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LA BATALLA DE LOS MISILES

El Patriot, un arma despreciada en el pasado, es el verdadero héroe de la guerra.

25 de febrero de 1991

A las nueve y media de la noche del domingo 20 de enero, un destacamento norteamericano detectó tres misiles Scud que hacian su recorrido aéreo desde Irak. Los radares ubicaron a los Scud y asignaron dos de ellos a la unidad Bravo y otro a la unidad Alpha. El equipo encargado de la defensa se reunió en tomo a las pantallas para decidir el momento del lanzamiento. Quince minutos después, dos misiles eran disparados desde sus plataformas. Cuando dieron en el blanco y los Scud de Hussein salieron de combate volando en pedazos, se marcaba la primera entrada en combate del Patriot, el único misil antimisil que existe, fabricado por la compañia norteamericana Raytheon.
Asi como en la Segunda Guerra Mundial la aparición del radar decidió en gran medida la suerte de los aliados y permitió la defensa de la Gran Bretaña, o en la guerra de las Malvinas los misiles Exocet se canvirtieran en los protagonistas, en la guerra del golfo el Patriot ha sido héroe. Después de la primera etapa en la estrategia estadounidense -la batalla aérea-, este misil concebidos en 1960 entró a jugar un papel preponderante no sólo como instrumento militar sino politico, al convertirse en un aspecto clave para evitar que Israel entrara en la guerra.
Los detalles del Patriot sólo llegaron a las primeras planas en la guerra del golfo.
El misil cuesta 1.1 millones de dólares, y lo opera un sistema de 100 millones de dólares que básicamente consiste en un radar capaz de analizar el cielo a velocidades muy superiores que los radares convencionales. Una vez se ubica un objetivo, el instrumento ordena a los computadores en tierra disparar el misil. Pero continúa enviando información hasta que el proyectil da en el blanco. Otros de los