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Humo espeso por los incendios invaden Moscú

Rusia experimenta la peor ola de calor desde que se llevan registros, lo que ha contribuido a alimentar incendios forestales en el centro y oeste del país.

4 de agosto de 2010

Los incendios descontrolados que han arrasado con bosques, pueblos y una base militar en Rusia enviaron el miércoles la más espesa nube de humo niebla sobre Moscú.

Los pasajeros en el tren subterráneo moscovita dijeron que una neblina irritante cubría las plataformas, y la municipalidad advirtió que el humo conllevaba riesgos por ser portador de gases tóxicos, incluso anhídrido carbónico.

Hacia el este, los bomberos luchaban contra las llamas que se acercaban a una instalación ultrasecreta de investigación nuclear.

Rusia experimenta la peor ola de calor desde que se llevan registros, lo que ha contribuido a alimentar incendios forestales en el centro y oeste del país. Los bomberos han extinguido 293 incendios, pero se han detectado otros 403 mientras más de 500 seguían ardiendo en vastas partes del campo, algunos de ellos descontrolados, dijo el ministerio de Emergencias. El fuego ha causado 48 muertes.

Los vientos secos han enviado nubes de humo niebla sobre Moscú que se hicieron más espesos el miércoles. Un manto de niebla oscurecía la capital y penetraba las líneas de trenes subterráneos.

A los 10 millones de residentes de Moscú se les advirtió que se cuidaran del humo contaminante, que proviene de incendios de turberas en el sur y el este de la ciudad. Las turberas fueron desecadas en la era soviética para extraer turba, lo que las hizo vulnerables a los incendios, particularmente en temperaturas calurosas.

Los indicadores de contaminantes en la capital llegaron a un nivel crítico en la noche del martes al miércoles e "incluso la gente sana debe tomar medidas preventivas", dijeron los meteorólogos de Moscú en una declaración. No especificaron las medidas convenientes, aunque las autoridades han instado a la gente a usar mascarillas faciales en exteriores.

"Me levanté en la madrugada y pensé que me moriría sofocada", afirmó Yadviga Pashkova, una ex maestra de escuela que vive en el sector central de Moscú. "Me sentí mal porque no había manera de evitarlo".

A unos 400 kilómetros (250 millas) al este, unos 2.000 soldados del ejército y personal de emergencia combatían las llamas que rodeaban la instalación de investigación nuclear en Sarov.

La situación allí era "tensa pero no crítica", dijo el viceministro de defensa Dmitry Bulgakov después que se despacharon equipos robóticos de bomberos al lugar durante la noche.

"No hay amenaza al Centro Nuclear Federal ni hay motivo de preocupación", dijo Bulgakov según la agencia noticiosa ITAR-Tass.

Se trata del principal centro de investigación nuclear de Rusia y el lugar de origen de las armas nucleares soviéticas.