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GOL AL ZORRO DEL DESIERTO

Marruecos impidió que Khadafi se convirtiera en Presidente de la Unidad Africana al sabotear la Novena Conferencia.

6 de septiembre de 1982

La décima novena conferencia de la Organización para la Unidad Africana (OUA) que reúne cada uno a la mayor parte de los jefes de Estado de este continente, fue anulada por falta de quorum. Programada entre el 5 y el 8 de agosto, en Tripoli (Libia), esta reunión--que debía otorgar por un año la presidencia de la organización al presidente Khadafi fue, finalmente, transformada en una minicumbre de países "progresistas", limitando así, el fracaso del líder libio.
La incertidumbre sobre la celebración de la tradicional "fiesta africana" había nacido el 26 de julio, día de la apertura de la primera parte de la conferencia, cuando los ministros de relaciones exteriores, encargados de la preparación de los debates y del orden del día, no lograron reunir el quórum necesario: 34 países, para iniciar sus trabaJos.
La oposición de Marruecos y otros 18 países a participar en la conferencia, al lado de la República Arabe Saharauí Democrática--RASD- fue mantenida a pesar de los esfuerzos de Nigeria para convencerlos de asistir a las conferencias para luchar, en su seno, contra la admisión de la RASD, en febrero, a la OUA. (ver recuadro).
Después de varias "reuniones informales", Ali Triki, portavoz de la delegación libia, anunció el 29 de julio que la RASD había aceptado "retirarse voluntariamente y temporalmente" de la conferencia pero participaría en la reunión preparatoria de ministros que debía reunirse hasta el dos de agosto.
Los términos de este "compromiso" fueron, inmediatamente comunicados a las 37 delegaciones presentes en Tripoli y a todos los países ausentes por intermedio del presidente de la OUA, Daniel Arapmoi.
A pesar del optimismo de los libios, la nueva maratón diplomática no dio resultados. En su respuesta, Marruecos hizo saber, por intermedio de su ministro de relaciones exteriores señor Bucetta, que su participación dependía del estricto respeto a las decisiones de la conferencia de Nairobi en 1981, y señalaba otras irregularidades del encuentro de Tripoli: considerar como participante, un grupo de opositores de Somalíes, contra la voluntad del gobierno legal de Mogadiscio y, en segundo lugar, permitir la presencia de tres delegaciones del Chad. Una, del gobierno de Yamena, otra del presidente depuesto Gukuni Uedei y, en fin, la tercera del líder sudista Kamague.
Estas observaciones del gobierno de Rabat y algunas declaraciones relatadas por los periodistas presentes en Tripolí, hacen pensar que, detrás del contencioso entre Marruecos y la RASD, se oculta en realidad, una viva hostilidad al presidente Khadafi. La posición del presidente gineano, Seku Ture, quien afirmó que ni siquiera respondería al líder libio, sería una muestra del sentimiento que reina entre los diez y ocho países aliados de Marruecos.
Acusado de ser el más importante desestabilizador de Africa, el líder libio fue objeto, durante este año de una virulenta campaña por parte de Estados Unidos preocupado por la presunta presidencia de la OUA, sobre todo después de que la influencia soviética ha aumentado en Africa (Etiopía, Mozambique, Angola).
Respondiendo a aquellos que desean confinar la cumbre africana en un solo problema político--referencia al problema del Sahara--, el presidente libio visiblemente decepcionado, afirmó que el principal problema africano sigue siendo el del desarrollo y acusó al "colonialismo norteamericano" de haber "sobornado ciertos jefes de Estado" para no asistir a Trípoli. "Nosotros poseemos pruebas oficiales que establecen esos hechos" agregó el dirigente libio.
Dirigiéndose a la parte "revolucionaria" de Africa, Khadafi afirmó: "Nosotros no somos débiles. Nosotros somos la parte fuerte de Africa. Nosotros impondremos a los otros nuestra posición que tendrán que aceptar como modelo. Nosotros no sornos las palomas de Africa, sino sus halcones y, en cualquier circunstancia, la victoria pertenece a los halcones".
"La declaración de Tripoli" de los 26 países favorables a la RADS firme sobre el fondo pero moderado en la forma--hace pensar que un compromiso podría ser establecido en los próximos meses.
En este sentido, la tentativa de golpe de Estado que ha afectado directamente al presidente de la OUA, Daniel Erap Moi podría complicar las negociaciones para salvar la OUA de la crisis más importante de su historia. -
José Hernández, corresponsal de SEMANA en Europa. -
EL POLISARIO Y MARRUECOS
¿Antigua colonia española, que debe gozar de derecho a la autodeterminación o simples provincias marroquies que deben reintegrar el país?
El conflicto del Sahara occidental, que dura desde hace casi diez años, ha transformado, de manera decisiva, las relaciones de los países del norte de Africa. Marruecos, Mauritania y Argelia.
Para Marruecos no hay duda. Sus provincias han sido objeto de múltiples reivindicaciones incluso por medios militares, como fue el caso entre 1954 y 1958.
En esa época había dos ejércitos, aseguran los socialistas marroquíes. uno, al norte, que luchaba contra las tropas francesas por la independencia y, otro en la parte meridional, que trataba de liberar las provincias saharianas de la dominación española. Después de la independencia, el 3 de marzo de 1956, el segundo ejército, compuesto de Saharauis, bajó hasta Mauritania logrando liberar una buena parte del territorio que fué, finalmente, restituido a España, gracias a la ayuda de Francia.
Marruecos, obtuvo sin embargo la zona de Tarfaya, en abril de 1958 mientras que Mohamed V padre de Hassan II, dispersaba el ejército en el que véía una amenaza para su segundo trono.
La monarquía habría optado por salvar sus intereses, afirman los socialistas marroquies, en vez de luchar por la reconquista de sus "provincias" y de Ceuta y Melilla en posesión de España.
Estos reproches históricos, hechos por los socialistas a la dinastía del rey de Marruecos, muestran hasta qué punto existe una unanimidad nacional en torno a la recuperación del "Sahara" occidental.
Eso explica, igualmente, el eco favorable que encontró la "Marcha verde" organizada después del reparto del territorio con Mauritania, auspiciado por España, y que permitió la entrada del ejército Marroqui en noviembre de 1975.
Dividiendo el Sahara occidental Madrid había buscado evitar una guerrá, de tipo colonial, con el frente Saharaui, creado el 10 de mayo de 1973. Y cuya existencia había sido ignorada por Marruecos y Mauritania hasta 1978.
El Frente Polisario proclamó, entretanto, la "República Arabe Saharaui Democrática, RASD, e intensificó sus acciones militares contra los "dos colonizadores" logrando obtener, en 1979, la retirada negociada de las tropas de Mauritania y, un año más tarde, el reconocimiento, de las Naciones Unidas como representante legitimo del pueblo de Saharaui.
Marruecos, incapaz de combatir en pleno desierto, prefirió dedicarse a defender, gracias a la construcción de un "muro" de 600 kilómetros, el "triángulo útil" (EL AIUN, Bucraa, y Smara) cuyas reservas de fosfato son unas de las más ricas del mundo.
Reconocido por 50 paises (26 en Africa y 10 en América Latina y el Caribe), la RASD obtuvo un nuevo triunfo diplomático al ser aceptada, en febrero pasado como miembro de la OUA, en una reunión de ministros de relaciones exteriores, en Addis Abeba, dirigida por su secretario, Eden Kojdo, decisión que fue, inmediatamente criticada por el presidente de la OUA, Daniel Arapmoi, pues, como dijo, dar iniciativa depende únicamente de los jefes del Estado.
Marruecos, en compañía de otros 18 paises, decidió boicotear todas las reuniones de los organismos de la OUA manifestando que cualquier solución debe basarse en las decisiones de la reunión de la OUA en Nairobi, el año pasado, es decir, organización de un referéndum; estudio de proposiciones capaces de establecer y garantizar un alto al fuego. Un hecho parece favorecer, sin embargo, la reivindicación a la autodeterminación formulada por el Polisario el respeto de las fronteras heredadas del colonialismo, sin lo cual, aseguran numerosos africanos, el continente estallaría en mil pedazos. -