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La semana pasada, un portavoz de Al Qaeda le atribuyó a su grupo la masacre de París, su peor golpe desde los atentados de Londres en 2005. | Foto: A.P.

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La disputa entre Al Qaeda e Isis

Los principales grupos terroristas están compitiendo por captar adeptos y llevar la batuta de la yihad mundial.

17 de enero de 2015

Tras algunos días de silencio, la semana pasada un portavoz de Al Qaeda en Yemen se atribuyó los hechos terroristas de París contra los periodistas de la revista Charlie Hebdo y un supermercado de comida kosher. Más allá de la trascendencia de sus nuevas amenazas, los observadores occidentales interpretaron ese afán por asumir tales acciones como otra muestra de la pugna entre Al Qaeda e Isis por el predominio en el movimiento yihadista mundial.

Isis, una de las siglas con las que se conoce al Estado Islámico, nació a partir de la facción de Al Qaeda surgida en Irak algunos años después de que Estados Unidos invadió al país. El rompimiento se produjo en junio de 2014, cuando la dirigencia mundial de Al Qaeda, a cargo del médico egipcio Ayman al Zawahiri, comenzó a considerar que su franquicia iraquí estaba excediéndose en la violencia contra los civiles. Furiosos, los dirigentes iraquíes decidieron desmarcarse y crear al Estado Islámico.

Durante años, Al Qaeda había sido el claro líder del movimiento yihadista, con ataques como el de 2001 contra las Torres Gemelas y en 2005 contra el sistema de transporte público en Londres. Con células alrededor del mundo, logró consolidar una red informal de grupos militantes, apoyo en redes sociales y ‘lobos solitarios’ dispuestos a luchar por la causa. Sin embargo, con la entrada de Isis el juego quedó a otro precio.

La gran diferencia es que Isis logró capitalizar la guerra civil en Siria, vecina de Irak, para reclamar un área territorial del tamaño de Bélgica alrededor de la frontera entre los dos países, en busca de consolidar el viejo sueño extremista de un califato islámico, algo que Al Qaeda nunca ha estado cerca de lograr. Con ello, y su violencia extrema, Isis ha logrado proyectar una imagen vencedora que fascina a los extremistas alrededor del mundo.   Ejemplo de esto son las ejecuciones televisadas que realizó el grupo el año pasado para demostrar sus intenciones al mundo.

Todo eso explicaría el afán de Al Qaeda de reclamar como suya una acción que podría devolverle la presencia internacional que ha perdido en los últimos años. Pero nada en el mundo del terrorismo islámico está dibujado en blanco y negro. Autoridades norteamericanas encontraron que uno de los hermanos que perpetraron el ataque a Charlie Hebdo mantuvo contacto con una célula de Al Qaeda en Yemen, la misma que en meses pasados señaló tener alianzas con el Estado Islámico. Esto se explica, según Mauricio Jaramillo experto de la Universidad del Rosario, porque a pesar de ser grupos rivales tienen coincidencias que eventualmente los unen ante el enemigo común de Occidente.