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Jean Bertrand Aristide regresó a Haití tras siete años de exilio

El regresó de Aristide a su tierra coincide con el cierre de la campaña electoral para las elecciones legislativas y presidenciales del domingo.

18 de marzo de 2011

El expresidente de Haití Jean Bertrand Aristide regresó este viernes a su país tras siete años de exilio en Sudáfrica y pidió el "fin de la exclusión" de la nación caribeña, a la que consideró "gravemente enferma, aunque no muerta" y a la que dirigió un mensaje de "paz y amor".
 
En un mensaje pronunciado en el aeropuerto, minutos después de descender del avión, el exmandatario llamó a poner "fin al exilio y a los golpes de Estado", como el que desembocó en su salida del país en febrero de 2004.
 
Aristide, primer presidente democrático de Haití, dos veces electo y dos veces exiliado, regresó a su tierra, también por segunda vez, coincidiendo con el cierre de la campaña electoral para las elecciones legislativas y presidenciales del domingo.
 
En los comicios, de los que fue excluido el partido Lavalas, liderado por Aristide, la ex primera dama Mirlande Manigat y el cantante Michel Martelly buscarán la Presidencia del país.
 
El expresidente, al que los haitianos llaman cariñosamente "Titid" abandonó Haití por segunda vez en 2004 en medio de una insostenible situación que incluyó reiteradas protestas a fines de 2003 y una insurrección en 2004 como culminación a problemas que se fueron agravando desde las elecciones de 2000, denunciadas por fraudulentas.

El exgobernante, quien afirma que regresa para trabajar en el sector de la educación, fue recibido cariñosamente por miles de haitianos que se congregaron ante su casa, en el sector de Tabarre, en Puerto Príncipe, para darle la bienvenida y mostrarle su apoyo.

Los ciudadanos, muchos de ellos con banderas y fotos de Aristide, rodearon la vivienda y abarrotaron los jardines de la residencia con la esperanza de ver o escuchar las palabras del expresidente.

Aristide regresó a su tierra desoyendo los mensajes de Estados Unidos, que había desaconsejado este retorno a sólo dos días de las elecciones al considerar que podía sembrar confusión e interferir en el proceso electoral.

"Presidente Titid, el pueblo haitiano te da la bienvenida", "El pueblo haitiano ya ha sufrido bastante", "Presidente Titid, a tu lado siempre", rezaban algunas de las pancartas exhibidas por los seguidores del exmandatario en una multitudinaria marcha hasta su casa, junto a la cual, una gran pancarta desea también "Feliz regreso" al exsacerdote salesiano de 57 años.

Siete años después de su turbulenta salida del país rumbo al exilio, el exgobernante fue acogido hoy casi como un héroe, con pancartas y mensajes de apoyo, y también con sus fotografías.

"Es mi presidente. Yo lo quiero mucho", comentó a Efe Waldecks Monestime, un estudiante de 19 años quien, aunque era un niño la última vez que Aristide salió del país, mencionó sus aportes como gobernante en el terreno de la educación, el empleo y la salud.

Este joven desea que Aristide vuelva a participar en la vida política del país, aunque reconoció que, por el momento, eso no se plantea, pues Familia Lavalas, el partido liderado por él, fue excluido de las elecciones por razones formales.

Otro de los que estaba entusiasmado con la llegada de "Titid" era Maxime Dorismond, militante de Familia Lavalas, quien aseguró a Efe que el expresidente haitiano regresó "para mejorar la educación y reforzar a su organización (el partido fundado por él)" y "para ayudar al país en su reconstrucción".

Este miembro de la formación política opinó que la vuelta de Aristide obedece solo a su intención de ayudar al país y descartó que pueda entorpecer el proceso electoral haitiano que culminará el domingo, tal como ha dicho el Gobierno estadounidense.

"Eso lo dice Estados Unidos, pero su presencia aquí no será un obstáculo para las elecciones", apuntó.

Aristide es el segundo exmandatario haitiano que regresa al país en dos meses, ya que el pasado 16 de enero, tras 25 años en el exilio, lo hizo Jean Claude Duvalier, quien gobernó entre 1971 y 1986, acusado en el país de crímenes contra la humanidad y desvío de capitales.
 
EFE