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"La democracia está lejos de completarse"

En los 20 años del regreso de la democracia a Argentina, SEMANA entrevistó a Raúl Alfonsín, primer presidente electo tras la salida de los militares.

15 de diciembre de 2003

Se cumplen dos décadas del retorno de la democracia a la Argentina luego de seis años del 'proceso', una dictadura en la que se estima que murieron o desaparecieron unas 30.000 personas. En 1982, tras la derrota en la guerra de las Malvinas, se realizaron elecciones generales en las cuales el radical Raúl Alfonsín fue electo presidente. El camino de Argentina fue seguido por los demás países del Cono sur. SEMANA, junto con un grupo de periodistas extranjeros, conversó en Buenos Aires con Raúl Alfonsín, indiscutido protagonista del retorno a la democracia en el continente.

SEMANA: Veinte años después, ¿cuál es su opinión sobre la democracia en el continente?

Raul Alfonsin: Yo hago una distinción entre república y democracia, porque ha habido repúblicas elitistas y democráticas. La república nos da las libertades negativas, impide que un gobierno arbitrario nos meta presos, nos torture o nos mate, mientras que la democracia adiciona los derechos sociales. Democracia es libertad más igualdad. Para ello es necesaria no sólo la democracia social sino la económica. No obstante, debo contestar con sinceridad que son muy pocos los países que tienen democracia.

SEMANA: ¿Por qué piensa eso?

R.A.: Estados Unidos conspira contra los sectores más humildes y les baja impuestos a los ricos con la teoría liberal del 'efecto catarata', que sólo da resultados en el corto plazo. Se está perdiendo hasta la república porque se pueden hacer allanamientos o intervenir teléfonos sin orden de un juez. En América Latina y el mundo la democracia está muy lejos de completarse. Latinoamérica es la región con la mayor brecha social que conspira contra la participación ciudadana. Esta conspira contra la participación ciudadana de forma pasiva al generar un escepticismo que termina en cinismo, o de forma activa, al propiciar la violencia. Esto es lo que tenemos que corregir, pero cada vez se hace más difícil por la globalización insolidaria que estamos viviendo.

SEMANA: ¿Está contra la globalización?

R.A.: Yo no diría que soy un antiglobalizador, pero sí soy un convencido de que la actual es insolidaria y produce más pobreza. Entonces hay que llevarla adelante con criterios de superación, hay que tratar de fortalecer los grupos regionales para poder discutir de otra forma los problemas y hay que llevar adelante posiciones que siempre sean realistas. En estos momentos tenemos dos políticas de Estado. Una es de la Argentina con el Mercosur y la esperanza de la unidad latinoamericana. Estados Unidos tiene otra política de Estado, que ha sido llevada por distintas administraciones -George Bush padre, Bill Clinton, y George W. Bush- que es el Alca. Como ha dicho el secretario de Estado, lo que se busca es tener un cliente que permita colocar todas las exportaciones de Estados Unidos desde el Artico hasta la Antártica.

SEMANA: ¿Cuál es el balance de estos 20 años y qué desafíos tiene por delante Argentina?

R.A.: El desafío básico es la pobreza y después está el problema de la educación. El ex ministro Domingo Cavallo destruyó al país con tres medidas: la convertibilidad, la reducción de los aranceles y el sistema de capitalización de las jubilaciones. Para colmo se inducía al consumo como si estuviéramos en el Primer Mundo, y todo se hacía a través de endeudamiento. En Miami nos llamaban "deme dos", porque todo nos parecía barato. Se destruyeron las economías regionales, la educación y la salud. Eso hay que resolverlo. Hoy ya 50 por ciento de la población está por debajo de la línea esencial de pobreza.

SEMANA: ¿Qué opinión tiene del gobierno de Néstor Kirchner?

R.A.: Creo que el rumbo del gobierno actual es bueno en general. Pero tenemos problemas externos, como los subsidios que otorgan la Comunidad Europea a sus productores y la deuda externa. El gobierno de Néstor Kirchner ha defendido la dignidad nacional pero no hay que ser triunfalistas porque, si la economía no crece, el superávit comprometido con el Fondo puede convertirse en el ajuste más grande de la historia. En todo caso me parece que el rumbo que se ha tomado es correcto, sobre todo en materia del Mercosur, y que nadie puede esperar una solución de la noche a la mañana.

SEMANA: ¿Qué opina de la revelación de que el gobierno británico tenía armas nucleares en los barcos que participaron en la guerra de las Malvinas?

R.A.: Es un asunto muy grave venir con armas nucleares en barcos que podían ser hundidos, y no sabemos si el que se hundió las tenía. No creo, pero si llegaban a perder la guerra, venía un barco, nos sacudía un bombazo de esos y no sabíamos dónde íbamos a parar.