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Fuerzas chinas inundan ciudad uigur

Alianza BBC
8 de julio de 2009

China reforzó la presencia de la policía y de fuerzas paramilitares en las calles de Urumqui, la capital de la provincia noroccidental de Xinjiang, en un intento de impedir nuevos enfrentamientos entre miembros de la etnia local uigur y de la han, la mayoritaria en el país.

El corresponsal de la BBC en la región, Quentin Sommerville, informa que varios cientos de efectivos intentan aislar las áreas musulmanas de la ciudad donde se concentra la población uigur para protegerlas de manifestantes de la etnia han.

Armada con escudos, cascos e incluso armas semi-automáticas, la policía antimotines está presente en las calles de una manera no vista en Urumqui en mucho tiempo, según el periodista.

Sommerville explica que la seguridad es tan estricta que da la impresión de que se vive una ley marcial.

Tan delicada es la situación -explica el reportero- que el presidente Hu Jiantao canceló su participación en la cumbre del G-8, que comienza este miércoles en la ciudad italiana de L'Aquila y decidió volver a su país.

Más de 150 personas murieron el domingo pasado en Urumqui como consecuencia de la violencia étnica que se prolongó hasta la víspera.

Autonomía

 
Los enfrentamientos se desataron cuando uigures -que representan el 45% de la población en Xinjiang- marcharon por las calles de Urumqi para exigir mayor autonomía.

También pedían que se abriera una investigación en torno al asesinato de dos hombres uigures presuntamente cometido por chinos de la etnia han en una fábrica de la provincia sureña de Guangdong.

Los hombres fueron linchados después de que se les acusara de violadores. De acuerdo con informaciones a las que la BBC tuvo acceso, éste sería verdadero motivo de que estallara el conflicto.

Más de 1.400 personas han sido arrestadas por la policía china mientras la tensión sigue en aumento, según el corresponsal de la BBC.

El corresponsal de la BBC en Shangai, Chris Hogg, dijo que el líder del partido Comunista de Xinjiang, Wang Lequan, hizo un llamado para que no hubiera más confrontaciones.

Las autoridades chinas han venido acusando a la líder uigures en el exilio Rebiya Kadeer de estar detrás del brote de violencia, algo que ella negó en entrevista con la BBC.