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La Asamblea General de la ONU estudia de nuevo la difícil situación en Siria

La Liga Árabe acordó el domingo pedir al Consejo de Seguridad de la ONU formar una fuerza de paz conjunta para Siria, retirar a sus embajadores y aumentar las sanciones económicas contra Damasco.

12 de febrero de 2012

La Asamblea General de la ONU se reúne el lunes para abordar la grave situación por la que atraviesa Siria, después de que la Liga Árabe pidiera el domingo al organismo internacional enviar a ese país una misión de paz conjunta.

El organismo internacional convocó esa reunión a instancias de su presidente, el diplomático catarí Abdulaziz Al Naser y en ella está previsto que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (ACDH), Navi Pillay, informe a los 193 Estados miembros de los últimos acontecimientos ocurridos en ese país.

Mientras, la violencia y la represión ejercida por el régimen del presidente Bachar Al Asad se sigue cobrando víctimas en el país árabe, pues este domingo murieron otras 39 personas en la ciudad rebelde Homs, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En los once meses que duran los enfrentamientos entre el régimen sirio y los opositores han muerto más de 5.400 personas, entre ellos 400 niños, de acuerdo con información de la ONU presentada a mediados de enero, aunque desde entonces, según la oposición siria, las víctimas civiles superan las 6.000.

Los ministros de Exteriores árabes convinieron en solicitar una resolución del Consejo de Seguridad para crear una misión integrada por "cascos azules" de la Liga Árabe y de Naciones Unidas que compruebe sobre el terreno el alto el fuego en Siria.

Esa organización, que ya ha puesto fin a la anterior misión de observadores árabes, decidió también contactar con la oposición siria y ofrecerle ayuda política y económica, y pedirle que "unifique sus filas".

Igualmente quieren mantener con la oposición un diálogo serio previo a la conferencia internacional sobre Siria, que determinaron celebrar el próximo día 24 de febrero en Túnez.

En Naciones Unidas, varios países árabes han trabajado en los últimos días sobre una propuesta de resolución sobre Siria que se llevará a votación en la Asamblea y que condena la violencia.

Ese documento muestra su "total apoyo" al plan de la Liga Árabe, y es similar al vetado hace una semana por Rusia y China en el Consejo de Seguridad.

El proyecto de resolución, al que tuvo acceso Efe, condena las violaciones "sistemáticas" de derechos humanos en Siria, exige al régimen sirio detener "de forma inmediata" los ataques contra la población civil y pide a los grupos armados que se abstengan de recurrir a la violencia.

El texto, patrocinado por Arabia Saudí, llama a un "proceso político sin exclusiones" liderado por los sirios, desarrollado en un ambiente "libre de violencia, intimidación y extremismo", y que permita al pueblo sirio afrontar sus "legitimas aspiraciones".

Aunque no pide de forma expresa la salida del poder de Al Asad, sí muestra su "total apoyo" a la propuesta de la Liga Árabe de "facilitar" una transición política a partir de un diálogo "serio" entre el régimen y "todo el espectro de la oposición", que termine en un sistema "democrático y plural".

El documento que votará mañana la Asamblea General invita también al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a designar a un enviado especial para Siria que ayude a promover una "solución pacífica" a la crisis, y a informar sobre la implementación de la resolución una vez que pasen quince días desde su aprobación.

La Asamblea General de la ONU ya adoptó en diciembre pasado y por una amplia mayoría una resolución de condena de la situación de los derechos humanos en Siria y pidió el fin de la represión contra los manifestantes.

Esa resolución fue aprobada entonces por 133 países, mientras que 41 se abstuvieron (Rusia y China entre ellos) y trece votaron en contra, entre los que estuvieron Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, así como Irán, entre otros. EFE