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Vista general de la construcción estancada del ministerio del Interior este martes. | Foto: EFE

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Haití continúa sumido en el caos

Tras cinco años del devastador terremoto el país sigue siendo profundamente pobre.

13 de enero de 2015

En calles atestadas donde frágiles viviendas de concreto se vinieron abajo y personas angustiadas buscaban a familiares, los haitianos hicieron una pausa el lunes para recordar el devastador terremoto de enero de 2010 que desbarató gran parte de la populosa capital y el área circundante.

A las 4:53 p.m., el momento en que hace cinco años el sismo de magnitud 7,0 sacudió el terreno y trastocó la vida de mucha gente, muchos residentes de Puerto Príncipe compartieron un momento de calma para recordar a los muertos antes de reconfortarse en las rutinas de la vida diaria.

"Hace cinco años, Haití estaba sumido en un gran dolor. Oro por los que murieron y te agradezco Dios por no llevarte la vida de mis hijos", dijo Edline Guervil con los ojos fuertemente cerrados durante una oración familiar en su lavandería, la cual se ubica en un barrio que resultó muy afectado y en el que muchos de sus vecinos murieron.

Cientos de personas acudieron a una misa católica justo después del amanecer en una nueva iglesia construida al lado de la ruinosa catedral nacional, cuyos restos aún dominan el empobrecido vecindario de Bel Air en el centro de Puerto Príncipe.

"Este es el aniversario del día que nunca puedo olvidar", afirmó Gladys Lambard, que perdió a su esposo y a su hermana en el terremoto, mientras caminaba hacia el interior de la iglesia del brazo de su hija de 14 años. "La tristeza de ese día me marcó para siempre".

Sin embargo, en momentos en que la nación de 10 millones de habitantes recordaba el quinto aniversario del sismo, una crisis política entre el presidente de Haití y el Parlamento que ha obligado a demorar las elecciones legislativas amenaza con socavar la estabilidad política del atribulado país.

El presidente Michel Martelly y legisladores de oposición han estado enfrascados en un enfrentamiento político desde 2011, cuando se suponía que él convocaría a unos comicios para elegir una mayoría de los escaños del Senado, toda la Cámara de Diputados y puestos locales. Un grupo de senadores de oposición que acusan a Martelly de intentar socavar la Constitución han bloqueado una votación que habría conducido a la aprobación de una ley electoral.

El período del Parlamento concluía el lunes y no se ha sancionado ninguna ley que permita una votación.

El mandatario, que deja el puesto el año próximo, pronto podría firmar un decreto con el que permitiría que Haití celebre elecciones legislativas más adelante este año. Le dijo a The Associated Press el lunes por la mañana que está perdiendo la esperanza de que los legisladores aprueben una ley al respecto antes de que el Parlamento se disuelva.

"Es responsabilidad suya hacerlo, no mía. Sólo espero que lo hagan, pero ha estado ahí tanto tiempo que creo tenemos pocas posibilidades", declaró Martelly a la AP en una ceremonia en honor de las víctimas del terremoto en una fosa común al norte de la capital.

Después de días de negociaciones con personajes de la oposición, el presidente anunció el domingo que había forjado un acuerdo de último momento con los líderes de cuatro partidos opositores, lo que generó esperanzas de que pronto pudiera aprobarse una ley electoral. Pero una sesión parlamentaria de emergencia programada para el lunes no se llevó a cabo.

En la ceremonia conmemorativa en el feriado nacional, Martelly contrastó la solidaridad que los haitianos mostraron luego del terremoto con la problemática situación política que soportan ahora. Manifestantes de la oposición se han enfrentado repetidas veces con policías antimotines en el centro de Puerto Príncipe durante protestas para exigir la renuncia del mandatario.

"Ya es suficiente", afirmó Martelly en su discurso, dirigiendo sus palabras a grupos opositores que orquestan las manifestaciones callejeras. "Denle una oportunidad al país, en nombre de todas las víctimas que murieron hace cinco años".

Martelly habló en las afueras del norte de Puerto Príncipe, donde él y la primera dama colocaron flores blancas frente a un gran trozo de escombros ubicado sobre un pedestal de concreto. El sitio está siendo desarrollado como un monumento en honor de los que perdieron la vida.

El gobierno ha dicho que más de 300.000 personas murieron, pero la cifra exacta se desconoce porque no hubo un esfuerzo sistemático para contar cadáveres en medio del caos y la destrucción.

Carine Joiceus, una agente aduanera de 44 años que asistió a la misa, sufrió la pérdida de un brazo. Desde entonces ha tenido dos hijos y dijo que aprendió a aceptar la mutilación.

"Recuerdo que pasé todo el primer año llorando", señaló. "Pero desde entonces mi vida ha continuado y pienso en el futuro".

Para el país como un todo, la recuperación ha sido dispareja.

Las Naciones Unidas dicen que Haití ha recibido más de 80 % de unos 12.450 millones de dólares prometidos por más de 50 países y agencias multilaterales desde el desastre. Partes de la capital están llenas de nuevas construcciones y la cifra de individuos que viven en precarios campamentos de tiendas ha disminuido de unas 1,5 millones de personas después del terremoto a aproximadamente 80.000 en la actualidad.

Pero el país sigue siendo profundamente pobre y enfrenta muchos de los mismos desafíos que antes del sismo. El Banco Mundial dice que más de 6 millones de aproximadamente 10,4 millones de habitantes viven por debajo de la línea nacional de pobreza de 2,44 dólares al día.