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Hombres hacen el alistamiento de las mesas de votación en San Lucas Toliman, el domingo, antes de los comicios generales en Guatemala. | Foto: AP/Rodrigo Abd

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Guatemaltecos votan para presidente en elecciones generales

Millares de guatemaltecos comenzaron a dirigirse a los centros de votación el domingo para elegir presidente, vicepresidente, diputados y alcaldes en elecciones generales en que la primera opción presidencial la tiene el militar retirado Otto Pérez Molina, según las encuestas.

11 de septiembre de 2011

El padrón electoral consta de 7,3 millones de votantes en este país de 14,7 millones de habitantes.

"Entro a trabajar a las ocho y voto tempranito para salir de ésto... Estoy contagiado de esta fiesta cívica", dijo a  Jorge Luiz Guzmán, el primero de una fila de más de 100 personas que aguardaba que abrieran un centro de votación en el norte de la capital.

Los sondeos de opinión publicados por medios locales reflejan que Pérez Molina, ex oficial de inteligencia, acapara entre el 42% y 48% de la intención de voto. El militar retirado, de derecha, necesita 50% de los votos válidos para alzarse ganador en la primera vuelta. El próximo presidente servirá un mandato de cuatro años a partir de enero.

Las encuestas sitúan en el segundo lugar al también derechista Manuel Baldizón, un magnate del norteño departamento de Petén, con poco más de 20% de la intención de voto. En tercer lugar está el matemático Eduardo Suger, quien tiene cerca de 12%.

"Voto porque es mi deber, porque soy guatemalteco pero también para que se componga tanta violencia, corrupción, impunidad y falta de empleo en mi país", dijo Luis Eduardo Rodríguez Contenti, un veterinario de 68 años que trabaja en Petén.

"Mi trabajo ha disminuido en un 60 por ciento, en particular después de lo de marzo", enfatizó. En marzo, 27 personas fueron decapitadas en Petén. Las autoridades responsabilizaron del hecho a los Zetas.

Tanto Pérez Molina como Baldizón han centrado su campaña en ofrecer seguridad y empleo a los guatemaltecos, que viven aterrorizados por el crimen organizado y la delincuencia común.

Con 45 asesinatos por cada 100.000 habitantes este es uno de los países más violentos de la región según un informe del Banco Mundial.

Quienes pueden pagarlo, contratan guardias armados, compran vehículos con vidrios oscuros y viven en barrios cercados mientras que los más pobres están a merced de las grupos de criminales que les extorsionan además de robar en autobuses y comercios en las zonas urbanas menos favorecidas.

Entre los retos que tendrá el próximo presidente estará combatir al temido cártel del narcotráfico llamado "Los Zetas". Esta organización ha demostrado su poder en las áreas del país donde hay rutas de trasiego de drogas. En dos de estas provincias, Cobán y Petén, el gobierno de Alvaro Colom tuvo que declarar estado de sitio y enviar al ejército para recobrar el control. Guatemala es uno de los principales puntos de paso de la cocaína producida en Sudamérica en su ruta hacia el mercado estadounidense.

Pérez Molina ha buscado distanciarse de la imagen de militar con que sus opositores lo presentan. En la campaña de 2007, cuando perdió por escaso margen contra el actual presidente Alvaro Colom, el general retirado se posicionó en la mente de los votantes como "El Mano Dura" ofreciendo un combate frontal a la delincuencia. Recientemente ha suavizado el mensaje para referirse a su propuesta de "seguridad democrática" y ha asegurado que la "mano dura" se refiere a tener carácter y decisión.

Baldizón también ha centrado su oferta electoral en la seguridad. Prometió reinstalar la pena capital y televisar los fusilamientos. Además ofreció obligar a los empresarios a pagar un salario anual extra a sus empleados y hasta dijo que durante su eventual mandato Guatemala clasificaría por primera vez en su historia para una copa mundial de fútbol.

Baldizón se benefició de la ausencia de la ex primera dama Sandra Torres, quien se divorció en abril para esquivar la ley que prohibe a los parientes del Presidente competir por la presidencia. Luego de una larga batalla legal, sus opositores lograron que la Corte de Constitucionalidad impidiera la candidatura de Torres.

Torres, la gran ausente en estas elecciones tuvo en el momento de mayor popularidad cerca del 18% de intención de voto contra casi el doble para el ex oficial. Es la primera vez desde el retorno de la democracia en que el partido de gobierno no compite con un candidato presidencial.

El resto de la intención de voto que no acaparan Pérez Molina y Baldizón, se reparte entre ocho otros candidatos. Entre ellos la Premio Nobel de la Paz 1992 Rigoberta Menchú, la única candidata de izquierda quien tiene un 2,6% según la encuesta publicada a principios de mes por Prensa Libre. Además, hay un 11% que asegura que votará en blanco. Torres pidió a sus seguidores que votaran nulo en protesta a su prohibición a participar. Sin embargo, las encuestas no aclaran porqué los entrevistados votarán en blanco.

Es la séptima vez que hay elecciones libres en el país desde el retorno de la democracia en 1986 tras décadas de gobiernos dirigidos por militares.