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El periodista James Foley, de 40 años, cubría el conflicto en Siria desde hace varios años. | Foto: AP

SIRIA

EE. UU. pudo haber rescatado a James Foley

Antes del asesinato del periodista, ese país buscaba a los rehenes en poder de los yihadistas.

21 de agosto de 2014

La muerte del periodista James Foley, quien fue decapitado durante una grabación de video por un miembro del grupo yihadista Estado Islámico (EI), tiene conmocionado al mundo, especialmente a Estados Unidos. 

Desde que la Casa Blanca confirmó la veracidad del video en el que se muestra cómo un hombre vestido de negro mata al comunicador estadounidense, toda clase de información se ha producido. 

Inicialmente, se conoció que desde la aparición del video el pasado martes las fuerzas aéreas estadounidenses han realizado 14 bombardeos en blancos del Estado Islámico.

En realidad estos no han sido las primeras operaciones. Desde que se conoció que los yihadistas tenían rehenes norteamericanos, entre ellos Foley y Sotloff, Estados Unidos lanzó una operación para liberarlos. La misión no tuvo éxito porque no se acertó su localización, según informó el Departamento de Defensa.

“Se trató de una operación por tierra y aire y estuvo enfocada en una red concreta del EI. Desafortunadamente, la misión no tuvo éxito porque los rehenes no estaban en ese lugar, en el que la Inteligencia estadounidense pensaba que se encontraban”, explicó en un comunicado el portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby.

El Gobierno no precisó a cuántos rehenes estaba dirigida la operación ni si Foley estaba entre ellos, pero los diarios The Washington Post y The New York Times aseguraron en sus informaciones citando a fuentes oficiales que el periodista habría sido uno de los potenciales liberados de prosperar la misión.

El presidente Barack Obama no habló de esta operación fallida pero sí le respondió al grupo yihadista, que amenaza con asesinar a otro periodista (Steven Sotloff) si Estados Unidos no para los bombardeos sobre Irak, reiterando que la lucha contra el Estado Islámico continuará y que sus tropas en Irak no modificarán su posición tras la muerte de Foley.

Obama calificó al grupo que decapitó a Foley como un "cáncer" que amenaza a toda la región, mientras Washington sopesa el envío de más tropas estadounidenses a Irak (lea por qué las tropas norteamericanas atacan de nuevo a ese país del Medio Oriente). 

El asesinato de Foley representa la primera vez que el Estado Islámico mata a un ciudadano estadounidense desde el estallido del conflicto sirio en marzo del 2011. El asesinato probablemente dificultará la intervención estadounidense en Irak y los esfuerzos del gobierno de Obama para contener la expansión del grupo en Irak y Siria.

Foley, de 40 años, desapareció en el norte de Siria en noviembre del 2012, donde trabajaba en forma independiente para la agencia de noticias AFP y la compañía GlobalPost, con sede en Boston. El vehículo en que viajaba fue detenido por cuatro combatientes en una zona disputada por rebeldes suníes y fuerzas del gobierno. Desde entonces no se tenían noticias suyas. Aunque en un principio se pensó que estaba en manos de milicias progubernamentales, más tarde se supo que estaba retenido por los yihadistas del Estado Islámico en Siria.

En el vídeo publicado este martes por los extremistas, Foley se despide de su familia y acusa al Gobierno de EE. UU. de ser el responsable de su ejecución por la reciente intervención en Irak, donde EE. UU. lleva más de una semana de ataques “selectivos” sobre posiciones del EI en el norte del país.

Con información de EFE y AP.