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Según algunas cifras, hay más de 5.000 refugiados en la Jungla. | Foto: AP

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Caos en la Jungla, el campo de refugiados en Calais

El desmantelamiento parcial del centro de refugiados tomó matices violentos cuando algunos de los migrantes protestaron produciendo incendios en las instalaciones.

1 de marzo de 2016

El hacinamiento y las malas condiciones higiénicas hicieron que el gobierno local de Pas-de-Calais, al norte de Francia, decidiera desmantelar parcialmente el centro de refugiados esta semana. Sin embargo, las protestas se complicaron y los incendios están carcomiendo las instalaciones.

La Jungla, a 5 kilómetros del centro de la ciudad portuaria de Calais, se caracteriza por ser el lugar de paso de refugiados sirios, sudaneses, iraquíes y afganos que buscan cruzar el canal de la Mancha y establecerse en Reino Unido.

Algunas cifras presentan más de 5.000 refugiados en la Jungla y se afirma que las condiciones de vida son precarias. Por este motivo, la prefectura de Pas-de-Calais decidió desmontar una parte de las instalaciones, “de forma esporádica y sin violencia” para llegar solo a las 2.000 personas en el centro.

Pero la evacuación parcial de los migrantes no fue tan calmada como suponían las autoridades. Las imágenes del desmantelamiento causaron indignación, pues el caos y la violencia se tomaron el sur de la Jungla, cubierta de gases lacrimógenos y explosiones.

El ministro del Interior Bernard Cazeneuve afirmó que: “el activismo de un puñado de militantes ‘no border’ extremistas y violentos no cambiará nada. Esta operación continuará en los días que vienen con calma y método, ofreciéndole un lugar a cada migrante como prometió el gobierno”.

Por su lado, la prefecta de la región de Pas-de-Calais, Fabienne Buccio, sostuvo que el desmonte de la Jungla se haría pacíficamente, sin el uso de la fuerza, durante varias semanas. Y que esto se haría en cooperación con organizaciones de caridad para que fomenten el desplazamiento voluntario de los refugiados hacia otros centros del país.

El problema es que la mayoría de los migrantes no quieren quedarse en Francia, sino pasar a Inglaterra, por lo cual irse a un campo de refugiados en el sur del país solo minaría su esperanza. Además, y como si fuera poco, varios refugiados han denunciado su precaria situación y los malos tratos de las autoridades francesas. Cada día, el panorama en la Jungla solo parece empeorar.