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Guerra de bloques

La elección del nuevo secretario general de la OEA se ha convertido en otro escenario de confrontación entre Estados Unidos y Venezuela.

3 de abril de 2005

La campaña para elegir al nuevo secretario general de la OEA ha dejado en evidencia las grandes divisiones que existen actualmente en América Latina. Es así como a pocos días de la elección, que se llevará a cabo el 7 de abril, el nombre de quien deberá dirigir a este organismo en los próximos cuatro años es todavía incierto. "La votación se está manejando a nivel de cancilleres y presidentes, por lo que está siendo muy hermética", dijo a SEMANA la ex consejera de la misión de colombiana ante la OEA Pilar Gaitán.

El hecho de que no exista un consenso sobre el nuevo secretario general se debe a que en la actualidad hay tres bloques muy fuertes compitiendo por el cargo. Y es que según explicó a esta revista el vicepresidente de política de Inter-American Dialogue, Michael Shifter, "el nuevo secretario general se enfrentará a un contexto político polarizado en el hemisferio, que se ha visto reflejado en la desafortunadamente tensa competición por la posición misma".

El primero de esos bloques está liderado por Estados Unidos y tiene como representante al ex presidente salvadoreño Francisco Flores, quien fue respaldado directamente por el presidente George W. Bush y que también tiene el apoyo de Colombia "en reconocimiento a la histórica aspiración de esa subregión", dijo la canciller Carolina Barco. Sin embargo, un analista que pidió reserva de su nombre advirtió que esta posición, además del extremo alineamiento con Estados Unidos, se justifica en que El Salvador siempre ha apoyado a Colombia en su disputa limítrofe con Nicaragua.

Flores, quien se identifica ideológicamente con los conservadores de la Casa Blanca, es, según los analistas consultados por SEMANA, el candidato que más polarizaría la organización en caso de salir electo. Sin embargo, todo parece indicar que los movimientos estratégicos que han llevado a cabo los estadounidenses en los últimos días lo están convirtiendo en el candidato con más opciones a quedarse con el puesto.

El segundo bloque, conformado por el ala izquierda de América latina, es decir, Brasil, Venezuela, Uruguay, Argentina y Chile, está representado por el ministro del Interior y ex canciller chileno, José Miguel Insulza, quien al comienzo de la campaña parecía tener todas las opciones para salir ganador. Según varios analistas, Insulza es el candidato que por su carácter, experiencia y liderazgo tiene las mejores credenciales para quedarse con el máximo cargo de una organización en la que "el éxito se basa en la seriedad y tenacidad del secretario general", dijo uno de ellos.

Sin embargo, la aceptación del chileno entre los miembros de la OEA se ha visto disminuida debido al apoyo que tiene de Venezuela. Es claro que el gobierno estadounidense está librando una batalla de poderes contra el gobierno de Hugo Chávez y hará todo lo posible para que Insulza no salga elegido; es más, "ellos están convencidos de que va a ganar Flores", dijo.

El último bloque está representado por el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, quien a pesar de no ser el principal favorito ha ido ganando apoyo en los últimos días y podría dar la sorpresa el día de la elección. Derbez, considerado un hombre de centro izquierda, es el que menos polémica despierta y quien podría recibir los votos de uno de los otros dos bloques en el caso de que alguno de sus candidatos quede eliminado para una segunda ronda. Este bloque cuenta hasta el momento con el apoyo de Canadá, Bolivia, Honduras y Paraguay, entre otros países.

"La nueva configuración de alianzas está delimitada claramente. Después de todo, la OEA es la única organización regional en el mundo que tiene una superpotencia como uno de sus miembros. Lidiar con una asimetría tal ha sido difícil históricamente, pero en el clima político actual es más difícil", aseguró Shifter.

Los tres candidatos tienen asegurados, por el momento, ocho votos cada uno y están a la espera de la decisión que tomen los países del Caribe -14 en total-, quienes históricamente son los que han inclinado la balanza a la hora de las votaciones.

Esto explica que los tres bloques en disputa estén llevando a cabo una campaña de conquista hacia los miembros de Caricom, pues cada uno de los 34 países que integran la organización tienen el mismo poder, es decir, un país, un voto.

Pero gane quien gane, lo seguro es que el nuevo secretario tendrá muchos retos por delante. Empezando por recuperar su credibilidad, pues el escándalo que llevó al ex presidente costarricense Miguel Ángel Rodríguez a renunciar en noviembre pasado, sólo tres semanas después de haber asumido el cargo, dejó a este organismo debilitado. Pero sus retos no terminan allí. Según Shifter el nuevo secretario general tendrá que afrontar dos retos fundamentales adicionales. "El primero es el financiero. El segundo es definir y acordar cuáles son las funciones fundamentales de la OEA. ¿Debe la organización concentrarse en cuestiones políticas, diplomáticas y de seguridad, o debería preocuparse con el desarrollo social y económico?". Para muchos analistas, de esta decisión dependerá el futuro de la OEA.