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Izquierda: Robert McCulloch. Derecha: un policía corre cerca de una patrulla en llamas durante una ola de protestas en Ferguson, (Missouri, EE. UU.), el 24 de noviembre, 2014. | Foto: TNS / Getty

JUDICIAL

El fiscal que encendió a Estados Unidos

Robert McCulloch, que dirigió al gran jurado que exoneró al policía que mató a Michael Brown, tiene un pasado polémico.

Felipe Restrepo Acosta, periodista de SEMANA
25 de noviembre de 2014

"El deber de un gran jurado es separar los hechos de la ficción", le dijo a la prensa el fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch. “Y los jueces”, explicó “han determinado que no hay razón suficiente para presentar cargos contra el policía Darren Wilson”.

Ese diagnóstico tiene ahora en el ojo del huracán a McCulloch, de 62 años, quien desde 1991, ocupa su cargo, para el cual ha sido reelegido en seis ocasiones.

Pero a los ojos de muchos, el manejo que McCulloch le ha dado al caso de Michael Brown –el joven negro de 18 años a quien Wilson mató de varios disparos el pasado 9 de agosto– constituye un caso de impunidad. Para algunos, se trata incluso de un nuevo capítulo en la historia racista de Estados Unidos.

La muerte de Brown desató toda una serie de disturbios en Ferguson, el suburbio de San Luis donde se registraron los hechos, que se calmaron parcialmente tras la intervención del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Y aunque la decisión del gran jurado no fue sorpresiva –pues las múltiples filtraciones del caso apuntaban en esa dirección– lo cierto es que fue muy inusual.

Según la Oficina de Estadísticas Judiciales, los fiscales estadounidenses procesaron 162.000 casos en el 2010 (el último año con estadísticas), de los cuales solo 11 se resolvieron como el de Brown. Es decir, menos del 0,006 por ciento.

“Si un fiscal quiere que se presenten cargos y no lo consigue, eso quiere decir que algo inusualmente extraordinario ha sucedido”, dijo Andrew D. Leipold, profesor de Derecho de la Universidad de Illinois y autor de varias publicaciones sobre los procesos judiciales en Estados Unidos. “Sencillamente, eso no sucede”.

Muchos críticos del sistema se oponen al uso de los grandes jurados porque creen que de esa manera los fiscales pueden presentar casos impopulares sin que nadie se entere.

De hecho, McCulloch habría podido tomar la decisión de enjuiciar a Wilson sin necesidad de convocar a un gran jurado. Pero ante la presión de un caso altamente mediatizado, prefirió convocarlo.

Todo lo cual ha hecho recordar la historia violenta del mismo McCulloch, quien en 1964 perdió a su padre, un policía al que un asaltante asesinó tras arrebatarle el arma a otro agente. Un hecho que marcó su vida cuando apenas comenzaba el bachillerato.

A su vez, muchos críticos han duda de su imparcialidad, y recuerdan sus decisiones polémicas sobre tiroteos en los que se han visto envueltos agentes, así como por sus fuertes vínculos con la Policía local.

En el 2001, McCulloch fue protagonista del caso ‘Jack in the Box’, durante el cual dos agentes encubiertos mataron a dos supuestos narcotraficantes, a los cuales acusaron de haber tratado de atropellarlos. Durante todo el proceso, fue central la cuestión de si el carro estaba avanzando o si se encontraba dando reversa.

En esa ocasión, McCulloch llamó “zánganos” a los dos sospechosos y también convocó a un gran jurado, que como en el caso de Brown no encontró razones para presentar cargos contra los policías.
A su vez, la familia McCulloch tiene fuertes vínculos con la Policía local, pues durante más de dos décadas su madre fue secretaria de la oficina de la oficina de homicidios del condado de San Luis. A su vez, un tío, un hermano y un primo también han sido agentes de esa institución.

Un contexto polémico, al cual se suman las críticas que se le formulan a la noción jurídica de ‘homicidio justificado’, con base en la cual McCulloch exoneró al policía Wilson, y que desde hace dos décadas se emplea de manera creciente. Mientras que a principios de los años noventa, se registraron 1,92 homicidios justificados por cada 10.000 crímenes violentos, en el 2011 esa cifra fue de 3,35.

Pero para McCulloch el principal problema parece ser otro. En la conferencia donde presentó los resultados de su investigación por el caso de Brown, dijo que el mayor desafío de su investigación había sido los medios, a los que señaló por “la transmisión las 24 horas del día de noticias y su insaciable apetito por algo, por cualquier cosa para hablar, siguiendo todo de cerca con los rumores ininterrumpidos de las redes sociales”.