Home

Mundo

Artículo

La presidenta Cristina Fernández , que tiene cada vez más dificultades para ocultar sus angustias, en la foto con su marido el ex presidente Néstor Kirchner.

ARGENTINA

Jugada peligrosa

La pareja presidencial argentina atraviesa la peor crisis desde cuando Cristina asumió el poder. Adelantaron las elecciones parlamentarias, pero su futuro es incierto.

21 de marzo de 2009

Con la crisis internacional tocando a las puertas, y ante la veloz caída de su respaldo político, Néstor y Cristina Kirchner patearon el tablero al adelantar cuatro meses las elecciones parlamentarias de octubre, que ahora se celebrarán el 28 de junio. La Cámara ya votó la medida, que implica reformar la Ley Electoral, y esta semana el Senado deberá ratificarla.

La pareja presidencial tomó la decisión tras la derrota electoral sufrida hace dos semanas en la provincia de Catamarca, donde Néstor Kirchner se jugó su prestigio contra el actual gobernador y perdió de manera aplastante. Temerosos de una seguidilla de fracasos en las elecciones provinciales programadas durante el año hasta las parlamentarias previstas para octubre, los Kirchner decidieron cortar por lo sano. .

El gobierno viene cuesta abajo desde el golpe sufrido en el Congreso el año pasado, cuando fue enterrada la Resolución 125, (que aumentaba las retenciones a las exportaciones de soya y que desató tres meses de paro agrario), gracias al "voto no positivo" del vicepresidente Julio Cobos.

El golpe fue letal para el matrimonio presidencial, que profundizó su aislamiento. Cristina, siguiendo el ejemplo de Néstor, nunca reunió el gabinete de ministros y jamás negoció con un partido opositor. La pareja, recluida en la residencia de Olivos o en su mansión patagónica de El Calafate, consulta a un círculo cada vez más estrecho o a nadie, y toma decisiones sorpresivas incluso para sus ministros y para los gobernadores oficialistas. Aunque conserva la mayoría, el bloque justicialista se ha ido desgranando: el senador y ex piloto de Fórmula 1 Carlos Reutemann y el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá han roto con el oficialismo, y con ellos un grupo de parlamentarios.

Ahora se espera que Néstor Kirchner salga de las sombras para colocarse al frente de la lista de diputados por la provincia de Buenos Aires, aunque no cumple el requisito de haber residido dos años en la provincia, pero esas bagatelas no lo van a detener.

Al tiempo que se discutía adelantar las elecciones, la Presidenta presentó su caballito de batalla en campaña, el proyecto de Ley de Radiodifusión, que limita el poder de los monopolios en los medios, lo que es visto como un arma en su guerra personal contra el poderoso grupo Clarín, hasta hace un año aliado clave del kirchnerismo.

En lugar de traer tranquilidad, el inconsulto adelantamiento ha revuelto el avispero político y social: en la semana que termina se presentaron ásperos debates en el Congreso, una protesta nacional contra la inseguridad, una manifestación de cientos de policías por el asesinato de un compañero, una amenaza de nuevo paro de maestros. Mientras tanto, los productores del campo, que un año atrás paralizaron tres meses el país por el aumento de las cargas a la exportación de soya, volvieron a las rutas, indignados por el maltrato presidencial.

El adelanto de los comicios está provocando un efecto inesperado por los Kirchner, el surgimiento de dos fuertes bloques opositores: la alianza entre la Coalición Cívica de Elisa Carrió, el partido radical y el vicepresidente Julio Cobos, por un lado, y el peronismo opositor, encabezado por el ex gobernador Solá y Mauricio Macri, por el otro.

Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, dijo a SEMANA que, a veces, "en política, la ingeniería se come al ingeniero", y que es posible que "se articule una oposición amplia" entre los dos bloques.

A estas alturas, el escenario se ha revuelto del tal manera, que es difícil predecir lo que pasará. Con su tono religioso y apocalíptico, Elisa Carrió señaló a SEMANA que Kirchner "quiere retener el poder, pero en realidad se está yendo", y advirtió: "Los acontecimientos se van a suceder de una manera tan rápida y tan fuerte, que es posible que hasta estemos en elecciones anticipadas presidenciales".

Para Fraga, este escenario no es descabellado, pues "los mismos argumentos que utilizan los Kirchner para adelantar la elección legislativa señalan que no es imposible adelantar la presidencial".