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Fútbol y política

17 de octubre de 2009

Probablemente el partido más emocionante de la última fecha de eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010 fue el que disputaron Armenia y Turquía, y no precisamente por el fútbol. Aunque Turquía venció 2 goles a 0, lo significativo fue la presencia del presidente Serzh Sarkisian en Bursa, ciudad imperial de los otomanos, pues es el primer gobernante armenio en visitar el vecino país en casi 100 años, y el primer Presidente desde cuando Armenia es independiente. El partido de fútbol selló la jornada diplomática del fin de semana en Suiza, en la cual los gobernantes de ambos países, en medio de protestas nacionalistas, firmaron acuerdos preliminares para restablecer las relaciones, crear una comisión de verdad y reabrir la frontera. La enemistad entre las dos naciones empezó en 1915, cuando miles de armenios fueron deportados al desierto sirio y más de un millón fueron asesinados o murieron de hambruna. A pesar de que Armenia acusa a los turcos otomanos de genocidio, Estambul se niega a responsabilizarse. Aunque los avances diplomáticos de los turcos pueden ser guiños para complacer al viejo continente, en busca de entrar a la Unión Europea, el organismo anunció que Turquía debe hacer más reformas y frenar la violencia interna para lograr la membresía.