Infelices vacaciones

Las vacaciones del expresidente Nicolas Sarkozy no están saliendo como esperaba. No habían pasado 24 horas desde que partió con su familia rumbo a Canadá, cuando la Policía allanó su casa y su oficina en París. La acción obedeció al seguimiento del caso de Liliane Bettencourt, en el que se presume que la campaña de Sarkozy recibió ilegalmente cientos de miles de euros de la heredera de L’Oreal, la mujer más rica de Francia. El escándalo se destapó en 2010, pero no había podido investigarse, ya que el expresidente gozó de inmunidad judicial hasta el final de su mandato en junio pasado. Sarkozy siempre negó haber recibido el dinero y sus abogados insisten en que las redadas serán inútiles. Sin embargo, así salga ileso del affaire Bettencourt, Sarkozy enfrenta, entre otros, cargos por espionaje político y por la financiación de su campaña por parte del exdictador Muamar Gadafi.