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| Foto: Federico Parra / AFP

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Gobierno venezolano extiende el diálogo con la oposición

El gobierno y la oposición de Venezuela extendieron al miércoles las negociaciones sobre la crisis política. El punto central son las elecciones que el oficialismo adelantó para antes del 30 de abril y en las que el presidente Nicolás Maduro buscará reelegirse.

31 de enero de 2018

El gobierno y la oposición de Venezuela extendieron al miércoles las negociaciones sobre la crisis política, centradas en las elecciones que el oficialismo adelantó para antes del 30 de abril y en las que el presidente Nicolás Maduro buscará reelegirse.

"Hemos acordado mantener el trabajo durante toda la noche (...). Mañana, a las nueve de la mañana, reiniciaremos", dijo este martes a la prensa Jorge Rodríguez, principal negociador de Maduro, tras 12 horas de conversaciones.

Rodríguez, ministro de Comunicación, aseguró que "solo faltan dos punticos" de seis para lograr un "acuerdo definitivo", aunque no dio detalles.

Sin embargo, aseguró que está "98% seguro" de que se logrará el objetivo.

Los representantes opositores no hicieron comentarios.

Los delegados del gobierno y la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que el lunes tuvieron una primera jornada de discusiones, intentan acercar posiciones en un sobresaltado diálogo que empezó el 1 de diciembre en República Dominicana.

En contraste con el optimismo de Rodríguez, Maduro denunció más temprano en Caracas que Estados Unidos presiona a la oposición para que no firme un acuerdo y "sabotear el proceso electoral".

Posteriormente, la embajada estadounidense en Caracas publicó en Twitter que "espera" que el gobierno tenga el "coraje" de reformar el poder electoral -exigencia de la MUD- y acordar con la oposición la fecha exacta de las presidenciales.

La oposición exige "garantías electorales", mientras el gobierno pide apoyo para revertir las sanciones económicas que impuso Washington a Venezuela en agosto pasado.

Otros temas sensibles son el reconocimiento a la oficialista Asamblea Constituyente -desconocida por la oposición y parte de la comunidad internacional- y el levantamiento del desacato en que la justicia declaró al Parlamento de mayoría opositora.

También se discuten salidas a la crisis socioeconómica, con hiperinflación y escasez de comida y medicinas.

Las pláticas se realizan bajo tensión porque la Constituyente -que preside Delcy Rodríguez, también negociadora del gobierno- convocó hace una semana a elecciones adelantadas, pese a que la fecha de las presidenciales -tradicionalmente realizadas en diciembre- se discutía en Santo Domingo.

Las fricciones también aumentaron porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de servir al gobierno, excluyó el pasado jueves a la MUD de los comicios, argumentando que es una alianza integrada por varios partidos y que no se permite la doble militancia.

Garantías mínimas 

El adelanto de los comicios descolocó a la fracturada MUD. La fecha de la elección debe aún ser fijada por el poder electoral, acusado por la oposición de prácticas "fraudulentas" para la permanencia de Maduro en el poder.

Acorralada, la coalición anunció que acudía a las negociaciones para "exigir las garantías que permitan unas elecciones justas" y "protestar por las últimas decisiones del gobierno" y "su visión totalitaria".

Una de las demandas es que haya "observación internacional", aseguró el diputado y negociador de la MUD, Enrique Márquez

"El gobierno pudiera estar entregando un par de condiciones electorales para tratar de legitimar las presidenciales (...), tratar de forzar una condición mínima" para que participe la oposición, declaró a la AFP el consultor político Oswaldo Ramírez.

El tiempo corre contra la oposición. Mientras Maduro, cuya candidatura oficializará el domingo el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), está en plena campaña, sus adversarios no deciden si irán a primarias o si buscarán por consenso un candidato único.

La Constituyente ordenó además a los tres mayores partidos de la MUD volverse a inscribir ante el poder electoral para disputar las presidenciales, debido a que no participaron en los comicios de alcaldes de diciembre argumentando que las elecciones de gobernadores de octubre fueron fraudulentas.

Voluntad Popular (VP), partido fundado por Leopoldo López -en prisión domiciliaria-, decidió no reinscribirse; Acción Democrática (AD) afirmó haber conseguido el fin de semana las firmas necesarias para hacerlo y Primero Justicia (PJ), del excandidato presidencial Henrique Capriles -inhabilitado políticamente-, deberá intentarlo los próximos sábado y domingo.

Encabezada por el diputado Julio Borges, la delegación de la MUD acudió a la cita sin uno de sus negociadores principales, Luis Florido, de VP, quien faltó en protesta por el adelanto de los comicios.

En Santo Domingo asisten como facilitadores los cancilleres de Nicaragua y Bolivia, el embajador de Chile y el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

Los cancilleres de Chile y de México fueron invitados por la MUD, pero el mexicano abandonó la mesa tras rechazar el adelanto de las presidenciales.

"No observamos seriedad en la mesa", dijo este martes el canciller mexicano, Luis Videgaray, asegurando durante una reunión en el Senado de ese país que la fecha de las presidenciales que se discutía en la negociación era distinta.