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Fernando Lugo | Foto: AP

PERFIL

La amarga Presidencia del exobispo Fernando Lugo

El mandato de Lugo estuvo marcado por sucesivos escándalos de paternidad y por el cáncer que tuvo que afrontar. Nunca tuvo mayoría parlamentaria para gobernar.

22 de junio de 2012

Fernando Lugo tuvo una Presidencia amarga: el exobispo que puso fin a 61 años de Gobierno "colorado" en Paraguay padeció y combatió al cáncer, se vio envuelto en sucesivos escándalos de paternidad y se enfrentó a una acusación por "mal desempeño" en el último año de su mandato.

Lugo pagó muy caro, con la deshonra de su destitución fulminante, la muerte de seis policías y once campesinos durante un desalojo de "sin tierras" el pasado día 15 en la hacienda del político y empresario "colorado" Blas N. Riquelme en Curuguaty (nordeste).

Como él mismo dijo este miércoles, la lucha por la tierra en Paraguay "fue históricamente no violenta"; pero se tiñó de sangre en Curuguaty.

Los cambios al frente de la cúpula policial y su promesa de encomendar la investigación a una comisión especial con apoyo de la OEA no calmaron los ánimos en el país: solo una diputada izquierdista votó a favor suyo cuando los otros 75 promovían el "juicio político" después de retirarle el apoyo su principal aliado en la coalición de Gobierno, el Partido Liberal.

Nacido el 30 de mayo de 1951 en San Pedro del Paraná (centro) Lugo se crió en la meridional ciudad de Encarnación en el seno de una familia humilde.

Sus padres, Guillermo Lugo y Maximina Méndez, sufrieron la represión y cárcel durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

Ingresó en marzo de 1970 en el Noviciado de los Misioneros del Verbo Divino; profesó en septiembre de 1972 en Asunción y en 1975 hizo los votos perpetuos.

Ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1977, curiosamente la misma fecha en la que asumiría como presidente en 2008, inmediatamente se trasladó a Ecuador como misionero, para regresar a Paraguay en 1982.

Fue ordenado obispo el 17 de abril de 1994 y asignado a la diócesis de San Pedro, donde se identificó con los más pobres y llegó a liderar en marzo de 2006 una protesta de 30.000 personas contra el entonces presidente, Nicanor Duarte (2003-2008).

En San Pedro se proyectó como figura política, lo que lo llevó a renunciar al estado clerical el 18 de diciembre de 2006, decisión rechazada por el Vaticano, que decidió en cambio suspenderlo "a divinis".

Con el respaldo del Partido Liberal, Lugo concurrió como candidato presidencial a las elecciones generales del 20 de abril de 2008, en las que se impuso con el 40,82 por ciento de los votos, aunque los "colorados" retuvieron la mayoría en el Legislativo.

Poco antes de asumir el cargo, la Santa Sede le concedió la dispensa papal y reducción al estado laico, exhortándolo a "ser fiel a la fe católica y llevar una vida coherente con el Evangelio".

El 6 de agosto de 2010 los médicos, luego de que se le extirpara un ganglio en la ingle, le confirmaron que padecía un "linfoma cancerígeno maligno" que le supuso un largo tratamiento oncológico en Paraguay y en Brasil.

Los doctores que lo asistieron confirmaron la "remisión completa" del cáncer el pasado 27 de enero, pero la tranquilidad de Lugo ha durado poco.

El pasado día 5, su abogado anunció que Lugo reconocerá a un segundo hijo, nacido hace diez años de una relación con Narcisa Delacruz, una enfermera de 42 años, mientras otras mujeres siguen demandando pruebas de paternidad al exobispo.

El primer hijo fue reconocido el 13 de abril de 2009, sin demandar pruebas a la madre, Viviana Carrillo.

EFE