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Joel Doglioni (izq.), del Partido Radical de centro derecha y Pascal Drouhaud (der.), candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP). | Foto: Cortesía

COMICIOS

La batalla electoral francesa en tierras colombianas

Este sábado por primera vez los franceses de toda América Latina votarán por un diputado que los represente en París. Semana.com habló con dos candidatos que están haciendo campaña en Colombia.

2 de junio de 2012

En tiempos normales hacer una campaña política es un desgaste. Pero todo se complica cuando la circunscripción que el candidato pretende representar abarca 33 países, 120.000 personas que viven desde el Río Bravo hasta Buenos Aires, en los Andes, el Caribe o la selva. Cuando además no hay encuestas y comités de apoyo desperdigados el ejercicio se pone realmente difícil.
 
En Francia pocos lo saben y en Colombia mucho menos, pero desde 2008 los franceses de América Latina tienen derecho a elegir un diputado para que los represente en la Asamblea Nacional. La reforma también abrió circunscripciones para 10 circunscripciones más en todo el mundo. En total más de dos millones de franceses.
 
Este sábado 2 y domingo 3 de junio serán la primera vuelta de las legislativas y 12 candidatos concluirán así una larga, y a veces costosa campaña, en la que las millas aéreas y noches de hotel se acumularon.

Para los franceses del extranjero estas elecciones son importantes pues es la primera vez que podrán tener un representante. Pero en Francia se juegan cosas mucho más importantes. François Hollande, el flamante presidente socialista, se enfrenta a una pelea clave. Si no logra tener una mayoría clara en la Asamblea, tendrá que negociar con otros partidos para imponer su gobierno. Y si su partido pierde, lo cual es poco probable, podría compartir el poder con la derecha.

Estos son los 12 candidatos franceses que compiten en la circunscripción de América Latina:

Françoise Gonzalez Lindemann (Indépendante - Divers Droite)
Raquel Garrido (Front de Gauche)
Palmira Pozo (Indépendant)
Alain-Gérard Georgi-Samaran (Front National)
Alain Terrien (RIC)
Cédric Mansour (Solidarité et Progrès)
Jean-Marc Millet (Collectif Vision France Expat)
Charles-Henry Chenut (Indépendant – Centre)
Sergio Coronado (Europe Ecologie - Les Verts - Accord avec le PS)
Joel Doglioni (Parti Radical)
Pascal Drouhaud (Union pour un Mouvement Populaire)
Thérèse Marianne-Pepin (Parti Radical de Gauche)

Semana.com entrevistó a Pascal Drouhaud, candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) del expresidente Sarkozy así como a Joel Doglioni, del Partido Radical de centro derecha.

Semana.com: ¿Quién es usted?

Pascal Drouhaud: Llevo ya 24 años con y en América Latina. La mitad de mi vida. Lo que me gusta es su diversidad, hay 33 países, todos diferentes. Los franceses somos latinos, como los latinoamericanos. Hay una afinidad casi inmediata, una relación de corazón, cultural, de intelecto que lastimosamente no se replica en los intercambios económicos. En esto hay mucho que hacer. Empecé mi carrera en 1988, con el agregado cultural de la embajada de Francia en El Salvador.
 
Cuando volví me volví asistente parlamentario. En 1995 Jacques Chirac me confió la animación de su campaña en el continente americano. Después de su elección me nombraron encargado de los asuntos extranjeros de su partido. Cada dos o tres meses venía a Colombia pero vivía en París. Si quiero servir a América Latina y a Francia, es bueno estar en París, conocer gente y conocer como funcionan las instituciones. En 2007 fui encargado de las relaciones con América Latina de Alstom. Lo importante es nunca perder el hilo de su vida. Mi hilo es ese lazo con América Latina.
 
Joel Doglioni: Yo llegué as Colombia en 1982 y nunca me fui. Tengo una compañía de transporte internacional y manejo de información con 200 personas que trabajan para mí. En Colombia yo me hice hombre, ejecutivo, crecí con mis hermanos y hermanas colombianos. También mi familia ha tenido negocios en Chile. Mi mujer ha vivido en Chile, Venezuela, Ecuador y Brasil. Ella es canadiense, pero lleva 16 años en América Latina. Mis hijos son colombianos y estudiaron en el Colegio Andino (alemán).
 
Soy el consejero electo de la zona andina. Tengo una permanencia con la embajada de Francia un día a la semana. Yo recibo todos los binacionales y ayudo a los franceses que tengan un problema con la administración francesa. Yo soy más o menos mediador de la república. Para los problemas de enseñanza, seguros sociales, repatriación, me toca con el apoyo de los senadores en Francia, con el cónsul de Francia en Colombia.
 
Semana.com: ¿El hecho de que el presidente sea socialista complica su elección? ¿Estar en oposición podría limitar las propuestas que usted quiere hacer?
 
P.D.: Elegirán alguien quien conoce y ha trabajado para cada uno de los 33 países de esta circunscripción y que puede llevar sus voces hacia la Asamblea Nacional.

J.D.: Al contrario. Yo soy una persona libre y mi patrón es la república. Quiero seguir con el modelo francés, el modelo social. Yo soy una persona que quiere la justicia social, la ayuda de mi prójimo. Yo estoy orgulloso de la democracia francesa, soy partidario de que mis compatriotas escojan a la persona que les conviene, respetuoso del sufragio universal. 

Semana.com: En Bolivia y Argentina ha habido un problema de nacionalización de empresas españolas. ¿Qué hará usted para que no le pase eso a una empresa francesa? Si pasa, ¿usted qué puede hacer por los empresarios?

P.D.: Dudo que ese sea un ejemplo que muchos quieran seguir. Las nacionalizaciones no se están inventando hoy, se han intentado muchas veces en el pasado y siempre han demostrado ser pan para hoy y hambre para mañana. Ningún país del mundo ha logrado progresos ahuyentando la inversión extranjera. Por el contrario, quienes están logrando enormes avances contra la pobreza, desde China hasta Perú, se han escapado de la psicología de suma-cero y entienden que las reglas de juego claras son el gran motor de la prosperidad.

J.D.: Un diputado debe estar informado de lo que está pasando en el país con anticipación. Uno debe tener amistades parlamentarias. Yo voy a pasar los domingos con los congresistas para saber qué quiere el pueblo colombiano, qué piensan las personas que hacen las leyes con anticipación. No me voy a quedar en París, yo no soy un turista en América Latina, sino un residente. 

Semana.com:¿Cómo puede asegurar que la presencia francesa en estos tiempos de crisis, cuando se está pensando en recortes?

P.D.: Francia está en todos los continentes, con programas de educación, culturales, formación para los estados y seguridad. Hay una conciencia internacional que es más fuerte que la crisis. Para las empresas franceses y las exportaciones, América Latina es esencial, sobre todo en estos tiempos. Los lazos están, hay que desarrollarlos.

J.D.: En este momento el embajador de Francia está haciendo un esfuerzo tremendo para que esto continúe. Hoy tenemos el Banco de desarrollo europeo que ha invertido más de 1.400.000 euros en Colombia. Hay cada vez más empresas francesas llegando a Colombia que quieren invertir. Tenemos un ministro de economía que va a enviar un representante a Colombia para reforzar los lazos con Colombia. Estamos dando préstamos a Colombia para el desarrollo. Estamos presentes en muchos ámbitos de la industria. Y de aquí podemos exportar a Venezuela, a Brasil, a Lima. 

Semana.com:¿Cuál es su posición frente a la legalización de las drogas, teniendo en cuenta que es un debate actual y que muchos de sus compatriotas viven en plena guerra contra las drogas?

P.D.: Francia no es favorable a la legalización, luchamos contra el consumo. Mi deber, como representante de mi pueblo que vive en América Latina, es entender el debate. He ido a países muy golpeados, es claro que la seguridad no es suficiente para acabar con el narcotráfico. En Francia tenemos una posición de corresponsabilidad. Hay que inventar, construir, para reforzar las relaciones bilaterales.

J.D.: La legalización de drogas todavía es un debate que existe. En este momento pediría asesoría con psicólogos, médicos, gente involucrada en la parte penal para tener una opinión objetiva e imparcial y ayudar a mis compatriotas.
 
También soy presidente de los Productos de Paz con Naciones Unidas, el BID y Acción Social. Empecé este trabajo con el gobierno de Álvaro Uribe. El BID prestó a la ONU con Acción Social 1'300.000 dólares para buscar 10 cooperativas y reemplazar la coca por cacao. Al día de hoy es un éxito total. Entonces en Colombia sí se puede resolver el problema de la droga.

Luego de la muerte del hijo de un amigo que murió de sobredosis en el Liceo Francés de Bogotá hace 10 o 15 años, me involucré en la lucha contra la droga en Colombia. Lo hice en la parte humanitaria. Mi forma de lucha es participar con la ONU, Acción Social y resolver esta pesadilla del narcotráfico, no con violencia, sino con cultura y ayuda. Con una filosofía, con humanismo. En ese sentido yo ya tengo experiencia.