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La crisis ha tenido un fuerte impacto económico en España. | Foto: AP

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La "absolución" de Alemania no salva a los pepinos españoles

Pese a que Alemania reconoció que el brote infeccioso no se originó en España, los agricultores de ese país seguirán teniendo problemas para vender sus productos en Alemania.

Alianza BBC
31 de mayo de 2011

A pesar de que las autoridades alemanas dijeron claramente este martes que los pepinos españoles "no son la causa"del brote de E. coli en ese país, los agricultores españoles temen que seguirán sufriendo pérdidas como consecuencia de esta crisis.

"Los ciudadanos alemanes –y los entiendo- deben estar preocupadísimos", le dijo a BBC Mundo José María Pozancos, director de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas, FEPEX.

Explica que no les sorprendieron los resultados de los exámenes de laboratorio porque confirmaron lo que ellos como Federación han dicho desde el momento en que estalló esta crisis, que el problema estaba en Alemania.

Según Pozancos, "se ha actuado muy torpemente"en el manejo de la situación. Se queja de que "se ha desinformado a los ciudadanos y se ha generado la alarma social", con esta delicada crisis sanitaria, que ya le costó la vida a al menos 16 personas.

Pozancos considera que hace falta más que la declaración de la ministra de Agricultura de Alemania, Cornelia Prüfer-Storcks, quien confirmó este martes que un examen de laboratorio demostró que los pepinos españoles no están contaminados.

"El sector de frutas y hortalizas son el núcleo de la producción agraria española. Suman más del 60% de la producción agraria vegetal, es decir, sin incluir la ganadería", agregó el director de FEPEX.

"Huecos" en el mercado
 
La crisis recuerda a otras parecidas en distintos países. Como en 2008, cuando Estados Unidos puso "en observación" los chiles y aguacates mexicanos, una medida que México calificó como "proteccionista".

Alemania ya había sido protagonista de un caso similar hace algunos años, cuando señaló que había detectado varios cargamentos de uvas chilenas contaminadas con diversas clases de pesticidas.

Lo que más preocupa ahora a los agricultores españoles es recuperar la confianza de los mercados, pues entienden que pasará mucho tiempo antes de que los países golpeados por el E. coli vuelvan a hacer pedidos a España.

Y aunque no se atreven a afirmar que alguien acusó a España con el deliberado propósito de obtener un beneficio comercial, explican que "la ausencia de un país que exporta 9.500 millones de kilos de frutas y hortalizas a Europa, obviamente deja huecos en el mercado".

En 2010 la venta de pepinos a Austria y Alemania sumó 127 millones de euros (US$182 millones), según cifras de los propios productores. La época de mayor exportación de esta hortaliza es entre septiembre y marzo.

Mientras esos huecos están abiertos y los mercados vuelven a confiar en las hortalizas españolas, se teme que las pérdidas se eleven más allá de los 200 millones de euros (US$280 millones) de la última semana.

También están en peligro los más de 20.000 empleos en horticultura que dependen directamente de las exportaciones a Alemania (Unas 2,2 millones de toneladas al año, según cifras del sector).
Por el impacto que ya se siente y por los problemas que podrían venir en el futuro, los productores creen que la mala gestión de esta crisis por parte de las autoridades "le hizo un flaco favor a los productores españoles".

Compensación para comunicar
 
La ministra de Agricultura de España, Rosa Aguilar, declaró en el momento de conocer los resultados que le pedirá ayuda a la Unión Europea para que se compense a los agricultores españoles por las pérdidas que les ha generado esta crisis.

Para los productores, sin embargo, se debe tomar en cuenta que sufriron dos tipos de daños por esta crisis: uno es el directo por los productos que no han podido vender, y el segundo es de confianza y credibilidad de los consumidores.

Por eso, el director de FEPEX está de acuerdo con que se constituya un fondo y que una parte del dinero se utilice en "reparar el daño comunicacional, tiene que haber un esfuerzo de comunicación bien respaldado", le dijo Pozancos a BBC Mundo.

"La credibilidad y la confianza las dan las autoridades de la salud pública y la deben reconstruir esas mismas autoridades. Lo que esperamos ahora es un mensaje claro y rotundo de que las frutas y hortalizas españolas tienen una calidad irreprochable", agregó.

Mientras no se produzca ese mensaje, no se supere la crisis sanitaria y no se restablezca la confianza, los agricultores creen que pasará mucho tiempo antes de que un nuevo cargamento de pepinos vuelva a salir con rumbo a Alemania.