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Unos 48 millones de iraníes pueden votar este viernes, pero no todos lo harán. | Foto: AP/Vahid Salemi

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Irán vota en un pulso entre conservadores

Las elecciones parlamentarias que se realizan en Irán son las primeras desde los polémicos comicios presidenciales de 2009, que otorgaron la victoria a Ahmadinejad y que, de paso, provocaron la crisis política más seria desde la revolución islámica de 1979.

Alianza BBC
2 de marzo de 2012

Nadie espera que la jornada de este viernes desencadene algo similar a lo que ocurrió en ese entonces, pero no por eso deja de ser clave: mientras en 2009 se definía la reelección de Ahmadinejad, este viernes lo que está en juego es la lucha de poder entre el mandatario y el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.
 
Esa lucha de poder se debe a que grupos reformistas decidieron boicotear la jornada, lo que da vía libre a una disputa abierta entre estas dos figuras que en 2009 debieron unirse para vencer a la oposición.

Jamenei, el líder supremo desde 1989, representa la primera generación de gobernantes islámicos en Irán y por su investidura cuenta con importantes ventajas.

No sólo controla varios de los hilos del poder, sino que su fuerza se deriva de su alianza cercana con los poderosos Guardias Revolucionarios, cuya tarea es defender el sistema islámico del país y servir de contrapeso a las fuerzas armadas regulares.

Ahmadinejad representa una segunda generación de políticos iraníes, que cuenta con una base de apoyo en la clase trabajadora y que ha buscado reducir el poder los clérigos iraníes.

Esta lucha entre conservadores no sólo será clave este viernes.
 
Como explica el corresponsal de la BBC para Irán, James Reynolds, "la fuerza respectiva de estos grupos después de las elecciones de 2012 definirán el equilibrio de poder para lo que puede ser una votación mucho más importante: los comicios presidenciales de 2013".
 
Boycot reformista

En las elecciones no participa el opositor Movimiento Verde, cuyos principales líderes están sometidos a arrestos domiciliarios desde hace más de un año, luego de haber movilizado protestas contra la reelección de Ahmadinejad.

Los reformistas concluyeron que no vale la pena competir en los comicios y les pidieron a sus simpatizantes que se queden en casa.

Por eso, como explica Reynolds, mientras la fuerza de la oposición se midió en 2009 con base en las protestas callejeras, en 2012 será medida a través de la participación electoral.

No es de sorprenderse, entonces, que tanto quienes apoyan al presidente como los que siguen al líder religioso estén abogando para que haya gran afluencia de votantes.

El ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, señaló en este sentido que "no hay duda de que cuantas más personas voten, más fuerte será la seguridad nacional".

Esto tiene un claro componente internacional. Según analiza la agencia Reuters, quienes están en el poder consideran que una alta participación es una muestra de legitimidad en un momento en que el país está cada vez más aislado internacionalmente y cuando hay una amenaza latente de un ataque de Israel.

"La nación iraní les dará una bofetada a los poderes arrogantes más duro que nunca gracias a la alta participación", dijo Jamenei a una multitud el miércoles.

Las razones para votar

En Irán hay casi 3.500 candidatos que competirán en la elección y 48 millones de ciudadanos que cumplen con los requisitos para presentarse este viernes a las urnas, pero como dice Mehrzad Kohanrouz, del servicio persa de la BBC, muchos electores no saben si depositarán su voto.
 
"La pregunta que surge sobre si ir a votar o alejarse se ha convertido en uno de los temas que más se ha debatido en esta elección", dice Kohanrouz.

Hay otros temas de debate: mientras unos depositarán su voto para demostrarle el apoyo al gobierno en medio de las crecientes presiones internacionales, otros están preocupados porque las sanciones internacionales están afectando su día a día.

Babak, un habitante de Teherán, es uno de los casi cuatro millones de jóvenes iraníes que votarán por primera vez el viernes.

"Sí, tengo problemas con algunas decisiones que han tomado funcionarios iraníes", le escribió al servicio persa de la BBC.

"Pero voy a participar de todos modos, porque creo que Estados Unidos está empeñado en la destrucción de Irán. Sólo miren a nuestros vecinos, Irak y Afganistán".

Por su parte, Ali Arsalan, también de Teherán, considera que "el humo del fuego de las sanciones está quemando los ojos de las personas", en particular porque el costo de vida creció tras la más reciente ola de sanciones.

Una encuesta de Gallup realizada tras las recientes sanciones reveló que el 65% de los iraníes encuestados considera que las sanciones afectarán sus vidas de alguna manera o de gran manera.