EE. UU.
Explosiones en Boston dejan varias personas en estado crítico
Una de las tres personas que murieron en las explosiones es un niño de ocho años de edad.
Encuentra aquí lo último en Semana
Dos bombas estallaron este lunes cerca a la línea de meta del maratón de Boston. En una aterradora escena de vidrios rotos, nubes de humo, pavimento manchado de sangre y extremidades desprendidas, los hechos le causaron la muerte a tres personas y dejaron unos 130 heridos, según lo informó la Policía de Boston.
Tras los estallidos, las autoridades entraron en la ruta para sacar a
los heridos, mientras que los rezagados en la carrera de 42 kilómetros
fueron redirigidos lejos de la zona. Cerca de 23.000 competidores
participaron en el maratón.
En la noche de este lunes, ocho hospitales reportaron que, al menos, 134 personas reciben atención
médica. De ellas, unas 15 se encuentran en estado crítico. Los heridos presentan lesiones que van de cortes y moretones a huesos
quebrados y amputaciones, ya que muchas víctimas sufrieron lesiones en
la parte baja de las piernas y ruptura de tímpano.
"Esto es algo que nunca se había visto en mis 25 años aquí... Tal
cantidad de matanza entre la población civil. Esto es algo que esperamos
de la guerra", dijo Alisdair Conn, jefe de servicios de emergencia del
Hospital General de Massachusetts.
El médico Richard Wolfe, jefe del departamento de emergencias del Centro
Médico Diaconisa Beth Israel, dijo que uno o dos de los pacientes del
hospital enfrentan una "alta probabilidad de fallecimiento".
Los testimonios
Las explosiones en la competencia sucedieron casi de manera simultánea y
aproximadamente a 91,4 metros de distancia, una de la otra, derribando a
los espectadores y al menos a un corredor, destrozando ventanas y
generando densas nubes de humo sobre las calles.
"Empezaron a trasladar a personas sin extremidades", dijo el corredor
Tim Davey, de Richmond, Virginia. Davey agregó que él y su esposa, Lisa,
trataron de evitar que sus hijos atestiguaran la sangrienta escena,
pero "ellos vieron mucho".
Competidores y voluntarios gritaban al alejarse del caos. Espectadores
ensangrentados eran llevados a una tienda médica que había sido
establecida para lidiar con corredores agotados.
"Hay personas muy ensangrentadas", dijo Laura McLean, una corredora de
Toronto que estaba en la tienda médica recibiendo atención por
deshidratación. Más tarde, ella fue desalojada para dar cabida a las
víctimas de las explosiones. "Los estaban llevando a la tienda médica".
Uno de los corredores era el policía estatal de Smithfield, Rhode
Island, Roupen Bastajian. Este hombre dijo que las explosiones causaron
que decenas de personas perdieran extremidades. Bastajian, de 35 años,
recién había terminado la carrera al momento de escuchar las
explosiones.
"Empecé a correr hacia la explosión. Y había gente por todo el piso",
describió. "Empezamos a hacer torniquetes en las piernas. Mucha gente
amputada... Al menos de 25 a 30 personas habían perdido una pierna o el
tobillo o dos piernas".
Unas dos horas después de que los ganadores cruzaron la meta, hubo una
fuerte explosión en la parte norte de la calle Boylston, poco antes del
lugar de las fotos que demarca la línea de meta. Otra explosión pudo
escucharse unos cuantos segundos después.
Las detonaciones se registraron aproximadamente cuatro horas después de
haber iniciado la carrera. Para entonces, más de 17.000 corredores
habían cruzado la meta, pero miles más seguían recorriendo el trayecto.
Un policía de Boston fue sacado del lugar en silla de ruedas con una herida sangrante en la pierna. "Hay muchas personas heridas", dijo un hombre, cuyo número 17528 le
identificaba como el corredor Frank Deruyter, de Carolina del Norte. El
hombre no estaba herido, pero trabajadores del maratón llevaban a una
mujer, que no parecía ser una corredora, con la pierna ensangrentada a
un área médica mientras salía sangre de su pierna.
Hubo humo que se elevó desde el lugar de las explosiones, y se desplazó
entre las banderas que flanquean la ruta de uno de los maratones más
antiguos y prestigiosos del mundo.
Imágenes de video tomadas desde helicópteros mostraban manchas de sangre
en el pavimento de la popular zona turística y comercial conocida como
Back Bay.
Cherie Falgoust esperaba a su esposo, quien competía en el maratón."Estaba esperando a mi esposo en cualquier momento", dijo. "No sé qué es
este edificio... sólo explotó. Se oyó un gran estallido y luego había
vidrios en todas partes. Algo en mi cabeza. No sé qué era. Nada más me
agaché".
Los corredores que no habían terminado la carrera fueron desviados por
la Avenida Commonwealth hacia una zona de reunión familiar, de acuerdo
con un plan de emergencia que se implementó.
Bruce Mendelsohn se encontraba en una fiesta posterior a la carrera en
un edificio de oficinas justo arriba del lugar de las detonaciones al
momento en que una explosión lo derribó al piso. "Hubo como un destello, luego un estruendo enorme. La explosión me tiró del sillón al piso", dijo.
Mendelsohn, exmédico del Ejército estadounidense, corrió hacia el
exterior y halló sangre, vidrio y escombros por todos lados y empezó a
presionar heridas "espantosas"."Esto es más parecido a Bagdad y Bombay que a Boston", dijo Mendelsohn,
que trabaja en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. "Fue
bastante aterrador".
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés)
creó una zona de exclusión de vuelo sobre el lugar de las dos
explosiones y ordenó que los vuelos con destino el Aeropuerto
Internacional Logan, de Boston, permanezcan en tierra en los aeropuertos
de todo el país.
Aproximadamente una hora después de las explosiones, la FAA emitió un
aviso a los pilotos sobre la creación de una zona de exclusión de vuelos
de un radio de 5,63 kilómetros (3,5 millas) sobre el número 811 de la
calle Boylston. La zona luego fue reducida en un aviso posterior a un
radio de 3,7 kilómetros (2.3 millas). La zona se limita a vuelos debajo
de los 914,4 metros (3.000 pies) de altura, las que es muy inferior a la
que vuelan la mayoría de las aerolíneas excepto cuando aterrizan o
despegan.
La investigación
Un funcionario de alto rango de inteligencia de Estados Unidos indicó que otros dos dispositivos explosivos fueron encontrados cerca de la meta del maratón y fueron desactivados. El hombre habló bajo anonimato debido a que no estaba autorizado a revelar públicamente información al respecto.
La Armada de Estados Unidos envió a Boston a tres integrantes de una de
sus unidades de detonación controlada para ayudar a las autoridades
locales en lo que sea necesario.
La Policía investiga las explosiones y también revisa otras bolsas y paquetes que podrían haber pasado desapercibidos mientras una aterrada multitud huía del caos.
El Pentágono informó que ningún otro personal activo de tareas militares ha sido enviado al lugar, si bien soldados de la Guardia Nacional ya se hallaban en el sitio de las explosiones. El Departamento de Defensa no ha elevado el nivel de amenaza en las instalaciones militares del país.
El presidente Barack Obama prometió horas después que los responsables "sentirán todo el peso de la ley".
Un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo el anonimato, porque la investigación sigue en curso, dijo que el ataque está siendo tratado como un acto terrorista.
Las autoridades no han dado información sobre el posible motivo o quién habría perpetrado el ataque en uno de los maratones de mayor prestigio en el mundo, y la Policía ha indicado que no hay sospechosos detenidos. El gobierno en Washington señaló que aún ningún grupo ha asumido la responsabilidad de las explosiones.
Un incendio se registró en la biblioteca John F. Kennedy, ubicada a
varios kilómetros de distancia y a más de una hora después de las
primeras detonaciones. El jefe de la Policía, Edward Davis, dijo que no
se reportaron heridos en ese incidente, causado por un dispositivo
incendiario, y al parecer, sin relación con las explosiones.
En la noche de este lunes, el FBI anunció en Boston que se haría cargo de la investigación de las explosiones.La agencia hizo el anuncio en una conferencia de prensa en la que participó Richard DesLauriers, el agente a cargo del FBI en Boston. El FBI busca información, imágenes o detalles sobre las explosiones a lo largo de la ruta del maratón y en otras zonas de la ciudad.