Fuera políticos.

EN LA SEMANA ANTERIOR, los italianos votaron por cambiar el sistema de elección de su Parlamento, que permitía la eternización de los jefes políticos. Y en la que acaba de pasar, el presidente Oscar Luigi Scalfaro no hizo otra cosa que plegarse a esa voluntad histórica, al designar al tecnócrata Carlo Ciampi como primer ministro interino.
El nombramiento equivale a una revolución porque Ciampi no pertenece a ninguno de los partidos que han manejado al país durante las últimas décadas. El economista es gobernador del Banco Central desde 1979 y tendrá a su cargo traducir en leyes la reforma electoral, reducir el déficit fiscal y convocar elecciones, probablemente a finales de este año.
Pero no había acabado de nombrar su gabinete, cuando comenzaron los problemas. Los ex comunistas, alejados desde 1947, y los Verdes, quienes se estrenaban en el gobierno, renunciaron ante el "levantamiento parcial" de la inmunidad del ex primer ministro Bettino Craxi, involucrado junto con . el "monstruo" Giulio Andreotti en un escándalo político que tiene acusadas a 2.500 personas, Ciampi es visto como una corriente de aire fresco, pero su éxito está por verse.