17,9 % .

Lejos quedan los tiempos en que el líder cocalero –en el cargo desde enero del 2006– era sinónimo de inseguridad para las empresas y las inversiones; de un electorado puramente indígena, de cambios de paradigmas, de "revolución" o de enfrentamiento con las élites agroindustriales.

Hoy, Evo Morales se asocia a estabilidad, reducción de la pobeza, inversiones en infraestructura y modernización del país. Y con un poder ejecutivo muy fuerte y sus bemoles.

¿Sin oposición, sin control?

“Solo queda por ver cuál es el arco parlamentario que sale de los comicios legislativos. El mayor problema es que un gobierno sin apenas oposición acabe con el pluralismo político. Y, con ello, con el necesario control parlamentario”, diceAnna Ayuso, investigadora del Centre for International Affairs de Barcelona, España.

“Eso, junto al control de los medios, puede ser peligroso”, dice la especialista quien también subraya lo poco respetuoso de que el presidente Morales no haya querido debatir con sus contrincantes, aunque sean minorías.

“Al decir que el debate es con el pueblo”, sigue Ayuso, “subraya esa supuesta superioridad moral de la democracia directa sobre la representativa, típica de los movimientos populistas. Ambas son necesarias, el pueblo debe ser consultados lo mejor posible, sí, pero las instituciones representativas están para garantizar el control del ejercicio del poder”.


El teleférico más alto del mundo, inaugurado en Bolivia en abril del 2014. Foto: Bolivia.com.
Las causas de la despolarización

“Bolivia vive una suerte de bonanza económica, a su medida, nunca vista. Hay una fuente muy importante de recursos estatales”, informa Pablo Stefanoni, analista de la Fundación Friedrich Ebert y editor de su revista Nueva Sociedad.

La nacionalización de la explotación de hidrocarburos del país andino, junto con el boom de la minería y la exportación de soya son elementos fundamentales de esa bonanza. Y también, al parecer, de que en el MAS haya ahora cabida para los antiguos opositores, sobre todo de las élites agroindustriales de Santa Cruz.

Por ello, la aplastante victoria que se prevé otra vez para el líder sindicalista Evo Morales se la explican muchos analistas con el hecho de que la izquierda y la derecha, en Bolivia, confluyen hacia el centro.

Stefanoni relativiza: “Es difícil sostener eso, porque el programa de Evo Morales siempre fue de una economía mixta con una mayor presencia del Estado, pero con un sector privado importante”.

De despolarización prefiere hablar el analista y exdirector de Le Monde Diplomatique en Bolivia: “Lo que ocurrió es que en la primera etapa de Evo Morales, la situación política estaba muy polarizada. La oposición, sobre todo la basada en Santa Cruz, combatía muy violentamente al gobierno. Eso hizo que sus políticas fuesen vistas como más radicales. Pero se enfrentó a esa élite agroindustrial en Santa Cruz y, una vez que esos sectores perdieron peso político, Evo Morales retomó el proyecto de siempre del MAS”, explica.

Acostumbrados al pragmatismo

Por otro lado, el pragmatismo es, según Ayuso, el fiel de la balanza. “Esto no es nuevo en Evo Morales quien, como sindicalista, está acostumbrado a negociar y a acercar posiciones. Como los empresarios también suelen ser pragmáticos, si el negocio va bien, se acomodan. Y de momento va bien. Así que nada se moverá”, prevé la analista.

Stefanoni coincide: “Lo que estamos viendo es que el gobierno pactó en este último año con los sectores de la élite de Santa Cruz. Ciertas reformas, como la agraria, hoy se ven más limitadas. Hay un proceso de despolarización. Hoy el país no vive la polarización que había antes. El gobierno de Evo Morales actúa de manera más moderada, pero también lo hacen los capitalistas de Santa Cruz”.

¿Adiós Socialismo del Siglo XXI?

¿Se arrea entonces la bandera de izquierda y socialismo que ondeaba sobre Bolivia?

“Aunque en los últimos años aparecieron expresiones como el 'socialismo del Siglo XXI', el verdadero eje es un proyecto de Estado fuerte con un modelo desarrollista en lo económico”, explica Stefanoni y añade que “este Estado fuerte no implica de ningún modo un proyecto que ponga en riesgo la propiedad privada ni que intente superar el capitalismo, como a veces la retórica política podría dar a entender”.

¿Para qué entonces la retórica antiperialista? “Evo Morales domina la movilización y para ello recurre al discurso antiimperialista y nacionalista para galvanizar el voto”, apunta Ayuso. Para el analista, hay que añadir que, como sea el discurso, en lo económico Evo mira más al tambén pragmático Rafael Correa en Ecuador que a Nicolás Maduro en Venezuela.

Con todo, a los países del bloque nacionalista de izquierda en América del Sur, “el triunfo de Evo Morales Bolivia puede fortalecerlos, pues aunque en el 2008 –cuando Morales inició el segundo mandato– parecía el más débil, en este momento pese a ser un país muy chico, es el proceso político más sólido en la región”, concluye Stefanoni, quien también recuerda que el discurso antiimperialista no ha sido antidesarrollista, anticapitalista ni antieuropeo.