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INDEPENDENCIA GRITA

La inmadurez política es el mayor escollo a superar por la última colonia africana.

25 de diciembre de 1989

Como era de esperarse,las primeras elecciones realizadas en Namibia dieron una cómoda mayoría a la organización guerrillera Swapo,que luchó durante dos décadas por la liberación del país de la férula surafricana.Sam Nujoma, su líder indiscutible, aseguró su puesto en la nueva Asamblea que se encargará de redactar la Constitución que sellará el final de la última colonia africana. Pero según muchos observadores,lo duro, después de casi 20 años de guerra civil, sólo comienza ahora.
No se trata de que Namibia sea un país pobre. Con apenas millón y medio de habitantes, y un suelo pleno de minerales valiosos, el territorio es más rico en términos de ingreso per cápita que muchos de sus vecinos africanos. Pero parece evidente que la transición hacia la independencia plena se podría estrellar con lo que algunos han dado en llamar "el total analfabetismo político del puebló namibio ".
Ese "analfabetismo"-que en términos literales fue uno de los inconvenientes de las elecciones- tiene su expresión principal en la propia Swapo (Organización del Pueblo del Suroeste Africano).Mientras se ha convertido en sinónimo de independencia, para muchos paisanos suyos la Swapo también se ganó la fama de ser un grupo impredecible y, en ocasiones, errático. A ello contribuyó el mes de abril pasado el haber perpetrado una invasión extemporánea del país que casi echa a perder los esfuerzos diplomáticos y por poco convence al ejército surafricano de mantenerse en el país.
No todo es oscuro, sin embargo. La Swapo ha evidenciado que ha aprendido de la descolonización de otros países del continente negro, y eso se expresa en su llamado a los 70 mil blancos que viven en el país para que no lo abandonen y en sus promesas de no expropiar la economía. El nuevo Estado namibio no debe perder de vista que fue la presión internacional, y no la victoria de la Swapo, la que sacó a los surafricanos. Según esos analistas, si Namibia logra establecer una democracia pluralista y, sobre todo, no tribal, el espectro del regreso de su colonizador que quedará acechando al otro lado de la frontera desaparecerá paulatinamente.