Home

Mundo

Artículo

La violencia continúa en Libia sin un ganador claro. | Foto: AP

MUNDO

La crisis libia, en un empate virtual

A casi dos meses del comienzo de la operación militar dispuesta por la ONU, no hay un ganador claro en la disputa por el poder en el país norafricano. ¿Qué sigue?

11 de mayo de 2011

La campaña militar para hacer cumplir la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia va a cumplir dos meses y parece lejos de terminar.

Este miércoles se informa que los rebeldes tomaron el aeropuerto de Misrata, haciendo retroceder a las tropas leales al líder libio, Muamar Gadafi.

Desde el principio los insurgentes, apoyados por los bombardeos de la OTAN amparados por la resolución de la ONU, lograron frenar a las fuerzas del gobierno rápidamente en su avance sobre la ciudad de Bengasi.

Pero desde entonces el conflicto se ha estancado en lo que parece ser un patrón que se repite.

Si bien los aviones de la OTAN atacan varios objetivos cada día -ya van más de 6.000, según la alianza- lo cierto es que en el terreno ninguna de las dos partes –ni el gobierno, ni los rebeldes- parecen ser capaces de avanzar mucho más.

Los ataques aéreos les han ayudado a los insurgentes a posicionarse en sus bastiones en el este de Libia, pero los observadores dicen que aún no está claro hasta qué punto se ha debilitado el poder de Gadafi en el oeste.

Como explica el corresponsal de asuntos de defensa y diplomáticos de la BBC, Jonathan Marcus, aunque la palabra "estancamiento" no se diga en público, es la que usan muchos expertos independientes para resumir el estado de la campaña militar en Libia.

Ninguna de las partes parece capaz de ganar la disputa por el poder del país petrolero norafricano. El poder aéreo de la OTAN les ha impedido hasta ahora a las fuerzas rebeldes caer, pero tampoco puede asegurar su victoria.

Cuando comenzó la operación, señala Nick Childs, analista de temas internacionales de la BBC, el poder de Gadafi parecía tambalearse. Pero luego se fue fortaleciendo, mientras que los rebeldes no se mantuvieron los suficientemente organizados.

Así que, si nada cambia, hay muchas posibilidades de que el estancamiento continúe y Libia quede efectivamente dividida en dos, con Gadafi manteniendo el poder en la capital, Trípoli, y los rebeldes controlando las ciudades del este.

Objetivo incierto

Desde el inicio de la campaña militar nunca quedó claro el objetivo de la operación.

La resolución de la ONU autoriza el uso de la fuerza sólo para proteger a la población civil, pero varios de los principales gobiernos involucrados en la operación – entre ellos EE.UU., el Reino Unido y Francia - no han ocultado su deseo de que Gadafi deje el poder.

En los últimos días ha habido más ataques contra edificios del gobierno, sitios en los que Gadafi podría haber estado. De hecho, no se lo ha visto públicamente desde hace varios días y muchos analistas se preguntan si el militar es ahora un objetivo explícito.

El país sigue estando profundamente dividido. Después de haber iniciado la campaña, las principales potencias occidentales tienen ahora una participación en el futuro del país.

Y como señala Jonathan Marcus, pase lo que pase les resultará difícil abandonar Libia cuando la lucha termine.