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Lasso tiene una favorabilidad de 18% entre los potenciales votantes ecuatorianos, según encuestas. | Foto: SEMANA

ENTREVISTA

“Hay que descorreizar a Ecuador”: Lasso

El candidato que más puede complicar la reelección de Rafael Correa, habló con Semana.com

Nathan Jaccard, enviado especial de SEMANA a Quito
4 de febrero de 2013

A menos de dos semanas antes de las elecciones presidenciales del 17 de febrero en Ecuador, Rafael Correa quiere dar la impresión que los juegos están hechos y que tiene la victoria asegurada. Aunque la oposición está dividida en una multitud de candidaturas, Guillermo Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (Creo) es el segundo en la mayoría de las encuestas con cerca de 18 por ciento de las intenciones.

Guayaquileño de 57 años, fue presidente del Banco de Guayaquil, gobernador de la provincia de Guayas, ministro de Economía y embajador. Se prepara desde hace dos años para estas elecciones (www.guillermolasso.ec). Habló con Semana.com en Quito.

Semana.com: ¿Para quienes no lo conocen en Colombia, quien es usted en pocas palabras?

Guillermo Lasso: Soy un ecuatoriano de clase media, mi padre nació en 1900, mi madre en 1916. Se casaron, tuvieron 11 hijos, yo fui el número 11. Mi padre fue funcionario público, con un sueldo sostuvo a 13 miembros de la familia, y eso alcanzaba para todos.

A los 15 años tuve que comenzar a trabajar para pagar la pensión de mi colegio y ayudar a mi familia. De ahí para acá no dejé de trabajar y emprender durante 42 años y he podido construir un patrimonio creado honestamente, que me permite vivir con tranquilidad.

Y bueno estoy en la política porque me interesa mucho plantear ideas e implementarlas para superar la pobreza en el Ecuador.

Semana.com: Desde la campaña de Rafael Correa lo han señalado por haber sido banquero y por haber trabajado con el gobierno de Jamil Mahuad (destituido en 2000) ¿Es un estigma en el Ecuador de hoy?

G.L.: Nadie en el mundo debe considerar a su profesión como un estigma. El hecho que existieron banqueros que no cumplieron con la ley, no es porque fueran banqueros. Sino porque su actitud fue inmoral e ilegal. Así que hay gente que se hubieran despeñado de médicos, abogados, de ingenieros o de banqueros e igual hubieran cumplido la ley y la ética como yo la cumplí.

El actual candidato a la reelección trate de disminuirme diciéndome que fui banquero o que lo soy, trata de hacerlo con una campaña sucia vinculándome con el gobierno de Mahuad.

Yo quiero decir que el candidato Rafael Correa estuvo en el 2006 en mi casa y dijo que yo era una persona seria, diferente, honesta y me pidió apoyos económicos y de opinión para su campaña. Es claro que esas acusaciones son simplemente de conveniencia porque compito en un a lid electoral, porque estoy creciendo en las encuestas y él está bajando. Él tiene miedo.

Fui gobernador de Guayas (provincia de Guayaquil) en el gobierno de Mahuad, fui ministro de economía por 30 días y me retiré por discrepar con él. Como gobernador no tuve nada que ver con las decisiones financieras del gobierno, el presidente no llama a consultar lo que va a hacer o lo que no va a hacer.

Semana.com: ¿Qué proyecciones tiene para las elecciones?

G.L.: Ya estamos en segunda vuelta, la intención de voto supera el 26 por ciento. Con eso vamos a segunda vuelta.

Semana.com: El petróleo está jalando la economía pero usted propone un modelo distinto. Desde el extranjero hay la percepción que Ecuador va bien. ¿Por qué cambiar?

G.L.: Ya vivimos este boom en los setenta, apoyado en dos pilares: alto precio de petróleo y endeudamiento público agresivo. Y eso es lo que estamos viviendo hoy. ¿Qué vino después de los setenta? Los ochenta, llamada la década perdida. Y luego la crisis de la deuda, no había como pagar.

Yo promuevo diversificar la economía, apoyar a los sectores productivos, promover la inversión para hacer más sostenible el desarrollo más sólido el crecimiento.

El 28 por ciento de los ecuatorianos tienen ingresos menores de 75 dólares al mes. Y la canasta familiar tiene un costo de 595 dólares. Cuidado con lo que se ve desde lejos, no tiene que ver con la realidad del 30 por ciento de los ecuatorianos, bajo la línea de pobreza.

El boom petrolero y el endeudamiento agresivo no se están traduciendo en reducción de pobreza y distribución de riqueza de manera adecuada que permita al Ecuador un desarrollo sustentado.

Semana.com: Usted dice que el estado ha sido “correizado”. ¿Qué entiende con eso?

G.L.: Esa “correización” significa la pérdida de la calidad de la democracia, pérdida en materia a las libertades individuales, pérdida de libertad de expresión, incautación de medios al grupo Isaías y que ahora le pertenecen al grupo Correa. Porque trabajan para promover la imagen del candidato Correa y para atacar al resto de candidatos que no coinciden con las tesis de Correa.

Semana.com: ¿Usted ha tenido problemas en la campaña?

G.L.: Me han atacado con campañas sucias y de mentiras. He recibido a través de Twitter amenazas de muerte por parte de funcionarios del gobierno, que han incitado a los ecuatorianos bajo un hashtag “matemos a Lasso”. Hay un nivel de agresividad verbal que se está convirtiendo en agresividad física. Es necesario parar esa violencia, hay que descorreizar al Ecuador para tener un futuro de paz.

Semana.com: ¿Qué tan equilibradas y justas han sido estas elecciones contra un candidato que busca la reelección?

G.L.: No estoy haciendo una candidatura contra nadie, sino pro ecuador. Es una campaña absolutamente inequitativa. Es un partido de futbol con la cancha inclinada, él arbitro está vendido y las barras están pagadas con subsidios y bonos para que aplauden a este mal número 10 que quiere hacer trampa, que no juega limpio, que miente, que hace faltas a través de campañas sucias.

Se quiere sostener en el poder como lo intentó hacer Hitler, sobre la base de una campaña propagandística creando falsos enemigos, como lo fueron los judíos en su momento. En este caso Correa crea falsos enemigos en los medios de comunicación y en todo ecuatoriano que piense diferente al gobierno.

Semana.com: Uno de los problemas que más preocupan a la gente es la seguridad ¿Cuál es la solución?

G.L.: En materia de seguridad hay tres niveles de problemas. El primero es la delincuencia común que existe en toda sociedad. Propongo incrementar los policías en 2000 y cumplir con un estándar internacional de 4 policías por mil.

El segundo es el crimen organizado local, hay que actuar con inteligencia policial y someter a los capos. Para ello hay que tener un presidente convencido de eso, que respalda a la policía.

Y el tercer nivel, que es un fenómeno nuevo, de los últimos seis años, es el narcotráfico, la trata de blancas y otros delitos derivados del crimen organizado internacional. Hay que revisar la política migratoria, no para decirle no a profesionales, pero no queremos que vengan ni Gatubela, ni el Guasón o ni el Pingüino. Por eso hay que trabajar con todas las autoridades y evitar lo que lamentablemente ha sufrido Colombia.

Semana.com: ¿A nivel de región, de relaciones internacionales, cuáles son sus proyectos?

G.L.: América Latina tiene que recuperar la democracia. Es necesario recuperarla en muchos países.  Ecuador es uno, también en Argentina, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. Estos países no viven una democracia plena. La OEA ha realmente caído en su peor momento cuando se arrodilló frente a regímenes como el de Venezuela al no pronunciarse sobre lo que está pasando. ¿Cómo puede ser posible que un presidente en esas condiciones siga gobernando sin juramentar?

La democracia está en crisis. Yo hubiera deseado que líderes de América Latina como el presidente Santos hagan oír su voz de rechazo, de reclamo a esta situación, para dar señales claras a nuevos actores políticos en la región, como yo, para decir que hay líderes que tienen compromisos con la democracia. Pero se han quedado callados frente a Venezuela, o lo que pasa en Argentina o Ecuador.

Semana.com: ¿Que está en juego el 17 de febrero?

G.L.: El 17 de febrero no se escoge entre el candidato Correa y Lasso, se escoge entre un modelo que camina al totalitarismo y el modelo que quiere fortalecer la democracia en Ecuador y pegar un grito para fortalecerla en América Latina.