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Benjamin Netanyahu. | Foto: AFP

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Claro avance del partido de Netanyahu en legislativas israelíes

La victoria del -por ahora- primer ministro saliente de Israel se muestra como escrita en piedra.

18 de marzo de 2015

Benjamin Netanyahu parecía bien situado en la madrugada de este miércoles para obtener un nuevo mandato al término de las elecciones legislativas que su partido, el Likud, ganaba por claro margen, según resultados casi completos.

Con un 96% de votos escrutados de los comicios del martes, el Likud disponía de una ventaja de cinco escaños en la Knesset (parlamento) ante su principal rival, la lista de centro izquierda Unión Sionista del laborista Isaac Herzog, según la radio pública israelí.

El Likud sumaba 29 escaños de los 120 que cuenta la Knesset, contra 24 escaños la Unión Sionista, según la emisora.

En porcentaje de votos, la Comisión Electoral Central anunció que el Likud recababa un poco más del 23% y la Unión Sionista algo menos del 19%.

Echando por tierra las predicciones antes de los comicios, Netanyahu, que reivindicó la victoria la noche del martes, parecía en buena posición para formar gobierno y cumplir un tercer mandato consecutivo, cuarto contando el de 1996-1999.

"Contra todos los pronósticos, hemos logrado una gran victoria para el campo nacional bajo la dirección del Likud", proclamó Netanyahu ante sus seguidores enardecidos en Tel Aviv a pesar de unos resultados muy apretados, y "ahora debemos construir un gobierno fuerte y estable".

"Todo está abierto", dijo en cambio Herzog a sus partidarios, también en Tel Aviv. "Lo estoy intentando todo para construir un verdadero gobierno social en Israel", afirmó.
 
'Netanyahu lo ha conseguido'

Al Likud de Netanyahu le habían atribuido 28 escaños, de 120 que tiene la Knesset, es decir, uno más que a la lista de centro izquierda Unión Sionista de Herzog, en el sondeo a pie de urna de la televisión Canal 2. En cambio, Canal 1 y Canal 10 daban 27 escaños a ambos campos.

La dispersión de los votos entre una decena de partidos y la complejidad de las alianzas posibles hacían incierto el nombre del próximo primer ministro, que tendrá que gestionar las relaciones degradadas con el gran aliado estadounidense, encarar la ofensiva diplomática palestina y responder a las expectativas económicas y sociales expresadas durante la campaña.

Netanyahu, en el poder desde marzo de 2009, parece mejor colocado que Herzog para que el presidente Reuven Rivlin le encomiende la formación de un nuevo gobierno. Sería su tercer mandato consecutivo como primer ministro, el cuarto contando el de 1996 a 1999.

"Netanyahu lo ha conseguido. Ha logrado subir la pendiente al final. Puede formar un gobierno de derecha con los partidos religiosos y Avigdor Lieberman, o bien un gobierno de unión nacional", dijo a la AFP Claude Klein, especialista de derecho constitucional en la Universidad hebraica de Jerusalén.

"Sobre el papel, Herzog no tiene ninguna posibilidad de constituir una mayoría que dependería del apoyo de la lista árabe", dijo

"Estamos decepcionados", admitía un simpatizante de Herzog, "Netanyahu se ha recuperado estos tres últimos días. Ha arrebatado muchos votos a Lieberman y a (Naftali) Bennett", dos cabezas de lista derechistas.

Todo era fiesta en Nazaret, en el cuartel general de la lista que representa a los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras cuando se creó Israel en 1948.

Esta coalición ha sido noticia al lograr el tercer lugar, con 12 a 13 escaños, según los sondeos, es decir, el mejor resultado de esos cuatro partidos en la historia de Israel. Pero su apoyo a la lista de centro-izquierda podría hacer que Herzog pierda otros socios posibles.

Los sondeos confirmaban el papel crucial de Moshé Kahlon, un ex del Likud que se dirigía al centro y se ha cuidado mucho de anunciar sus intenciones. En su ofensiva de última hora, Netanyahu le ha prometido la cartera de Finanzas.

Una vez proclamados los resultados oficiales, puede que esta misma semana, Rivlin tendrá siete días para cumplir con la tarea capital elegir a cual de los 120 diputados confiar la formación del gobierno. Las consultas empezaron el mismo martes.

Estas elecciones, en las que participaron un 71,8% de electores (67,8% en 2013), eran en gran medida un referéndum sobre Netanyahu.

Fue el propio Netanyahu el que precipitó estas elecciones anticipadas, convocadas dos años antes de lo previsto, cuando a fines de 2014 rompió la coalición gubernamental, creyendo estar en posición de fuerza frente a sus adversarios, en particular Herzog, abogado de 54 años, varias veces ministro.
 
Sondeos desfavorables

Durante la campaña, Netanyahu se ha presentado como garante de la seguridad de su país. Antes de las elecciones, estos discursos alarmistas y su intervención excepcional ante el Congreso estadounidense sobre el expediente nuclear iraní parecía no bastar ante los ataques de Herzog y su aliada centrista Tzipi Livni en el terreno de la carestía, de los precios de la vivienda y las desigualdades.

Ante los sondeos desfavorables, Netanyahu se las arregló los últimos días para recuperar a los desengañados del Likud y ganarse a los indecisos.

El lunes subió el listón al enterrar la idea de un Estado palestino coexistiendo con Israel si conservaba su cargo.

En cuanto se conocieron los primeros resultados, los palestinos advirtieron de que intensificarán sus esfuerzos diplomáticos contra Israel.

"Está claro que el primer ministro Benjamin Netanyahu formará el próximo gobierno y por eso decimos claramente que iremos ante la Corte Penal Internacional de La Haya. Vamos a acelerar, proseguir e intensificar" los esfuerzos en ese sentido, declaró a la AFP el negociador jefe palestino, Saeb Erakat.

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